No eran favorables las bajas temperaturas ni el horario, pero a pesar de ello se llenó el Fight Factory de La Grela, para acoger a unas quinientas personas que acudieron a una velada que conmemoraba el veinticinco aniversario del club organizador, Planas Box. El primer combate de la noche, entre dos novatos, se lo ganó a los puntos Yago Besy a Pablo Martínez, con \“Chocolate\” aprovechando su mayor alcance, y repitiendo con éxito una misma combinación: jab, gancho de derecha, croché de izquierda.
En el segundo envite se notó la mayor experiencia del portugués Fabio André respecto a Raúl Telechea (con 12 y 5 combates disputados, respectivamente). Fabio arrancó arrollador el primer asalto, y aunque Raúl supo aguantar el vendaval, derivando progresivamente la contienda a su terreno, no pudo evitar perder a los puntos.
El tercer combate resultó fugaz. Manuel Jiménez parecía capaz de poner en apuros a Javi Fernández, hasta que éste lograba conectar un certero croché de izquierda, consiguiendo el K.O. más espectacular de la noche. La esquina de Jiménez protestó que no se aplicase cuenta de protección, pero el árbitro Francisco Vázquez tomó su cauta decisión al ver las dificultades con las que el púgil recuperaba la verticalidad.
Visita de urgencia y victoria por sorpresa
La jornada incluyó un combate de féminas donde Zaira Corchero, convocada de urgencia esa misma mañana como reemplazo de Laura Méndez, llegaba desde Marín para sorprender imponiéndose a los puntos con absoluta rotundidad a la local Beatriz Ucha.
Justo a continuación vimos una auténtica guerra entre Saúl Rodríguez y Daniel Regueira, saldada a los puntos a favor de este último: El Ricky Hatton de Os Mallos, al que vimos debutar hace apenas tres meses, sigue invicto: Aquí impuso su mayor pegada, y a pesar de las buenas esquivas de su rival, supo encontrar oportunidades de conectar con la izquierda (que pese a la guardia de diestro, parece su mejor mano).
La velada incluyó dos feroces combates de Savate, donde Alberto Mendes y Manuel García ganaron respectivamente a Leonardo Caputi y Roberto Cobzaru, antes de pasar a lo que tenían que ser los dos platos fuertes, que en realidad se quedaron en uno. En el combate de semifondo, el zurdo Olmo de Paz protagonizó una verdadera guerra con el luso Fabio Gonçalves, imponiéndose a los puntos gracias a encontrar el hueco por el que, sobre todo en el segundo y tercer asalto y no sin recibir bastante castigo hasta entonces, conectar varios crochés de derecha que sirvieron para frenar definitivamente al portugués y ganarle con justicia.
En el menú, falló el postre
Éste fue el mejor combate de la noche, de hecho eclipsó al que tendría que haber sido evento principal de la velada. Una contienda donde constatamos la dificultad del burelense Martiño Río para encontrar rivales amateur en superpesado. Al Campeón de España, con casi dos metros y una planta impresionante, le pusieron delante a un Claudio Oliveira muy valiente pero que distaba de presentar el tono adecuado (su diámetro abdominal le aportaba una imagen más próxima a la de entrenadores veteranos), y que después de asfixiarse en el primer asalto cayó desfallecido en el segundo, derrotado tanto o más por su falta de aliento que por los propios golpes de Martiño.