El futbolista del Real Betis Balompié Rubén Castro, para quien la Fiscalía de Sevilla solicita cuatro años de cárcel por los malos tratos cometidos supuestamente sobre su expareja sentimental, ha asegurado este jueves que "jamás" le ha puesto "la mano encima" a la denunciante y ha atribuido la denuncia a los "celos" de ella.
Durante su declaración en el juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 14, que se ha prolongado por espacio de 35 minutos, el delantero del Betis ha puesto de manifiesto que "nunca" ha maltratado, golpeado ni amenazado a su exnovia, a la que conoció cuando ella trabajaba de go-go en una discoteca de la capital hispalense y con la que mantuvo una relación sentimental de dos años entre 2011 y 2013.
De este modo, ha negado uno por uno los episodios de maltrato denunciados por su expareja y ha relatado hasta dos ocasiones en las que ella arremetió contra él, en una de las cuales, desarrollada en una discoteca del parque María Luisa de Sevilla, ella le llegó a "agarrar del cuello", mientras que en otra ocasión la supuesta víctima se puso "muy furiosa y brava" y se montó en su vehículo "con intención de atropellarle".
El futbolista, para quien la acusación particular que ejerce ella reclama ocho años y nueve meses de prisión, ha asegurado que no estaba enamorado de su exnovia y que entre ellos únicamente existía "una profunda atracción sexual".
Tras la declaración del jugador del Betis, ha comenzado la de su exnovia, que se está desarrollando a puerta cerrada.