El proyecto del Everton para mudarse a un nuevo estadio y dejar Goodison Park, su casa desde 1892, ha recibido el visto bueno del ayuntamiento de Liverpool.
El nuevo campo, situado en la zona del puerto, tendrá capacidad para 52.000 espectadores y, según los planes del club, estará listo para 2023.
Además, este proyecto, valorado en 500 millones de libras, revitalizará esa zona de la ciudad, creando 15.000 empleos.
Por su parte, el histórico Goodison Park será convertido en viviendas asequibles, un hospital y un centro comercial.
La asociación Historic England se ha posicionado en contra del nuevo estadio en el puerto de Bramley-Moore, porque podría "dañar la herencia histórica de la ciudad", pero el comité que ha analizado el caso ha desestimado la queja.
El presidente del Everton, Bill Kenwright, aseguró que este es "un paso más en el largo viaje" que supone la construcción del nuevo campo.
La propuesta para la construcción del estadio pasará ahora al Gobierno británico, que tendrá 21 días para luz verde al proyecto.