Después de la goleada ante el Celta de Vigo B en el campo de Barreiro (0-3) y la victoria ante el Zamora (2-0) con que acabó la primera fase de la temporada, el Deportivo ha vuelto a los marcadores con diferencia mínima tanto a favor como en contra.
El equipo que entrena Rubén de la Barrera se impuso en la primera cita de la segunda fase al Marino de Luanco en el césped del Estadio Abanca-Riazor con un tanto de penalti obra de Miku Fedor, perdió en su visita al Nuevo Ganzábal y repitió victoria por la mínima ante el Numancia el pasado fin de semana.
Los partidos se resuelven por detalles y el cuerpo técnico lo tiene presente en cada jornada de trabajo.
Rubén de la Barrera está encima de los jugadores para que no se les escape nada.
El objetivo secundario de esta temporada, que se ha convertido en principal, está ahora a un paso, pero todavía hay que darlo. Dos victorias, con independencia de lo que suceda en otros campos, en las tres últimas jornadas darán el billete a la Primera RFEF.