Análisis de la plantilla: 22. Diego Villares; paso adelante, pese a su 'exilio' al lateral derecho
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Análisis de la plantilla: 22. Diego Villares; paso adelante, pese a su 'exilio' al lateral derecho

Análisis de la plantilla: 22. Diego Villares; paso adelante, pese a su 'exilio' al lateral derecho
Villares celebra su gol frente al Racing de Ferrol en Riazor | Patricia G. Fraga

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Diego Villares dio ese paso adelante en ataque que se le reclamaba y el pasado curso tuvo mayor presencia en el balcón del área contraria, donde fue una pesadilla para los rivales por su intensidad e inteligencia a la hora de interpretar la presión. Cualidades que le permitieron sacar petróleo, recuperando numerosos balones cerca de la portería contraria que dieron al Depor ocasiones bastante claras.

 

Vital en la medular para Borja Jiménez


Borja Jiménez tenía claro que el fútbol del Deportivo debía pasar por las botas de Diego Villares. El centrocampista vilalbés era clave en la medular para el técnico abulense, de ahí que le concediera la titularidad en los siete partidos de liga que dirigió antes de ser destituido. Completó los 90 minutos en seis de ellos, y en el otro aguantó 82’. 


Formando en el doble pivote, acompañado en la mayoría de las ocasiones por Álex Bergantiños y en otras por Roberto Olabe —ambos, con un rol más defensivo—, Villares se sentía con mayor libertad a la hora de asomarse al balcón del área contraria. De esta forma, pronto empezó a constatar que tendría mayor peso en ataque que en su temporada y media anterior con el primer equipo blanquiazul.


El canterano marcó de manera consecutiva en la cuarta y la quinta cita del curso. Anotó el tanto del empate en Balaídos frente al Celta B (1-1) —tras recibir un pase teledirigido de Ibai Gómez— y cuatro días después, abrió el camino del triunfo contra el Talavera en Riazor (3-2) al anotar el primer tanto del Deportivo en el minuto 27 —al aprovechar una asistencia de Trilli—. Fue el mejor del Depor en ambos partidos y quedaba claro que estaba llamado a ser uno de los referentes del equipo.

 

Titubeos desde la llegada de Cano


Óscar Cano tomó las riendas de la plantilla, tras la destitución de Borja Jiménez, y lo primero que hizo fue dejar fuera del once a Villares. Quedaba claro que ya no tenía el puesto asegurado en la formación inicial ni un rol tan protagonista en la elaboración del juego, a pesar de que, a base de rendimiento, acabaría convirtiéndose en imprescindible de nuevo.


En el primer partido, ante el Linares, el técnico andaluz sólo le dio 5 minutos. 67 contra el Castilla. 9 frente al Córdoba. 14 ante el Badajoz.


A la jornada siguiente, contra el Racing de Ferrol en Riazor (2-0), regresó al once, y lo aprovechó marcando el primero de los dos tantos de la victoria deportivista en el minuto 25. Precisamente, explotando una de sus mejores armas, la presión a la última línea del rival. Presionó a Bernal en la frontal, se hizo con el esférico, encaró a Gazzaniga, recortó y anotó el 1-0.


Una jornada después, volvió a anotar (era su cuarta diana de la temporada), pero se vio obligado a abandonar el campo en el minuto 69 tras una bruta caída en la que se golpeó el cuello, pero a la semana siguiente volvió a jugar.


Luego llegaron los momentos en los que Cano empezó a emplearle como lateral derecho, donde ofreció un buen rendimiento, pese a estar fuera de su sitio natural, pero lógicamente no pudo explotar sus virtudes y perdió peso a nivel ofensivo.


Con Rubén de la Barrera no hubo dudas y jugó donde tenía que hacerlo, en la zona ancha.


Está llamado a ser uno de los líderes del nuevo proyecto blanquiazul.

Análisis de la plantilla: 22. Diego Villares; paso adelante, pese a su 'exilio' al lateral derecho

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