Procedente del Real Valladolid de Primera División, la llegada en calidad de préstamo de Raúl García Carnero el pasado verano supuso un aldabonazo moral para un Deportivo que intentaba repescar a sus talentos emigrados en el pasado reciente. A sus 33 años, ya rodado en el fútbol profesional, el lateral izquierdo venía para competir por el puesto con Alberto Retuerta.
Arrancó con fuerza, pero se estancó
El ‘15’ blanquiazul fue de más a menos, llegando al tramo final de la temporada con la titularidad más que discutida tras el desembarco de Orest Lebedenko en el mercado de invierno.
Raúl Carnero resultó determinante en la jornada segunda de Liga, la primera a domicilio, en la que proporcionó a la escuadra deportivista tres puntos vitales con un soberbio zurdazo en el Romano José Fouto frente al Mérida (0-1).
Quince titularidades en 22 partidos de liga
A lo largo de la recién finalizada campaña rubricó unos números discretos, con 22 apariciones ligueras (quince de ellas como titular), acumulando un total de 1.828 minutos de juego, en los que anotó el referido gol, además de haber visto una tarjeta amarilla y una roja. No tuvo la oportunidad de proporcionarle al colectivo asistencias de gol.
Su potencia en el golpeo de balón, capacidad en el juego de cabeza y buena colocación le otorgaban muchos puntos en los esquemas de Borja Jiménez en los inicios del campeonato.
Sin embargo, de modo paulatino, exhibió alguna que otra carencia en defensa, con dificultad para recuperar la posición en ocasiones y cometiendo errores de marcaje que costaron puntos a la entidad de la Plaza de Pontevedra.
Competencia en el mercado de invierno
Precisamente en el mercado de enero la Dirección Deportiva de Carlos Rosende buscó alternativas para el carril del 3, fichando desde el Lugo al ucraniano Lebedenko, que desde su llegada asumió dotes de mando en el lateral.
En el segundo tramo competitivo de la temporada, también acuciado por las lesiones, Raúl García Carnero perdió protagonismo en el terreno de juego; hasta el punto de que no actuó entre las jornadas 18 y 31, pasándose en blanco tres meses, entre enero y abril.
“Estoy tranquilo con mi trabajo. No vine aquí diciendo ‘vengo de Primera y tengo que meter diez goles’, sino que mi objetivo es ascender con el Deportivo”, manifestaba el lateral en una entrevista concedida a nuestro diario en abril.
En las últimas jornadas de Liga Cano y De la Barrera le volvieron a otorgar confianza pero cuando llegó la hora de la verdad en el playoff de ascenso no dispuso de minutos para sacar a relucir su experiencia en encuentros de alto voltaje.
Vuelta a Pucela, pero no cuentan con él
Con un año más de contrato en el Real Valladolid, tendrá que replantearse su futuro, habida cuenta de que la entidad blanquivioleta no parece contar con sus servicios de cara al próximo ejercicio 23-24.
El Deportivo busca actualmente recambios para su demarcación, por lo que su continuidad en Riazor está prácticamente descartada.
