La permanencia del OAR en la Primera División Estatal de balonmano pende de un hilo. El equipo coruñés ocupa el decimocuarto puesto con 18 puntos, los mismos que el Reconquista de Vigo, decimoquinto y en plaza de descenso. La última jornada, en horario unificado, el sábado a las 19 horas, dilucidará cuál de los dos se mantiene la próxima temporada en la categoría de bronce.
El conjunto de Pablo Aguirregabiria, un clásico en la categoría nacional, necesita ganar al potente Balonmano Chapela en San Francisco Javier o, al menos, igualar el mismo resultado de su rival, que afronta un derbi vigués contra el Seis do Nadal. “Todos se conocen y han jugado juntos en muchos casos. Es una realidad, pero no nos preocupa porque dependemos de nosotros mismos”, advierte el técnico.
El Chapela, tercer clasificado y que hasta el pasado fin de semana estuvo metido en la lucha por el ascenso, “es un equipo con una plantilla veterana, gente de mucha envergadura y que amenaza tanto en el lanzamiento exterior como en el pivote. Es muy complicado de defender”, en palabras de Aguirregabiria.
La derrota de la semana pasada en Ribadavia (34-28) complicó el futuro del OAR en la categoría: “En el último partido el equipo estuvo un poco nervioso. Necesitamos jugar más tranquilos, con firmeza y demostrar el nivel que tiene esta plantilla. Ha sido un año duro, pero los jugadores han crecido y respondido deportivamente”, añade el entrenador coruñés.
La buena noticia para Aguirregabiria es la recuperación de Adrián López, “uno de los defensas más experimentados y que nos aporta ese equilibrio que necesitamos”. Los dos últimos partidos con él en la convocatoria acabaron con victoria del OAR.
