El Deportivo desperdició en la última jugada del partido la que podría haber sido su segunda jornada redonda consecutiva. Como mal menor, fallaron los cinco primeros clasificados. El Alcorcón sigue a cuatro puntos y el Castilla a dos, mientras que el Córdoba se queda a uno. 

Con el tiempo cumplido, el San Fernando aprovechó uno de los puntos débiles de los blanquiazules, el balón parado, y rescató un punto en otra tarde gris de los deportivistas lejos del abrigo de Riazor.

El equipo herculino presentó un once con cuatro cambios respecto al que triunfó ante el Rayo Majadahonda. Regresaron Ian Mackay (tras sanción) y Rubén Díez (repuesto de una lesión muscular) y se incorporaron dos caras nuevas de los blanquiazules, los recién llegados Orest Lebedenko y Kike Saverio. Banda completamente nueva en la izquierda. En el banquillo, futbolistas como Lapeña, Mario Soriano o Víctor Narro. 

Óscar Cano quería ver un Deportivo más agresivo a domicilio, pero la versión fue la habitual lejos de casa, muy diferente a la de Riazor, aunque con el matiz de que esta vez la posesión fue blanquiazul. Al San Fernando no le interesaba. 

Los andaluces propusieron poco, pero lo hicieron con peligro. A los dos minutos ya tuvo que lucirse Mackay para despejar un remate de Aquino, que había cogido la espalda a la zaga, especialmente a Pablo Martínez. 

El Deportivo respondió con el método que le dio mucha productividad ofensiva ante el Majadahonda, un robo de Villares en tres cuartos de ataque. El centrocampista se apoyó en Lucas y sirvió para que Quiles cabeceara picado, a las manos de Perales.

El conjunto coruñés tardó mucho en volver a pisar el área contraria con peligro. En su estreno con el Deportivo desentonó Kike Saverio, incómodo.

Farrando probó a Mackay con un disparo lejano que blocó el coruñés y Pablo Alfaro tuvo que introducir un cambio obligado por la lesión de Aquino antes de la media hora. 

El Deportivo no generaba peligro con balón y tampoco defendió bien sin él. Rubén y Jaime Sánchez perdieron un duelo aéreo en el medio del campo y Del Campo, que luego le cogió otra vez la espalda a Pablo Martínez, perdonó ante Mackay a falta de diez minutos para el descanso.

Pasó mucho en ese lapso hasta el descanso. Una mano de Olabe fue castigada con penalti y Biabiany lo transformó desde los once metros. Mackay esperaba un disparo por el medio e hizo la estatua. 

Quedaba el descuento, surgió un saque de banda, Lebedenko lo metió en el área, la zaga del San Fernando despejó y el balón le quedó en la frontal a Rubén Díez, que golpeó con la derecha, mordido, encontró alguna pierna por el medio y se alojó en el fondo de la red de los andaluces. Saverio pudo completar la remontada en el añadido, pero su chut con la derecha acabó fuera. 

No hizo cambios Cano en la vuelta al campo, algo habitual en él, por otra parte. La igualdad del primer acto continuó en el segundo, con pocas ocasiones para ambos equipos y el San Fernando perdiendo tiempo al máximo. Incluso Alfaro ayudó en esa tarea desde el banquillo. 

Lucas Pérez poco necesita para generar peligro y solo el larguero, a los 62 minutos, impidió que anotara por cuarto partido consecutivo con un zurdazo desde tres cuartos de ataque. No entró esa y tampoco la que tuvo el San Fernando justo a continuación, en otra mala cobertura de Pablo Martínez, desubicado tras volver al centro de la zaga después de un par de partidos como lateral izquierdo. Biabiany falló en el área. 

Saverio, que había tenido algo de protagonismo en el primer acto, fue a menos en la segunda parte, fuera de su posición de extremo, tendiendo a jugar de interior. La solución la buscó Cano sentando al exosasunista para dar entrada a Kuki Zalazar. El hispano-uruguayo había firmado un entrenamiento espectacular el miércoles en Abegondo. 

Al que le da lo mismo Abegondo que Riazor o el Iberoamericanos es Lucas Pérez. Le anularon una espectacular vaselina por un dudoso fuera de juego (imposible de aclarar en las repeticiones de la tele) a los 73 minutos, justo antes de que Mario Soriano supliera a Rubén Díez. 

Los blanquiazules aprovecharon el primer saque de esquina, a falta de doce minutos, para completar la remontada con un remate de Quiles tras recoger en el área un cabezazo de Jaime. 

El Deportivo intentó evitar lo que le había pasado en Alcorcón en la anterior salida de la temporada. Quiso amarrar el resultado. Cano optó por el recién llegado (un solo entrenamiento con el equipo) Pepe Sánchez, que según el técnico debería haber cogido la marca que tenía Quiles, al que sustituyó. Pero en el córner, él estuvo pendiente del portero del San Fernando y el que cubrió a José Carlos fue Soriano. El testarazo del ex del Lugo dejó a los deportivistas con la miel en los labios.