“Vale más tarde que después”, que diría el clásico. Han tardado lo suyo los dirigentes del Real Club Deportivo de La Coruña, pero después de mucho pensarlo por fin decidieron prescindir del técnico vasco que, hasta ahora, en 33 jornadas fue incapaz de armar una alineación base ya que todavía a estas alturas “jugaba” a los cambios y pruebas que han puesto el equipo al borde de perder su plaza en el “play off”. El deportivismo tenía y tiene aspiraciones más altas, que eran y son el ascenso directo.
Se fue Natxo... adiós y que pase el siguiente: Y aquí está el mallorquín José Luis Martí Soler, exigente y riguroso, al que le quedan nueve jornadas de competición para recuperar lo perdido en lo que va de liga y que sitúen al Deportivo en su sitio para recuperar su plaza en Primera debutando mañana en El Sadar navarro. En sus manos está. Dejémoslo trabajar...y mucha suerte.
En el fútbol está todo inventado... menos aquello que inventa en cada partido un genial como Leo Messi que lamentablemente no anda por aquí. Pero el nuevo técnico está obligado a cambiar el equipo si es capaz de echar mano de un preparador físico de la categoría de José Ángel Franganillo, para ganar en intensidad, entrega y rapidez, tres importantes virtudes que el Deportivo ha ido perdiendo con la intervención de los especialistas que traía cada nuevo entrenador. No hay más que repasar partidos recientes para darse cuenta que los hoy profesionales blanquiazules con media hora de partido ya han perdido toda su fuerza, su velocidad y su entrega. Así nos va.
Claro que hay que olvidar y superar cuanto antes la imagen que nos quedó del Deportivo del sábado -Rayo Majadahonda-, tanto en La Coruña como en el resto del .ámbito de la Liga 123 y a tomar muy en serio, pero mucho, ahora para mantenerse entre los seis primeros y pasar por el complicado “play off””, que se avecina... pero luchando como deben hacerlo los profesionales deportivistas que, en 33 jornadas, apenas han demostrado una escasa y dudosísima identidad deportiva.
Y con estas perspectivas mañana hay que visitar el viejo El Sadar frente al líder y máximo goleador de la categoría, con 46 tantos en su haber, el Club Atlético Osasuna de Pamplona que cuenta, en el banquillo, con un técnico experimentado como es Jagoba Arresate, y un plantel en el que destacan dos exdeportivistas, el guardameta gallego Rubén Martínez, de Coristanco (La Coruña) y el balear Xisco hecho en la cantera coruñesa y con varias etapas en la plantilla blanquiazul. Había que verlos ambos y a todos sus compañeros el domingo en el Anxo Carro lucense, levantando una entrega enorme ante un 2-0 adverso que dejaron en empate a dos goles.
Es lo que le espera mañana en la capital navarra donde al Deportivo, si quiere seguir aspirando al ascenso, está obligado a traerse de El Sadar lo que regalaron el sábado a los majariegos de Madrid. ¿Cómo?.... la solución la tiene el nuevo técnico deportivista....
P.D: Por mucho que me digan que van a cambiar las cosas con la llegada del VAR a Segunda, si no se hace nada para acabar con ese espectáculo lamentable lo de los codazos y los pisotones en los muchos partidos de cada fin de semana que, o se eliminan con autoridad y Reglamento por parte de los colegiados de turno, ya que lo que busca son tarjetas amarillas y que crezcan los minutos añadidos. Insisto, en otras ligas -extranjeras, la mayoría europeas, no existe tal disloque. ¿Están esperando a que se produzcan resultados más peligrosos y mayor actividad en las enfermerías de los clubes?. Que no les quepa la menor duda de que ellos serán los únicos culpables.