Monaghan rompe el hechizo y el Básquet Coruña ya está en semis
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Monaghan rompe el hechizo y el Básquet Coruña ya está en semis

Monaghan rompe el hechizo y el Básquet Coruña ya está en semis
Monaghan (d) ejecuta una bandeja muy parecida a la que logró para ganar el partido | Santiago Briansó/OCB

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Se acabó la maldición de Pumarín. A la undécima fue la vencida. Le ha costado al Básquet Coruña sumar su primera victoria en Oviedo (69-70), pero el premio es doble porque vale el billete para las semifinales en los playoffs. Su rival será el ganador de la eliminatoria entre Granada y Murcia. Sólo cuatro triunfos separan al equipo coruñés de la ACB.


El enésimo truco de Zach el Mago Monaghan rompió el hechizo en una pista prohibida para los coruñeses. Un punto por debajo y con trece segundos de posesión, el estadounidense se jugó la penúltima posesión: entró a canasta como un rayo, levantó el balón por encima de Kabasele y la bandeja pasó por el aro después de tocar la tabla.


El Oviedo tuvo una más, a sólo dos segundos y cinco décimas de la bocina, suficiente para preparar una jugada, pero Brown no acertó con el último tiro y el propio Kabasele tampoco con el rebote ofensivo. La victoria se viene en el autobús del BC, que alcanza las semifinales por el ascenso por segunda vez en su historia. La primera fue en 2016.


Primeras ventajas


Si el pasado viernes abusó de la larga distancia con once lanzamientos desde los 6,75 metros en el primer cuarto, el equipo naranja cimentó sus primeras ventajas en Oviedo a través de los puntos en la pintura. Dos penetraciones de Peña, otra de Monaghan y un tiro libre de McGhee (falló los tres anteriores), además de un triple de Javi Vega, abrieron un 2-10 en el marcador.


Aguantaron el tirón los locales gracias a las acciones en el poste de Bartolomé, Arteaga y la irrupción de Frey, excelso tirador noruego que ya se salió en Riazor. Peña, en otra acción imparable hacia el aro, Monaghan, con su primer intento desde el arco, Nwogbo, con tres puntos consecutivos, y Jakstas, también desde la larga distancia, cerraron un primer parcial con cinco de ventaja (16-21).


Abonado al 0-6


En el segundo periodo dominó de inicio a fin el BC, que repitió tres veces el mismo parcial (0-6). El primero, con un rebote en ataque de Javi Vega y cuatro tantos de Badmus, dos en un espectacular alley-oop (16-27); el segundo, con dos tiros libres de McGhee, la enésima penetración de Peña y otra de Maiza (19-33), y el tercero, con dos puntos más de McGhee, un tiro libre de Maiza y un triple de Matulionis que valió la máxima ventaja visitante hasta el momento (22-39).



Reaccionó Brown con dos acciones seguidas, pero Nwogbo volvió a sacar provecho de su dominio en la zona y, aunque respondió Arteaga en el particular pique de pívots, el equipo coruñés se marchó al descanso con 13 puntos de renta (28-41).


Técnica y expulsión


El tercer acto arrancó como había terminado el segundo, con otro 0-6 gracias a cuatro tantos de McGhee y otros dos de Peña, igualando de nuevo la máxima diferencia en el marcador (+17). Nadie dijo que fuese fácil y el Oviedo, consciente de que no podía fallar, se entonó al fin: Brown, Norelia y Kabasele firmaron un 12-3 que bajó los diez puntos de margen visitante por vez primera (45-52).


Respondió Maiza con un triple que pudo cambiar el partido. El técnico local Natxo Lezkano protestó ostensiblemente una posible falta en ataque, ganándose su segunda técnica y la expulsión. El base gipuzkoano anotó el tiro libre y devolvió el colchón, pero Saúl Blanco y Frey mantuvieron a los suyos sin su entrenador (50-58).


Final de infarto


En el último cuarto, el BC repitió los viejos errores de siempre. Quizá por exceso de confianza o falta de templanza, dilapidó definitivamente la renta que se había ganado al mismo tiempo que la retransmisión se fundió a negro durante unos instantes. Un 7-0 del Oviedo ajustó el marcador hasta el 57-60 con seis minutos por jugar.


En el clutch time brillaron Javi Vega, que firmó un triple y cogió un rebote ofensivo claves para mantener al equipo por delante (64-68), Speight, que con su primera canasta del partido puso por delante al Oviedo a falta de trece segundos (69-68), y el de siempre: Zachary Michael Monaghan, el Mago de Palatine, que si ya se había hecho un hueco en la historia del club ahora se merece una estatua.


Oviedo Baloncesto (16+12+22+19): Speight (2), Brown (21), Arteaga (7), Bartolomé (4), Norelia (10) –quinteto inicial– Frey (8), Oluyitan (0), Kabasele (7), Martí (2), Saúl Blanco (8).

Básquet Coruña (21+20+17+12): Peña (12), Javi Vega (8), McGhee (12), Matulionis (8), Monaghan (7) –quinteto inicial– Badmus (4), Maiza (10), Jakstas (0), Nwogbo (9), Belemene (0).

Árbitros: Pere Munar, Guillermo Ríos, María Ángeles García. Expulsaron a Natxo Lezkano, entrenador del Oviedo, con dos técnicas.

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