El Eirís SD, fundado en 1998, cuenta con una historia reciente pero también con ambición para continuar creciendo. Mariano Rodríguez-Navas Bello (O Grove, 1960), presidente del club desde el año 2017, reconoce que ese es uno de los objetivos más claros de la entidad coruñesa, que sigue esperando la remodelación del campo de fútbol del barrio y también está centrado en ofrecer respuestas y iniciativas sociales para dar acceso al deporte a todo tipo de personas.
¿En qué situación se encuentra el Eirís actualmente?
Estamos a la espera del campo de fútbol, es el problema más importante. Desplazarse a la Torre u otros campos se nos hace complicado. Hemos intentado entrenar en otros campos, pero cuando nos desplazamos bajamos a casi la mitad de los niños. Entonces estamos entrenando en el campo de tierra. En otros aspectos tenemos expectativas atractivas porque tenemos gente con ganas de trabajar y vamos a crecer haciendo nuevas categorías de prebenjamines, benjamines y alevines. El año pasado teníamos dos equipos de femenino, uno de modestos y luego también tenemos los veteranos. Estamos poniendo mucho interés en crecer con más niñas. A ver si podemos hacer tres equipos femeninos porque estamos casi con 43-46 mujeres. Tenemos un buen sistema organizativo, buen entrenador (Miguel Fariñas) y buen equipo de trabajo y eso anima a las chicas. En el equipo masculino tenemos una persona (Marcelo Torres) que hace de entrenador y también coordina el aspecto deportivo con la intención de generar categorías inferiores. Pero siempre tenemos colgado el tema del campo. Somos conscientes de que Coruña está fatal en ese sentido, es algo general. Hay muchos equipos y pocos campos. Al menos tenemos el campo de Eirís y vamos entrenando. En general estamos tratando de hacer un crecimiento grande y estamos en busca de un par de entrenadores para los niños pequeños.
Han pasado muchos años desde el anuncio de la remodelación del campo de Eirís.
Es falta de gestión. Este campo en su momento se iba a hacer con la condición de que A Grela 2 se cerrase y se daba para Estrella Galicia. Entonces, cuando se ponen a hacer el campo, que Estrella paga una parte, encuentran piedras arqueológicas. Se paraliza la obra durante un tiempo, luego vuelven a retomar el tema pero entramos en pandemia. La empresa parece ser que con la pandemia se paraliza y en los últimos tiempos las cosas han subido. Entonces la empresa más pide al Ayuntamiento para construir y se vuelve a parar. Ahora no sé si está pendiente de litigio. El Ayuntamiento tendrá que contestar pero me imagino que estarán intentando seguir los pasos legales para llevarlo a cabo. Y así estamos, esperando. Para nosotros, para el barrio y para todos los clubes de Coruña sería importante que lo hicieran.
Nos gusta colaborar con la gente más necesitada, somos muy sensibles en este tema
¿Cuáles son los objetivos del Eirís a corto plazo?
Seguir creciendo sobre todo con gente del barrio. Otros equipos tienen categorías A, B y C y eso nos merma a otros a la hora de crear equipos. Este año pensamos crecer porque ya el año pasado estuvimos entrenando con niños sin participar en la Federación. Hicimos una actividad con la Fundación Emalcsa con menores de edad en riesgo de exclusión social.
¿Cuándo nació esta vertiente de ayuda social en el Eirís?
Llevamos ya unos años con esta actividad de ayudar a menores de edad en riesgo de exclusión social. Fue una incorporación desde que nos incorporamos a la directiva. Los últimos directivos eran partidarios de colaborar y además ahora tenemos una directiva con presencia femenina y eso nos ha hecho sentirnos más sensibles y trabajar con estos niños a los que la sociedad, aunque no me gusta decirlo así, los desplaza un poco. Trabajamos con este tipo de iniciativas gracias a la colaboración de Fundación Emalcsa, aunque este año nos quedamos fuera del concurso. Nosotros queremos volver. Nos sentimos integrados con esta asociación sobre todo hacia dónde van destinadas las ayudas porque es uno de los puntos fuertes del club. Nos gusta colaborar con la gente más necesitada. Somos muy sensibles en este tema.
¿Sin la Fundación Emalcsa las actividades pararán?
Este año no nos admitieron en el programa pero seguiremos con las actividades. Una se llama Fútbol Social e Infancia. Es donde tenemos niños en riesgo de exclusión social por diversas circunstancias. Con toda esa serie de niños, que teníamos 27 o 28, hicimos el año pasado todo el trabajo en el campo de Eirís porque, al no estar federados, el Ayuntamiento no nos dejaban utilizar otros campos. Y la otra actividad se llama Fútbol Sala por la Igualdad. También colaboraba con nosotros la Fundación Emalcsa pero este año no entramos en el proyecto y tenemos que buscarnos las pilas. Colaboramos con asociaciones de mujeres, mujeres maltratadas, amas de casa... Intentábamos que la mujer participara en esta actividad. Hacíamos actividades de fútbol sala y partidos. Hubo muchas mujeres que nunca habían jugado y les encantó como deporte y como escape de problemas. Muchas nunca le habían dado a un balón. Eso animó mucho a la madre, a la hija y a familias y eso nos ha hecho crecer muchísimo con el tema de la mujer. Hemos abierto el grifo. Abrimos la puerta a todas. Queremos integrar al colectivo femenino en la dinámica de la actividad. Hoy en día creo que tenemos 43-46 mujeres. Vamos a empezar a entrenar en junio con la idea de crecer aún más. Queremos crecer en todo. No sabemos hasta dónde pero vamos a crecer.
¿Qué objetivos deportivos tiene en rojo el Eirís?
Sobre todo nos gusta formar y participar. Competir, sí, claro, también. Tenemos un equipo de modestos con el que jugamos el playoff de ascenso a Segunda. Hicimos un papel impresionante. Este año vamos a tratar de competir, crecer y tratar de ascender. Para eso tenemos un gran entrenador, Marcelo Torres. Es entrenador, coordinador y culpable de que todo esto funcione. Y en el femenino tenemos a Miguel Fariñas. Cada uno tiene sus colaboradores correspondientes. Miguel es un persona excepcional y lo quieren muchísimo. Lo aprecian mucho y es una persona muy válida. Estas dos personas son importantísimas para el club. En estas dos categorías tratamos de competir y en la demás, de enseñar. Nos interesa que los chavales se formen y eduquen. Si luego sale alguno, maravilloso, pero nuestra ilusión es que disfruten.
¿Qué deseo tienes de cara al futuro para tu Eirís?
Uno de los deseos principales es el campo de fútbol. Y nuestro objetivo principal es tener todas las categorías y seguir trabajando por los niños, niñas y personas que tengan más complicaciones a la hora de hacer deporte. Por ejemplo, ahora estoy hablando contigo y estoy colaborando con un club de Coruña en una actividad con niños en silla de ruedas. El presidente del Eirís en una actividad del Torre. Imagínate la implicación que tenemos. Tengo buena relación con ellos y, aunque no me corresponde a mí como club, la vengo a hacer igual. Con esto te estoy diciendo que no hacemos las cosas por hacer, las hacemos porque hay sentimientos.
Estamos a la espera del campo de fútbol, es el problema más importante
del Eirís
¿Cuál es la relación del Eirís con el barrio?
Estamos muy implicados con el barrio. La gente colabora mucho y se porta bien. Hay una panadería que nos regala de vez en cuanto empanadas, el del bar nos regala alguna vez tortillas y la gente participa y nos anima. El día 23 de agosto, que es la Fiesta de la Fresa que la organiza la Asociación de Vecinos, haremos un torneo y colaboramos en las fiestas. En septiembre tendremos la Fiesta de la Familia, que la organiza la Asociación de Comerciantes, y también participaremos en otro torneo. Además, el club ha conseguido para esas fechas una coral para participar en la Fiesta de la Familia en el parque de Eirís, allí en la cúpula. Es decir, la integración y la relación con el barrio es importantísima. El 80 o 90% de nuestros niños y niñas son de allí.
¿Cómo llevas ser presidente?
Con satisfacción. Aunque estoy indignado por todo lo que rodea al mundo del fútbol. No entiendo cómo no nos ayudan más en un mundo del fútbol donde se genera tanto beneficio. Muchas veces te encuentras solo en ese sentido y no tienes muchos apoyos. A no ser que encuentres colaboradores como es nuestro caso en entidades privadas. Pero las empresas también pueden tener problemas y te pueden dejar de ayudar. Así que dependes de las subvenciones y unas veces entras en ellas y otras no entras. Sinceramente es un trastorno. Cuesta pero lo hago con satisfacción, buena voluntad, contento y con toda la ilusión del mundo. Pierdes mucho tiempo y dinero de tu bolsillo. Si no sintiera satisfacción, no se podría hacer. Y luego me ilusiono muchísimo viendo los partidos. Ganamos, perdemos y, en definitiva, disfrutamos. Todas esas pasiones las vivo y eso me hace fortalecerme y trabajar. Si no sería para dejarlo. No puedes trabajar en este campo si no lo vives. Además, si no llego a tener un equipo bueno, no digo que sería imposible pero sería incómodo trabajar. Trabajo con ganas, ilusión y muy buena gente. Gracias a ellos, esto funciona y podemos crecer. Y gracias también a las ayudas de empresas privadas, el Ayuntamiento y algunas administraciones. Y si me dieran el campo de fútbol, eso ya sería lo máximo.