Lucas Pérez expresó su alegría por el resultado, sus goles y su situación personal tras haber tenido a su primer hijo, Irvin.
“Es el gol más importante, el de mi hijo (Irvin) y el de mi novia (Graciela). Es lo más bonito. Viene esta semana para casa”, indicó el futbolista, que deseó que su pequeño “sienta el olor de Riazor y el ambiente”.
“Qué bonito es ser feliz en la vida, lo digo por experiencia propia. Estoy muy feliz, en casa”, comentó Lucas, que agradeció el apoyo de la gente que lleva “en volandas” al equipo “para conseguir el objetivo”.
“Estamos muy felices porque veníamos de la victoria fuera de casa que se nos resistía y en Riazor nos estaban poniendo muy difíciles las cosas y fue muy importante poner el 1-0, que cambió el partido. El rival se abrió y al final es un resultado que era muy necesario”, manifestó.
Con todo, fue prudente con la contundencia del marcador. “Golpe encima de la mesa no lo diría. Es un paso más para conseguir el objetivo, un partido importante como el siguiente en un campo muy difícil (Linense) y con lo que nos está costando fuera de casa”, dijo.
Lucas optó por no fijarse en lo que haga el resto de rivales: “Ganando, cumpliendo nuestros objetivos, es donde está el ascenso, no podemos esperar a los pinchazos del resto”.
