El Fabril desperdició una oportunidad de oro de meter presión a sus perseguidores y acariciar el sueño de disputar el playoff de ascenso tras una inesperada derrota en Abegondo ante el Salamanca (0-1). Un golazo de Martín Galvar en el inicio de la segunda mitad, tras un cúmulo de despejes fallidos de los blanquiazules en una de las pocas llegadas de los visitantes, penalizó a un filial que ahora ya no depende de sí mismo para colarse en la promoción. Un castigo algo excesivo para el Fabril, que quedó atrapado en la telaraña de un Salamanca que mostró solvencia y sobriedad aunque poca presencia en ataque. Aun así, el cuadro herculino protagonizó un encuentro demasiado espeso en campo rival y ni el colectivo ni las individualidades aportaron soluciones capaces de romper el entramado defensivo visitante.

Manuel Pablo recuperó piezas clave y devolvió al once del Fabril una imagen más reconocible tras las múltiples modificaciones del pasado fin de semana en Llanera, algunas de ellas obligadas. El técnico introdujo cinco novedades respecto al meritorio empate en inferioridad numérica en el Pepe Quimarán (2-2), un campo de dimensiones reducidas, y entre ellas los regresos de tres pilares ausentes: Damián Canedo en el eje de la zaga, Álex Alfaro en el centro del campo y Kevin Sánchez en la delantera. También volvieron a la titularidad Manu Ferreiro, que venía de actuar con el Juvenil A, y Fabi. Salieron del equipo Marotías (sancionado), Kike Fernández, Luisao, Darío Germil y Bil Nsongo, en una apuesta clara por reforzar el bloque habitual en un partido decisivo para las aspiraciones de playoff.

El Fabril saltó al algo encharcado césped de Abegondo con ambición, presionando alto y tratando de incomodar la salida de balón del Salamanca, que no se arrugó y respondió con personalidad, fiel a la idea de construir desde atrás. La primera ocasión clara fue para Kevin Sánchez, que dejó atrás a Amaro con una gran acción individual, pero su disparo, ya dentro del área, se perdió desviado.

Con el paso de los minutos, el conjunto salmantino logró enfriar el ritmo del partido a través de la posesión, neutralizando el ímpetu inicial de los locales y conteniendo sus intentos de robo en campo contrario. El choque entró entonces en una fase de calma tensa, sin llegadas reseñables, a la espera de un fallo que cambiase el guion.

Ese error llegó en una mala entrega del Salamanca cerca de su área. Fabi interceptó el pase, dribló a Murua y se plantó ante Jonvi, pero el portero reaccionó bien, achicando espacios, y el remate del extremo se estrelló en el cuerpo del arquero. En el rechace, Kevin tampoco pudo definir con precisión y su disparo fue neutralizado por el guardameta.

El tramo final del primer tiempo apenas dejó noticias: una falta lejana lanzada por Martín Galván que Hugo Ríos atajó en dos tiempos tras un bote traicionero en el césped mojado y una contra desperdiciada por el Fabril tras un pase defectuoso de Mané con el exterior hacia Kevin. Todo quedó abierto para la segunda parte tras unos primeros 45 minutos en los que el filial no pasó apuros en defensa, pero tampoco se mostró especialmente incisivo ni inspirado en ataque.

Error en cadena y golazo del Salamanca

El paso por vestuarios no alteró el guion inicial, pero un error en cadena de los blanquiazules propició el desequilibrio en el marcador en el minuto 49. El lateral Souley puso un centro desde la banda izquierda, el extremo Rubén de Tomás remató a bocajarro y Hugo Ríos salvó el remate con el cuerpo. Acto seguido, Guerrero tuvo una primera oportunidad de despejar y Alfaro dispuso de la segunda, pero un envío defectuoso del mediocentro acabó en los pies de Martín Galván. Y el extremo conectó un zapatazo directo a la escuadra, imposible para Hugo Ríos.

El golpe dejó tocado al Fabril. Alfaro quiso rehacerse poco después del 0-1 con un remate al primer toque tras un desmarque de ruptura y un desplazamiento en largo de Canedo, pero su tiro fue flojo. La reacción natural del Salamanca, con ventaja en el marcador, fue dar un paso atrás y el filial se pudo asentar en campo contrario. Fabi entró por un desconectado Mane para tratar de aumentar la precisión y la maldad en ataque y, poco después, Manuel Pablo redobló la apuesta con un doble cambio: Bil Nsongo y Kike Fernández por Garrido y Fabi. 

Sin embargo, el cuadro dirigido por Jorge García mantuvo bien el tipo, reculando cada vez más, pero sin conceder llegadas claras. La recta final del Fabril fue un quiero y no puedo. Ímpetu y cambios ofensivos que se estrellaron ante un Salamanca compacto y serio que dio un paso de gigante hacia la salvación. Ni siquiera una salida en falso de Jonvi pudo aprovecharla el Fabril en los últimos minutos para empatar, con un centro fallido de Bil Nsongo mientras el guardameta estaba lejos del arco. 

La derrota obliga al Fabril a no fallar en las dos jornadas restantes si quiere mantener sus opciones de alcanzar el playoff. Ahora depende del Langreo, que mañana recibe al Llanera. El margen se reduce para un filial que, aunque ya certificó hace semanas el éxito de la permanencia, puede ver peligrar el premio de la participación en el ansiado playoff de ascenso.