Los playoffs se han quedado sin Luka Doncic, artífice único del excelente papel, por encima de lo esperado, de los Mavs, que cayeron por 126-111 en el séptimo partido ante los Clippers, el único de esta loca serie ganado en casa.
El esloveno se merece más que nadie unas vacaciones. Acabó derrengado un choque al que dio brillo con 29 puntos (6 de 9 en tiros de dos y 4 de 5 en triples) en la espectacular primera mitad (70-62), y acabó con 46 tantos, 7 rebotes y 14 asistencias. No se puede hacer más.
En el tercer cuarto intentó que sus compañeros asumiesen más responsabilidades, y ahí se acabaron los Mavs. Porque solo Dorian Finney-Smith (18 puntos y 10 rebotes) y Boban Marjanovic (14 y 10) estuvieron a la altura. Kristaps Porzingis, que firmó un doble-doble 'de mentirijilla' (16-11), anotó su última canasta a los cinco minutos de la segunda parte. Con ella hizo el 76-81, el principio del fin. Paul George (22 tantos, 6 capturas, 10 pases de canasta y 4 robos), Kawhi Leonard (28, 10, 9 y 4) y Marcus Morris (23 puntos, con 7 de 9 desde el arco) cocinaron un parcial de 12-0, cortado por Doncic, que creció hasta un lapidario 21-2, cortado por Doncic, que acabó con el partido y la eliminatoria.
Aun así, 'Wonderboy' no tiró la toalla. Cinco tantos suyos y dos libres del desaparecido-en-combate Porzingis bajaron de la barrera de los dos dígitos (114-107) a 2:06 del final. Pero dos triples consecutivos, de Reggie Jackson (15 puntos) y Marcus Morris, aplicaron el descabello a un equipo cuyos suplentes aportaron unos ridículos 6 puntos, por 27 los de los Clippers, que el miércoles iniciarán la serie contra los Jazz.
Más emoción hubo en el primer capítulo del Sixers-Hawks, un duelo controlado con autoridad durante 44 minutos por los de Nate McMillan y descontrolado en los 4 finales por los de Doc Rivers, que rozaron una remontada milagrosa antes de acabar cediendo por 124-128 y la ventaja de campo.
Una canasta de Trae Young (35 puntos y 10 asistencias) hizo el 99-116 a falta del último tercio del periodo final. El pescado parecía más que agotado. Un triple de Seth Curry (21 tantos) animó a las casi repletas gradas del Wells Fargo Center, que empezaron a creer con un parcial de 14-2 al que también colaboraron Ben Simmons (17 tantos, 10 pases de canasta y 4 robos) y Joel Embiid (39, 9 capturas y 3 tapones). Bogdan Bogdanovic (21, 4 y 5 asistencias) enfrió a la parroquia local con un triple al límite de la posesión y con 41 segundos en el reloj.
El australiano anotó un libre, erró el segundo y Young dio un mal pase que Tobias Harris (20 tantos y 10 rechaces) convirtió en el 118-21 a 28.7 del bocinazo. Los Sixers estuvieron a punto de repetir jugada, pero Embiid, que estaba como 'líbero', no llegó a un pase largo a John Collins (21 puntos) y cometió falta de campo abierto. El ala-pívot visitante anotó los dos libres y en la jugada posterior culminó un 'alley-oop' con adicional (118-126). Restaban solamente 16.5 segundos.
No se vayan. Todavía hay más.
Simmons volvió a desperdiciar un libre, pero esta vez el rebote lo rebañó Embiid, y lo convirtió en un 2+1. En el saque de fondo, dos contra uno a Bogdanovic y robo que Simmons transformó en el 124-126 con diez segundos y medio en el crono. Danny Green rozó una nueva recuperación, pero lo que hizo fue una falta que concedió al escolta serbio los dos libres de la sentencia.