“Ahora no juego, pero ser delegado me permite seguir vinculado al fútbol”
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“Ahora no juego, pero ser delegado me permite seguir vinculado al fútbol”

Delegados históricos de la Asociación de Fútbol Veterano de A Coruña
“Ahora no juego, pero ser delegado me permite seguir vinculado al fútbol”
Fila de arriba, de izquierda a derecha: Pedro Carro Breijo (Brigantium), Jesús García Neira ‘Li’, (ex del Sada) y José Pazos Vidal ‘Dego’ (Cervera). Abajo, por el mismo orden: José Torrado Sánchez (Español), Antonio Sánchez Grela ‘Toñito

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La Asociación de Fútbol Veterano de A Coruña (AFVC) cumple en 2024 el cincuenta aniversario de su fundación. Para alcanzar estas cinco décadas de existencia, la AFVC ha contado con la importante labor de los clubes participantes en los que han militado un elevado número de jugadores, técnicos y delegados.


dxt campeón estuvo con algunos de estos delegados: Domingo Barreiro Rivas (Marino Mera), Pedro Carro Breijo (Brigantium), Jorge Iglesias Castro (Oza Ríos), José Pazos Vidal ‘Dego’ (Cervera), Antonio Sánchez Grela ‘Toñito’ (UD Paiosaco) y José Torrado Sánchez (Español). Jesús García Neira ‘Li’, (ex del Sada) y fundador de la AFVC, los acompañó. El trabajo de estos hombres, a veces no tan reconocido como el de otros componentes de los equipos, ha sido esencial para que la AFVC tenga el reconocimiento del que goza en la actualidad.


“La carrera deportiva de cada uno de nosotros es muy similar. Empezamos a competir en un equipo y esta vinculación que hemos tenido siempre con el fútbol nos ha marcado a todos, pues jugar a este deporte es lo más bonito y lo que nos ha llenado en nuestra vida”.


Estas palabras de Antonio Sánchez Grela ‘Toñito’ y José Pazos Vidal ‘Dego’ resumen lo que ha supuesto para todos ellos el fútbol. Por este motivo a nadie puede sorprender que al colgar las botas, cada uno tuvo un motivo diferente, lo que les pasa por la cabeza es la manera de poder continuar vinculados al deporte rey.


La casualidad quiere que en el club al que pertenecen existe la posibilidad de desempeñar una función que nadie desempeña, la de delegado. La propuesta es aceptada de buen grado por todos pues el gusanillo del fútbol se mantiene intacto y no quieren dejar de ser partícipes de una actividad que es algo más que un deporte o un ocio al permitirle seguir relacionado a una pasión que les ha dado alegrías y también decepciones. Pero así, como es la vida, es el fútbol.


“Reconozco que colgar las botas no me costó. Cuando dejé de jugar me preguntaron si quería ser delegado. Aunque alguno pueda pensar lo contrario y se sorprenda, no lo dudé y acepté el ofrecimiento muy feliz. El motivo es muy simple: continuar vinculado al fútbol, que es algo que siempre me ha encantado”, reconoce José Torrado Sánchez.


“Sí, pero recuerda como eran los primeros tiempos. Debíamos pintar los campos y cuantas cosas más teníamos que hacer. Ser delegado ahora es una bendición”, afirma Domingo Barreiro Rivas entre las risas de los presentes.


Ser delegado es una tarea que implica compartir vestuario con jugadores y entrenadores. Muchas veces existe grandes diferencias de edad entre los componentes de la plantilla y el delegado. Pero, ¿cómo es la relación con los jugadores? ¿Y con los rivales?


“La diferencia de generación dentro de un vestuario puede ser lo más complicado, pero al final todos buscamos el mismo objetivo, que no es otro que lo mejor para el equipo”, explica Pedro Carro Breijo. Sobre los rivales asegura que “todos somos amigos, de eso no hay ninguna duda. Ello hace que la relación sea excelente”.


Alguno se podría cuestionar cuáles son las virtudes para ser un buen delegado y estos históricos las resumen en “tener paciencia, ya que debe tragar y aguantar mucho. Asimismo debe tener personalidad”.


No es la primera vez que se dice que los partidos y los títulos los ganan los jugadores. Pero uno se pregunta cómo se siente desde la banda los éxitos que logran los equipos.


“Todos somos uno y lo qué sucede nos pasa a todos. Aunque actualmente también tengo ficha de jugador, a veces no juego y hago la función de delegado. Si ganamos, yo también lo hago. Igual sucede si perdemos, también pierdo”, asegura Jorge Iglesias Castro.


Antes de acabar se menciona el cincuenta aniversario de la fundación de la AFVC y coinciden que “es un orgullo que la asociación cumpla cincuenta años. Goza de buena salud, está asentada, bien dirigida y eso se debe a que la gente quiere que exista. Lo que es hoy el fútbol veterano se debe a la labor de la asociación en este último medio siglo”. 

 

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