El Deportivo afrontó la temporada actual con un proyecto ambicioso al que sumó varios jugadores contrastados que llegaban o continuaban en el conjunto blanquiazul para, a priori, facilitar el objetivo del ascenso a Segunda División en una temporada que se intuía de paso en la categoría de bronce, pero la realidad del verde y los resultados han cambiado el objetivo y también afectarán al futuro deportivo del club. Hay certezas e incertidumbres.
1. La dirección deportiva del club
En su presentación como presidente, Antonio Couceiro, apostó por no hacer cambios inmediatos, confirmó la continuidad de Fran González como director del fútbol base, pero no se mostró tan contundente al hablar de Richard Barral, director deportivo del club. Muchos daban por hecha su salida de la entidad blanquiazul, pero por ahora se mantiene en el organigrama.
2. La continuidad de Rubén de la Barrera
El técnico se comprometió con el equipo de su ciudad hasta la conclusión de la temporada. Llegó con el objetivo de relanzar a un Deportivo que había firmado mejores resultados que sensaciones con Fernando Vázquez en la primera vuelta. Cogió al equipo en posiciones de ascenso, aunque ya amenazado con salir de ellas, y acabó la primera fase del campeonato en la tercera plaza después de un flojo inicio y un buen final que se quedó corto.
Él se ha brindado para seguir al frente del banquillo aunque da más importancia al proyecto que a los nombres. Considera que lo que debe tener el Deportivo, y así lo manifestó desde sus primeros días al frente del equipo, que tiene que marcarse una línea clara a seguir. La inestabilidad en el banquillo ha sido una constante en los últimos años, por lo que el Deportivo debe empezar por ahí a recomponerse. Él es el elegido.
3. Los jugadores de mayor caché
El Deportivo intentó confeccionar una plantilla que lograra el ascenso por la vía rápida y con jugadores que, además, pudieran dar continuidad al proyecto en Segunda División.
Contrarrestó la baja disponibilidad económica en Segunda B con contratos a largo plazo. Es el caso del costarricense Celso Borges o de Uche Agbo. El nigeriano optó por quedarse a pesar de disponer de ofertas de superior categoría. El entonces presidente del club, Fernando Vidal, advirtió de que, aunque tenían contrato para más de una temporada, en el caso de que el Deportivo no ascendiera este curso tendrían que abrir la puerta a una posible salida (préstamo o traspaso) por la dificultad para satisfacer sus emolumentos al continuar en Segunda B.
Además, Diego Rolan tendrá que regresar, para salir de nuevo, esta vez de forma definitiva, si su actual club no ejecuta la opción de compra. Mujaid no ha renovado y acaba contrato en 2022, por lo que su futuro también es incierto.
4. La cantera, con más peso en la plantilla
El club, tal y como indicó Couceiro, apuesta claramente por la cantera, más aún con el escenario que ahora se le presenta. El Deportivo quiere fijar un porcentaje de promoción interna para jugadores que proceden de la base.