Esta semana, Borja Jiménez cumplió un año en el banquillo del Deportivo, el primero de los dos que firmó como entrenador del conjunto coruñés.
Con 36 años, desembarcaba en el cuadro blanquiazul con dos ascensos a Segunda División, uno con el Mirandés y otro con el Cartagena, en su palmarés.
Jiménez había iniciado su carrera en el Real Valladolid B en la campaña 2015-16, en la que dirigió 27 partidos al filial pucelano, las dos temporadas siguientes entrenó al Izarra y el Rápido de Bouzas respectivamente y su trayectoria en este equipo vigués le llevó al Mirandés, con el que ascendió.
Al conjunto burgalés le llevó a la categoría de plata y también al Cartagena, su siguiente equipo en el fútbol español, con el que debutó en el fútbol profesional. Además, dirigió al Asteras Tripoli en la Primera División de Grecia.
En el Deportivo suplía a Rubén de la Barrera, que era la primera opción para el banquillo del Deportivo hasta que sus flirteos con la UD Las Palmas llevaron al club a romper la propuesta de continuidad.
Aunque no ha conseguido el objetivo del ascenso directo, está a tiempo de lograrlo por la vía indirecta. Es uno de los entrenadores con mejor porcentaje de triunfos con el Deportivo, aunque, evidentemente, con el matiz de que ahora está en la categoría de bronce del fútbol nacional. Borja ha ganado el 57,89 por cien de los encuentros oficiales en el banquillo del Deportivo y tiene el mismo promedio de empates y derrotas, el 21,05.
Desde que cayó en su visita a Balaídos el 12 de marzo para enfrentarse al Celta de Vigo B, el Deportivo no ha vuelto a ser derrotado. Ese fue el principal traspié en los últimos diez partidos, incluyendo entre ellos el del Extremadura, que no se disputó pero que cuenta por victoria.
El Deportivo es el equipo más en forma de la categoría de bronce en esa serie de partidos disputados y el tercero de las principales divisiones del fútbol nacional, tal y como publicó la cuenta GradaBpr.
Ganó a la Cultural Leonesa (2-1) y, tras perder en Vigo, se impuso también al Rayo Majadahonda (2-1), empató con el Bilbao Athletic (1-1), goleó al Internacional de Madrid (3-0), igualó con el Talavera de la Reina (1-1) y enlazó triunfos ante la UD Logroñés (3-0), el Extremadura, el Tudelano (4-3) y el Valladolid Promesas (0-4).
Como local, el Deportivo se ha hecho fuerte en el Estadio Abanca-Riazor, donde cuenta por victorias sus últimos cinco encuentros. Buscará la sexta consecutiva ante el Unionistas de Salamanca. Además, son siete los partidos sin perder desde que Real Unión y Racing de Santander le derrotaron en jornadas sucesivas como local en febrero. Superado ese bache, los blanquiazules han exhibido solvencia en casa y con esa fuerza llegan al playoff de ascenso.