Alberto Corbacho (Palma de Mallorca, 1984) se convirtió en una leyenda del Obradoiro y el baloncesto nacional, deporte que había dejado en 2022 hasta que su vida personal le devolvió a Galicia. Una serie de circunstancias le hicieron volver a calzarse las zapatillas y volver a las pistas. Desde entonces compagina la Tercera FEB y el ser entrenador de formación en el CB Culleredo.
¿Por qué acaba en Culleredo poco después de anunciar su retirada del baloncesto?
Por motivos personales acabo aquí en Galicia. Después de dejar Menorca y estar cuatro o cinco meses parado, me entero de que Mario cabanas está aquí entrenando y lo llamo para hacer algo, entrenar un poco y me comentó sin problema. Por plazos, también quedaba muy poco para poder fichar y me plantearon la opción de unirme al equipo y me acabaron convenciendo.
Esa temporada quedaban muy poquitos partidos y se descendió, pero la siguiente sí que me comprometí con ellos para ayudarles a volver a EBA (hoy Tercera FEB) y subimos al año siguiente. Hasta el día de hoy, que el club me ha dado mucha confianza y estoy muy a gusto también entrenando a baby y ayudando en equipos de pre-mini y mini.
El ‘culpable’ entonces fue Mario Cabanas.
Sí. Jugó conmigo en Obradoiro de la primera temporada de ACB, fue un poco el enlace.
¿El gusanillo de entrenar le llegó aquí o venía de antes?
Es algo que no tenía pensado, pero me lo ofrecieron ellos para ayudar un poco al club, aunque en ese momento no tenía ningún curso de entrenador. Ya tengo el nivel cero y ahora haré el siguiente para poder seguir ayudando e intentar entrenar a mayor categoría. Ahora estoy básicamente con los peques y el primer año creo que acabaron muy contentos tanto ellos como los padres y el club.
Al final, es lo que quiero hacer, ayudar e intentar que el club crezca, que los chavales aprendan y que vean una perspectiva diferente. Yo lo digo siempre, no soy entrenador. Pero doy un punto de vista que a lo mejor otros entrenadores no tienen. Está claro que hay entrenadores mucho mejores que yo, pero doy un perfil que a lo mejor a nivel baloncesto es diferente. También estoy intentando aprender y mejorar.
No soy entrenador. Pero doy un punto de vista que a lo mejor otros no tienen
¿Se plantea intentar llegar a entrenar al máximo nivel?
Dedicarte a ser entrenador profesional de baloncesto es difícil. Ahora mismo con los peques completamente diferente enseñar baloncesto que entrenar. En este momento quizá esté más ‘preparado’ para llevar un equipo júnior o sénior que a niños, entonces es difícil pensar en eso, no es algo que tuviera en mente.
Por el momento estoy aprendiendo e intentando sobre todo mejorar esa comunicación de entrenador a jugador. Yo siempre la he recibido y entendido de una manera y transmitir eso es difícil y cuando son tan pequeños aún más. A veces me doy cuenta de que digo las cosas de una manera que yo la entiendo, pero me miran como diciendo ‘¿qué hay que hacer?’ En ese sentido estoy intentando reciclarme un poco y aprender el ‘idioma’ para que la comunicación sea más sencilla.
¿Cómo se ve en Tercera FEB?
La verdad es que muy bien. Hay jugadores con talento, con físico, con velocidad... Es muy competitiva y yo intento ayudar al equipo, intento estar en forma todo lo que puedo y, sobre todo, divertirme, que es un poco la ilusión que tengo de seguir disfrutando de este deporte. También quiero intentar ayudar al club a conseguir sus objetivos. Aunque este año ha sido un poco complicado, me gustaría igual tener un proyecto, antes de colgar las zapatillas definitivamente, de intentar pelear una fase de ascenso. Esa sería mi idea, pero sé que somos un club humilde y a veces es complicado hacer un equipo con opciones de ascender porque los que están arriba son equipos, entre comillas, profesionales.
Sé que somos un club humilde y es complicado hacer u nequipo con opciones de ascender
¿Le reconocen los rivales durante los partidos?
Sí, claro, sobre todo aquí en Galicia. Me tienen en cuenta y creo que les gusta competir contra este tipo de jugadores, en este caso contra mí. Saben que físicamente no estoy como antes, pero que tengo la misma amenaza de siempre, entonces están bastante pendientes de mí. Siempre intento hacerlo lo mejor posible para ayudar al equipo y aportar de otra manera.
¿Qué le pareció el descenso del Obradoiro?
Llevaban ya unos años al límite y al final las estadísticas y los emparejamientos directos los llevaron al pozo. Ya se estaba, digamos, ‘jugando con fuego’, porque llevaban ya unos años ahí abajo y ahora toca cambiar la mentalidad. Este año no ha sido posible y ha habido muchos cambios durante la temporada, quizás eso no sea positivo del todo. La LEB se está poniendo cada vez más complicada y hay que tener un poco la humildad y los pies en la tierra para intentar hacer un buen trabajo y conseguir el objetivo de la manera correcta. No por descender se es el favorito número uno a subir.
¿Y la salida de Moncho Fernández del club?
Al final, el descenso marca que hay que cambiar algo y creo que fue el momento también. Es cambiar un poco la dinámica porque el Obradoiro no conocía otro entrenador desde 2010 y creo que el ciclo finalizó de la manera más cruel posible. Descender al equipo de tu tierra no debe ser muy bonito, pero el deporte es así y hay que seguir. Ahora ha ido a Girona, ha cumplido el objetivo con solidez y va a tener la oportunidad de crear un nuevo proyecto, igual que tiene ahora el Obradoiro
El descenso marca que hay que cambiar algo y creo que fue el momento
¿Se plantea volver a vincularse al Obra de alguna forma?
En Santiago me tratan de maravilla. Ahora estamos en contacto con ellos para hacer cosas y con mi equipo de 3x3 entreno en Sar. La relación con el Obradoiro ahora mismo es genial y cuando podemos hacer algo con ellos lo intentamos. En ese sentido, no hay ningún problema y no cierro la puerta a nada.
¿Ha seguido la temporada del Básquet Coruña?
El objetivo no han podido cumplirlo y, quizás, ha sido una situación que se veía venir porque era uno de los candidatos. No quiero decir que fuera a descender, pero era candidato a estar abajo y no ha podido coger a esos equipo para estar en la pelea. Creo que se podría haber apostado por el mismo entrenador (Epi), pero también el proyecto cambia, el ciclo cambia y ahora toca empezar de nuevo con otra apuesta.
Ha ganado a Barcelona y Real Madrid, pero ha descendido. La mentalidad de esos días era la que había que poner para otros partidos
¿Qué le ha parecido el debut del club en ACB?
El ambiente estaba muy bien. A nivel deportivo, quizás se ha jugado a la misma dinámica que en LEB, pero ACB no es lo mismo. Hay equipos muy potentes y que te pueden cambiar el ritmo de partido de un cuarto a otro. En una liga como esta, para jugar a muchos puntos tienes que ser muy bueno. Creo que el Básquet Coruña ha querido jugar a ese estilo, pero si eres capaz de meter 90, los otros equipos también son capaces de meter 91. Quizás se tenía que haber manejado mejor esa situación, sobre todo en los partidos más importantes.
Al final, contra Real Madrid y Barcelona es fácil jugar, no tienes nada que perder y el rival suele estar más relajado. Incluso la experiencia que tenemos con Obradoiro, ellos venían a medio gas. A veces se pueden ganar esos partidos, pero no son los que van a decidir ‘tu liga’ y creo que es lo que le ha pasado al Básquet Coruña. Ha ganado a Barcelona y Real Madrid, pero ha descendido. La mentalidad de esos días era la que había que poner para otros partidos.