¡Que el Cerceda ha dormido como líder de la Segunda División B! ¡Que el Cerceda ha ganado cuatro partidos seguidos (en cinco jornadas) en la categoría que siempre soñó! Es real. El Cerceda ha vuelto a hacerlo. Guijuelo, Pontevedra, Gimnástica Segoviana y, este domingo, Unión Adarve. Sufriendo en la primera parte, mejorando en la segunda y acabando más entero a nivel físico y táctico que su rival. Lo suficiente para el 1-0.
Uno de allí me dijo después de la primera jornada que, o mucho cambiaba el asunto, o el Cerceda tendría un pie en Tercera en el mes de diciembre. El de O Roxo contra el Navalcarnero no fue un buen partido, pero tampoco el del sábado fue brillante. No habrá descenso en diciembre, tampoco playoff ni título (por eso de que el Cerceda estará dos jornadas consecutivas en zona playoff).
Es cierto eso de que en Segunda B cualquiera te puede complicar la vida. El Unión Adarve dejó una gran impresión en el primer tiempo. El de Víctor Cea es un equipo díficil de calibrar. A veces parece que juega con tres centrales (el carballés Moreira uno de ellos), a veces se ve clara una línea de cuatro con un pivote muy cerca. A veces, en un 4-14-1 un interior se acerca a la banda para hacer dos contra uno contra el lateral rival. El '11' de los madrileños era lateral en defensa y extremo en ataque porque el teórico extremo se aproximaba al punta arrastrando al lateral zurdo del Cerceda. Precisamente, este desajuste trató de arreglarlo Tito incrustando a Claudio entre los centrales buscando superioridad ante esos dos delanteros y permitir a Tiago saltar a por el lateral derecho rival. El problema entonces surgía en el centro del campo, donde llamaba la atención mucho espacio libre del que se beneficiaban los madrileños. Estaba bastante avanzada la primera mitad y el Cerceda no encontró solución. Acabó jugándolo todo directo. Quizá para alejar el peligro de su campo, saltarse la presión en la que el Adarve se sentía cómodo buscando un ansiando en el que podría reajustarse.
Como canta la Pantoja. O como lo hacía Juan Gabriel. Así fue. El Cerceda, que en el primer tiempo salió con línea de cuatro (sin sorpresas de nombres), con Claudio por delante de los centrales, con Armando y Hugo Rama como interiores; y con Ponce (derecha), Pedrosa (izquierda) y Luariz (punta); no se aferró a ese esquema. Tito propuso un 4-4-2 y le brindó la mejor de las suertes a sus futbolistas.
Durante el partido Cerceda y Adarve gozaron de una ocasión muy clara cada uno. Además, ambas fueron muy parecidas, en sendos remates de cabeza. Como era de esperar, la madrileña en la primera mitad y la gallega en la segunda. En el 44 el central visitante Juanma cabeceó al larguero; en el 71 Soto hizo lo propio tras centro de Kike.
El gol de la cuarta victoria consecutiva del Cerceda y que lo convierte en líder durante, por lo menos, unas horas, merece mención especial. Hugo Rama, que empezó por dentro, continuó en la banda izquierda y terminó en la derecha, sacó un centro con la izquierda lo suficientemente bombeado para que le diese tiempo a llegar a Tiago, un lateral potente, no muy alto pero que se incorpora en las acciones a balón parado, que hace bastantes faltas en ataque, pero que tiene espontaneidad para aparecer en el área rival en el minuto 81 y con 0-0 en el marcador. Cabeceó a la perfección: cruzado, con tensión, imparable. Y una vez más el Cerceda no encajó. Y volvió a ganar. Y es líder. Y se aferra a un imposible. Y sueña.
