El Deportivo Abanca de la temporada 2020/21 se ha caracterizado por estar en constante búsqueda de soluciones que le permitan dar con la tecla y obtener los ansiados resultados necesarios para alcanzar la permanencia en Primera Iberdrola.
Desde el comienzo del campeonato, cuando el club blanquiazul encadenó ocho derrotas consecutivas, el técnico Manu Sánchez inició un camino en el que cualquier aspecto del equipo era susceptible de ser revisado para tratar de revertir la mala dinámica.
Ya no se podía dar nada por sentado. Ni el sistema 1-4-4-2 en rombo que tantas alegrías dio al Depor Abanca el pasado curso, ni la aceptación de riesgos en la salida de balón, ni la presión al rival, ni la presencia de algunas indiscutibles en el once, ni el trabajo en el apartado físico, ni la forma de defender las acciones a balón parado. Manu Sánchez fue desvelando semana a semana, tanto en las ruedas de prensa como en los propios partidos, los cambios realizados en todas estas áreas con el único objetivo de mejorar los resultados.
Además, jugadoras como la lateral Cris Martínez o la central Iris Arnaiz reconocieron en sendas entrevistas a este diario que durante esta temporada han tenido que adaptarse al rival y al escenario en cada partido y que ya no podían imponer su estilo en cada jornada, como sí ocurrió durante la pasada campaña.
En este contexto de modificaciones y matices, el Depor Abanca se plantó el pasado domingo en Sevilla con un sistema que poco a poco se está convirtiendo en la base del equipo: el 1-5-3-2.
Manu Sánchez decidió repetir el dibujo y las jugadoras que había alineado una jornada antes en Abegondo ante el Madrid CFF pero en esta ocasión el devenir del encuentro le obligó a hacer varios ajustes.
El Depor saltó al campo con Sullastres en portería, una línea de tres centrales con Blanco, Iris y Villegas, Cris y Eva Dios como carrileras, Ainoa de pivote, Alba Merino y Gaby como interiores y una dupla atacante formada por Peke y Athenea.
No obstante, el Sevilla se puso 3-0 antes del descanso y el gol de Ainoa en el minuto 50 no acabó de provocar la reacción definitiva de las coruñesas. Entonces, Manu Sánchez decidió variar el esquema para introducir a la delantera Helena en la punta del ataque y formar con un 1-4-3-3 que ya había sido usado por el Depor con anterioridad.
Eva Dios se fue al banquillo, Villegas se colocó en la lateral izquierdo y Athenea y Peke ocuparon los extremos para acompañar a Helena en el frente de ataque.
El 3-2 no llegó y Manu Sánchez decidió apostar por una versión todavía más ofensiva con la entrada de Michelle Romero. La venezolana sustituyó a Cris y el Depor recuperó un sistema de tres centrales pero esta vez con carrileras (Athenea y Michelle) que eran más extremos que laterales (1-3-5-2).
Finalmente, el Depor no pudo sumar pero mostró de nuevo su capacidad para mutar en un curso repleto de cambios en busca de soluciones.