Alberto Ares García ‘Nano’: “Decidimos meternos en esto por el amor que le tenemos al Relámpago”
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Alberto Ares García ‘Nano’: “Decidimos meternos en esto por el amor que le tenemos al Relámpago”

Alberto Ares García ‘Nano’: “Decidimos meternos en esto por el amor que le tenemos al Relámpago”
Alberto Ares García ‘Nano’, presidente del Relámpago, en el local social del club | cedida

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El Relámpago no es el típico club de ciudad. Ni siquiera de barrio. Los que dirigen la entidad se consideran de pueblo. Del pueblo de Elviña. Alberto Ares García ‘Nano’ es el presidente actual, cargo al que llegó hace poco más de cuatro años cuando la situación era delicada. De no tener categorías inferiores, el Relámpago ha pasado a tener, como mínimo, un equipo en cada categoría. Y sigue creciendo.

 

¿Cuáles son las líneas maestras de Relámpago a nivel de club?

Mantener las categorías que tenemos en la actualidad y, si esa posible, tratar de ascender con alguno de nuestros equipos. En la pasada temporada metimos a los Modestos, al J uvenil y al Cadete en Fase de Ascenso y al Femenino en la Fase Final por el título. Si tenemos la fortuna de que en esta nueva campaña se produzca alguno de esos ascensos, lo recibiremos con los brazos abiertos.

 

¿Cuántos años lleva Nano en la presidencia del Relámpago?

Llegué a la presidencia del club en abril de 2018.

 

Una de nuestras principales ideas a la hora de captar es ganarse a los padres

 

 

¿Ya estaba anteriormente en la directiva del club?

No, entré directamente como presidente. La situación se dio porque la anterior directiva llevaba 25 años o más al frente del club. Principalmente eran nuestros padres los directivos y nos tocó asumir una especie de relevo generacional para tratar de mantener vivo al Relámpago. Era normal que estuviesen cansados después de tantos años de trabajo. El club llegó a una situación en la que solo había equipo de Modestos. Desaparecieron muchas categorías del club y el equipo más importante era el Veteranos. Daba la sensación de que estábamos destinados a la desaparición. Por eso se produjo el cambio y ahora ya contamos con todas las categorías posibles.

 

Ha mencionado la palabra desaparición.

El principal problema que tuvimos fue el del campo. Nos quedamos sin instalación. El Concello expropió nuestro terreno de juego y nos tuvimos que ir a la Zapateira. En el mundo actual, los niños y los padres prefieren los campos sintéticos que los de tierra y el de la Zapateira es de tierra. Así fueron desapareciendo, poco a poco, los equipos que teníamos. En nuestro primer ejercicio creamos dos equipos: un Prebenjamín y un Benjamín. El año siguiente añadimos dos más, incluido el Femenino. Después sufrimos la pandemia pero, la temporada pasada, ya fuimos capaces de crear equipos en todas las categorías.

 

Y no se conforman...

No. De hecho, en la nueva temporada tenemos previsto duplicar equipos. Por suerte ya somos muchos y cada vez van apareciendo más niños. Estamos cerca de la Zapateira y nos llegan jugadores de los centros escolares que están cerca: Franciscanas, Jesuitinas, Maristas... A través de unos niños, traen a otros, los padres también hablan entre ellos. El boca a boca hace que cada vez seamos más en el Relámpago.

 

¿Cómo es el proceso de ‘captación’ en el Relámpago?

La idea principal es convencer a los padres. Los traemos al club, ven cómo funciona todo, comprueban las instalaciones que tenemos: ambibú, explanada, pistas... Es un sitio muy familiar y los que pertenecen al Relámpago están contentos. Una de nuestras principales ideas a la hora de captar es ganarse a los padres de los niños.

 

Asumimos una especie de relevo generacional para mantener vivo al Relámpago

 

¿Con qué instalaciones cuenta el club?

Están en el pueblo de Elviña. Es un local cuyo terreno fue comprado en el año 1979 por los vecinos. Los propios vecinos fueron construyendo, poco a poco, los fines de semana, un edificio que acabaron cediendo al Relámpago y a la Asociación Tempo Novo. Cuenta con ambigú, con una explanada, pistas, y una plaza. Está al lado de la Biblioteca Xoana Capdevielle. Allí se puede jugar al baloncesto, al fútbol sala... Los padres pueden estar tomando algo tranquilamente a un paso de Coruña y tener a los niños entretenidos jugando con sus compañeros o jugadores de otros equipos del club.

 

¿Qué objetivos tiene como club deportivo el Relámpago?

Podría decir que el Relámpago ya es un club familia. Los padres y los niños de todos los equipos forman precisamente eso: una familia. Nos conocemos todos y tanto por la semana como el sábado o el domingo puedes encontrarte a cualquier padre tomando algo en el club. No dejamos de ser un pueblo en el que nos acabamos conociendo todos.

 

¿Hay un proceso de proceso de selección para poder formar parte de los equipos?

No, de ninguna manera. Muchas veces nos llaman padres para preguntar si pueden traer a sus hijos a prueba y ya les decimos que, si hay sitio en cuanto a número de licencias, no es necesaria ninguna prueba. Nos quedamos con ellos. Seremos mejores o peores en cuanto a nivel, pero nosotros tenemos claro que no vamos a hacer ninguna selección.

 

¿Encuentra algún impedimento o ventaja su club respecto a otros equipos de la ciudad?

Cada temporada siempre se va algún niño porque él quiere, porque así lo deciden sus padres o porque los llaman de otros clubes que tienen categorías más altas. Si es para mejorar, nosotros estamos encantados de que tomen la decisión de ir a un equipo que vaya a competir más alto. De hecho, si tenemos a algún jugador que destaca mucho en su equipo, somos nosotros mismos los que orientamos a sus padres y al propio niño para que tenga la opción de competir en una categoría más alta aunque estemos encantados de tenerlo en el club. No retener a un niño de un nivel muy superior al resto.

 

¿En qué instalación realizan sus entrenamientos y cómo valora el reparto de campos?

La valoramos un poco en la línea de todos los clubes que pertenecemos a la AFAC. Los campos son los que son y las horas escasas. A veces los horarios no son nada buenos, pero tenemos que adaptarnos. Como en las últimas temporadas hemos crecido en cuanto a número de equipos, le pedimos a la AFAC que nos dejara el campo de A Zapateira para poder entrenar y ahora entrenamos, normalmente, un día en campo de hierba artificial y otro en campo de tierra.

 

Quintana entrenaba, hacía fichas, nos llevaba al médico; era nuestro segundo padre

 

 

¿Aceptan bien el hecho de entrenar sobre tierra?

La realidad es que a los padres les queda mejor que los niños entrenen en A Zapateira porque salen de los colegios y les queda al lado. Muchos de ellos ni siquiera tienen que coger el coche, no tienen la obligación de cruzar A Coruña para llevar a sus hijos a entrenar. Además, en A Zapateira no tienen tiempo limitado como en los campos de A Coruña. Allí solo entrenamos nosotros. Somos el único club que quiere entrenar y que ha solicitado el campo de A Zapateira. En A Coruña nos dan Leyma, San Pedro de Visma y A Grela y vamos peregrinando por ellos como podemos.

 

¿Cómo es el proceso de creación de equipos en el Relámpago?

En la actualidad, por ejemplo, tenemos alguna categoría con 19 niños. Son muchos para un solo equipo, pero hasta mediados de septiembre está el plazo abierto para crear más equipos. Con que venga dos o tres más por categoría, ya podremos incrementar el número de equipos. Lo ideal en el fútbol 8 es tener equipos de 13 o 14 jugadores y no más. Seguramente acabemos teniendo alguno más que en la temporada pasada.

 

Prácticamente todos los clubes cobran una cuota a los jugadores de sus categorías inferiores.

En nuestro caso es algo simbólico además de la cuota de socio. No lo hacemos para que los entrenadores ganen dinero; más bien para que no lo pierdan. Muchos de los padres den nuestros jugadores tienen negocios o empresas y nos patrocinan la ropa de jugar y de entrenar. Apenas tenemos gasto en cuanto a material porque son los propios padres los que se hacen cargo. Podría decir que somos de los pocos clubes que no tiene ningún problema para encontrar publicad. Ojalá sigamos con este ‘problema’ muchos años.

 

¿Quién coordina sus equipos de fútbol base? ¿Cuáles son sus funciones?

En el club somos bastante pero tenemos un coordinador principal, que se llama Isma, y también se incorporó Lombao, una persona de la casa que lleva toda la vida con nosotros para encargarse de la sección de fútbol 8. Entre los dos coordinan las categorías inferiores, tratan con los padres, con los entrenadores... La directiva también está ahí para echarles una mano en lo que necesiten.

 

¿Y la Junta Directiva? ¿Cuántas personas son y de qué manera reparten responsabilidades?

La directiva anterior sigue en el club pero apoyando de forma simbólica. Los directivos actuales somos personales de entre 40 y 45 años que hemos jugado toda la vida en el Relámpago. Yo he estado 30 años en el club. Decidimos meternos en esto por el amor que le tenemos al club y porque tenemos hijos que juegan en el club.

 

Somos el único club que quiere entrenar en tierra y que ha pedido A Zapateira

 

 

¿Qué valores tratan de inculcar a los jugadores de sus equipos?

Principalmente, lo que nos enseñaron ya a nosotros en el club: crear amistad entre nosotros, comportarnos con educación y tener valores. Eso es lo que nos enseñó Quintana a todos. La idea es mantener esa línea y tratar de que nuestros equipos compitan lo mejor posible.

 

Quintana, ese eterno hombre para todo en el Relámpago.

En la actualidad tenemos once equipos, once entrenadores, dos coordinadores... Todo ese trabajo lo hacía Quintana. Entrenaba equipos, hacía las fichas, llevaba a los jugadores a los campos, al médico. Yo entré como si fuese biberón y recuerdo que me llevaba de la mano, nos duchaba, nos ponía en el champú, nos llevaba a casa, nos preguntaba por los estudios... Si estabas lesionado te llevaba al masajista. Era nuestro segundo padre.

 

¿Cuál es la situación del Relámpago a nivel económico?

Por suerte, apenas tenemos gastos. Lo único de gastos fijos, la luz del local. El material no se paga y aquí no se paga a los jugadores. Es una desventaja que tenemos los equipos de A Coruña con respecto a los de la Costa y de As Mariñas, que tienen ingresos por taquilla, por la cantina...

 

Algunos clubes han manifestado que la pandemia les ha afectado. ¿Lo ha notado en algo su club?

No, lo único que notamos fue el parón en cuanto a crecimiento de equipos pero, al no tener gastos ni pagar alquileres, no nos afectó.

 

El equipo sénior estuvo a punto de dar el salto a Primera la pasada temporada.

Es una situación curiosa porque justo antes de empezar la pandemia estábamos en posición de descenso y, si no fuese por la interrupción de las ligas, descenderíamos a Tercera. A partir de ahí fichamos a cinco o seis juveniles que se integraron muy bien y terminamos la liga regular sin perder ningún partido. En la fase de ascenso no tuvimos suerte en el primer partido, pero estamos muy contentos con lo que ofreció el equipo. 

 

Alberto Ares García ‘Nano’: “Decidimos meternos en esto por el amor que le tenemos al Relámpago”

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