Aestas alturas, con algo más de un mes de vacaciones para el cuadro técnico y la plantilla, ya nos podemos permitir alguna que otra reflexión de cara a la cuarta campaña consecutiva en Primera pero, por supuesto, marcando exigencias ante la llamada a la puerta de la 2017-18 que demanda actuar, con más cabeza que corazón, para no caer en los mismos errores de la 2016-17 que acabamos de vivir y padecer. Si queremos llegar lejos hay que ir con pies de plomo.

Hay base para ello, tanto en la parte técnica, con un Pepe Mel hecho para toda una campaña más que para servir de redentor ante una crisis interna que saltó con Gaizka Garitano. Hoy, agua pasada no mueve molino, pero sí obliga a una profunda reflexión antes de reanudar el nuevo envite que demanda la 2017-18, que no es otro que armar y componer ese equipo que nos garantice algo más que luchar por mantenerse entre los grandes del fútbol español.

Agua pasada no mueve molino pero obliga a una profunda reflexión antes de reanudar el nuevo envite que demandará la temporada

Es verdad que la situación económica de la centenaria entidad blanquiazul no está como para echar cohetes pero, evidentemente, sin dejar de prestar la debida atención a la parte deportiva que, en realidad es la única esencia que interesa y sustenta al deportivismo. Hemos vivido las más grandes gestas del fútbol gallego, incluyendo los títulos nacionales que brillan por todo lo alto en las vitrinas blanquiazules, pero la lamentable gestión económica casi nos hunde en la miseria, que es lo mismo que decir la desaparición de la entidad. Sin embargo ahí estamos otra vez dando guerra merced al proyecto aportado por el equipo capitaneado por Tino Fernández.

Vayamos pues a lo meramente deportivo que, al fin y al cabo, es aval de todo lo demás, y que está en las manos del técnico madrileño, tan experto como conocedor de eso que llaman fútbol. Desterrando y cortando, de una vez por todas, el oscuro ambiente que llegó inundar el vestuario blanquiazul. Una historia ya pasada, pero que no debe repetirse.

Ya con el 30 de junio a la vuelta de la esquina, que supone el cierre de la campaña 2016-17, hay que empezar a definirse en lo que queremos. Más de un cedido ya debió llevarse sus maletas y demás. De cesiones...cuantas menos mejor. Hoy por hoy los objetivos primordiales deben ser un buen guardameta y un mejor compañero a Andone para empezar.

No perdamos de vista que en el plantel aún en vigor figuran nada menos que cuatro internacionales en sus respectivos países

No perdamos de vista que en el plantel aún en vigor figuran nada menos que cuatro internacionales en sus respectivos países y por algo será: Emre Colak (Turquía), Celso Borges (Costa Rica) Florín Andone (Rumanía) y Fayçal Fajr (Marruecos). Algunos fijos en las numerosas alineaciones de la pasada campaña, sin olvidar a los Sidnei Rechel, Pedro Mosquera, Juanfran Moreno, Guilherme dos Santos, Alejandro Arribas, Luisinho Correia, Álex Bergantiños, Bruno Gama, Raúl Albentosa y Laureano Sanabria, además de los recuperados Pablo Insua, Róber Pier, Saúl García, Borja Valle, Javier Fernández “Bicho”, Fede Cartabia, Juan Domínguez y Oriol Riera. Nada menos que 22 jugadores, la mayoría con contrato en vigor y algunos con muchas posibilidades de emprender otro camino, que debe llegar cuanto antes. Ahí es dónde hay que hilar muy fino, no vaya a suceder, como en pasadas ediciones, en las que los refuerzos respondieron muy a cuentagotas.

P.D: Puede que me haya omitido más de uno de los de antes, ya que los cedidos, salvo algunas excepciones porque ya han firmado contrato con el club blanquiazul, y que entre las aspiraciones deportivistas está alguno más, como posibles cedidos. Pero que de momento siguen ahí en el aire, al menos a la hora de cerrar esta nueva columna que, sin ser dogma de fe, espero sirva de algo para los responsables de que lleguen a buen puerto las gestiones en curso. Máxime teniendo en cuenta que ahí está el Deportivo B- Fabril en Segunda División B, para ser el mejor camino que lo era cuando militaba en el primer grupo de Tercera, lugar que confirma el que es tercer equipo de La Coruña capital en categoría nacional, como es el Silva. Ahí debe estar la cantera del futuro.