En tiempos de tempestad por el LIV, el golf vuelve a su origen, a uno de sus campos más legendarios, el de Saint Andrews, en Escocia, para celebrar la 150 edición del Abierto Británico, en el que defiende título Collin Morikawa, al que Scottie Scheffler llega como líder del ránking mundial y en donde Jon Rahm parte como aspirante.
Catorce millones de euros (misma cantidad de dólares) en premios, 2,5 para el ganador, repartirá este torneo que cuenta con la organización del Royal and Ancient Golf Club y que no invitó a los actos del 150 aniversario a Greg Norman, la cara visible del circuito LIV, la ‘superliga’ de golf que se se financia con dinero de Emiratos Árabes.
Con la amenaza de una disrupción en el golf mundial, la esencia de este deporte reaparece en el Old Course de St Andrews, uno de los campos más antiguos del mundo, donde se celebra el cuarto y último major (grande) de la temporada, el único que se disputa en Europa, el más antiguo de todos ellos.
Regresa el Abierto Británico al campo en el que Tiger Woods ganó dos de sus Jarras de Clarete, en los años 2000 y 2005. Horas antes de dar sus primeros golpes en el campeonato, el golfista californiano cargó contra el LIV y los jugadores que han elegido esa propuesta, a los que acusó de “dar la espalda a lo que les ha permitido llegar” adonde están.
Woods entrará en acción tras su aparición en el PGA Championship y su ausencia en el Abierto de Estados Unidos.
Su compatriota Collin Morikawa, que ha bajado de la cuarta a la octava posición de la clasificación mundial, defenderá el título que logró como debutante el año pasado en el Royal St George`s Golf Club, en Kent. Iniciará la defensa con el norirlandés Rory McIlroy (ganó en 2014) y el estadounidense Xander Schauffele, flamante ganador del Abierto de Escocia, como compañeros de juego.
Dispuestos a que no repita triunfo están otros aspirantes a la victoria, como el número uno del mundo, estadounidense Scottie Scheffler, ganador del Masters de Augusta, o el español Jon Rahm, tercero en la clasificación.
Solo Seve Ballesteros dio triunfos a España (tres, concretamente) en el Abierto Británico, uno de ellos en el campo de St. Andrews, el de 1984. Ahora, 38 años después, el de Barrika quiere emular al de Pedreña.
Estuvo cerca de lograrlo en varias ocasiones Sergio García, otra de las bazas españolas en el Old Course, donde también estarán Adri Arnaus y Pablo Larrazábal, cuatro entre 156 deportistas.
El barcelonés Larrazábal será el primero de los españoles en acción (09:47) y le acompañarán Brian Harman y Danny Willet; Adri Arnaus (10:25) lo hará con Ernie Els (ganó el Abierto en 2002 y 2012) y Brad Kennedy; Sergio García, con Aaron Jarvis y Stewart Cink (13:53); y Rahm, con Jordan Spieth (ganador del Abierto de 2017) y Harold Varner III (16:10).
Por delante, 72 hoyos en modalidad stroke play (juego por golpes), con un corte al que accederán, después de dos días de competición, los 70 mejores jugadores y empatados.
Será la vigésimo novena edición del Abierto Británico en el Old Course, que tiene más de 6.600 metros (Par 72) y 112 bunkers, con el viento como uno de los principales factores a tener en cuenta.