Marzo arrancó con la presentación del nuevo Consejo de Administración. El presidente Antonio Couceiro ofrecía su primera rueda de prensa, en la que aseguraba que “nos lo vamos a jugar todo en tres partidos. Pero lo que quiero decir es que, pase lo que pase, el deportivismo ha de tener la tranquilidad y total garantía de que el proyecto tiene la viabilidad garantizada”.
Eran las palabras del nuevo dirigente, cuando restaban las tres últimas jornadas de la primera fase de la liga.
El mandatario mostró el respaldo total de la directiva a Rubén de la Barrera y llegó a asegurar que era “una apuesta a medio plazo”, punto que no se ha cumplido.
“Cuando se fichó a Rubén de la Barrera se hizo con la convicción de que sería de futuro (...) Tiene un perfil magnífico para conseguir revertir esta situación y nuestra apuesta sería una apuesta a medio plazo”, indicó en aquel momento.
El 7 de marzo, la escuadra coruñesa recibía al Pontevedra en Riazor en la antepenúltima jornada de la primera fase en un partido dramático para ambos, ya que el perdedor caería a puestos de descenso a la Segunda RFEF.
Un golazo de Keko Gontán a los 5 minutos de juego y una soberbia actuación de Álex Bergantiños, quien cimentó la defensa blanquiazul, dieron una victoria de oro a los herculinos (1-0), que se alejaban en tres puntos de la séptima plaza y se acercaban a los tres primeros puestos.
Siete días después, los blanquiazules afrontaban un nuevo encuentro clave para mantener vivas sus esperanzas de soñar con el ascenso. Los coruñeses visitaban el Municipal de Barreiro, donde les esperaba el Celta B, que en aquel momento ocupaba el tercer puesto del grupo con cuatro puntos de ventaja sobre los herculinos.
El Depor cuajó su mejor actuación de toda la temporada, que coincidió con un festival goleador de Miku, desaparecido durante la mayor parte del curso. El delantero venezolano marcó un ‘hat-trick’, los coruñeses barrían al filial celeste (0-3) y alcanzaban la última jornada de la primera fase con opciones de meterse en uno de los tres primeros puestos.
El club informó el día 18 de marzo de que el central riojano se veía obligado a guardar cuarentena por contacto con un positivo por Covid-19.
El zaguero se reincorporó al grupo el día 24, a tiempo para participar en el duelo clave con el Zamora en Riazor.
El 28 de marzo, la escuadra herculina recibió al Zamora, líder del Grupo 1-A y que ya tenía asegurada una de las tres primeras plazas.
Para cerrar la primera fase entre los tres primeros clasificados y poder pelear por el ascenso, el Depor necesitaba ganar al líder y que perdiera el Unionistas, segundo con tres puntos sobre los herculinos, o que el Celta B, tercero con un punto más, no venciera. Los coruñeses ganaron 2-0 en Riazor, pero el cuadro salmantino empató con el Racing de Ferrol (1-1) y el filial vigués se impuso en casa del Coruxo (1-2).