En ocasiones, un punto marca la diferencia entre conseguir o no el objetivo. Puede ser el caso para el Fabril, que terminó ante el Llanera con un marcador idéntico al del primer equipo (2-2), pese a un desarrollo del marcador contrario. En lo que también se pareció el partido del Pepe Quimarán con el de Anduva fue con la polémica. En este caso, sin VAR.
Mantiene la quinta plaza el filial, con tres puntos de ventaja sobre Rayo Cantabria y Langreo, que parecen quedarse como únicos rivales por la plaza de playoff. Especialmente, el conjunto asturiano, que este miércoles tendrá la opción de igualar a puntos al recuperar su duelo aplazado ante el Real Avilés. No cunde el pánico para el Fabril, que gracias al golaveraje seguirá por delante.
Esto quiere decir que sigue dependiendo de sí mismo, algo que no habría sucedido de perder el pasado sábado. Y lo cierto es que en el minuto 70, cuando el marcador era de 1-0 y el colegiado no se lo pensó dos veces para expulsar a Carreira, todo parecía perdido. No era tampoco un momento fácil en lo psicológico, pues el equipo no terminó de entender esa roja en un balón dividido ni alguna decisión previa en la que no penalizó a su rival.
Pese a todo, en un abrir y cerrar de ojos, el Fabril dio vuelta al marcador con el primer gol de la temporada de Darío Germil —también significó la primera asistencia de Manu Ferreiro— y con el cuarto de un Nsongo Bil que celebró por todo lo alto, con varias piruetas. La alegría no pudo ser completa al transofrmar Tito un penalti claro, pero la situación sigue siendo buena a falta de tres jornadas.
Serán ante Salamanca UDS, Laredo y Gimnástica, y está por ver si Manuel Pablo volverá a optar por situar a Guerrero en el lateral derecho, una posición que se puede adecuar bien a sus características, o si solo fue una solución a las bajas.