Tengo que reconocer que sólo me queda recuperar viejas opiniones expuestas, para poder seguir exponiéndoles mi criterio. Después de ver lo sucedido este pasado fin de semana, generar nuevas conjunciones de letras resulta realmente complicado. El calendario avanzó inexcusablemente, pero el día a día del Deportivo se mantiene librando una batalla contra lo inexplicable.
De forma ‘encarnizada’ transmití que todo pasaba por el liderazgo. La persona que con sus virtudes y sus defectos, consiguiese aunar poderío económico y capacidad de persuasión en un mundo tan complejo como es el fútbol. Transmisión de pasión.
Hace unos días el jugador del Barcelona, Piqué, libre de toda sospecha partidista, exponía que el ‘caso’ Ramos era fruto de que al frente de la institución implicada, había un presidente tomando decisiones.
Y así es, el Club puede pasar momentos deportivos singulares, pero todo el mundo sabe quién es el que manda y el responsable de las directrices a tomar. Desgraciadamente el ‘viento’ gestor deportivista varió de un lado a otro de forma inmisericorde. Está bien tener asesores personales, gente donde apoyarse, pero las decisiones, sobre todo hacia el exterior, deben tener un solo reflejo.
Pongo un ejemplo abierto, las presentaciones de los jugadores y demás protagonistas de la Entidad… Que las hagan los directores deportivos o directivos semidesconocidos, produce una importante devaluación del ‘producto’ que se ‘vende’. Nunca lo entendí. Presentaciones de primera y de segunda.
Tras la marcha de los que dirigían la casa blanquiazul, mi humilde consejo a Abanca, no vaya a ser que se cabree conmigo y me suba la hipoteca, es que no distorsione el liderazgo. Que no convierta la situación en algo anacrónico, sin personalidad real. Quiero entender que no va a ser así, las figuras de Antonio Couceiro y Eduardo Blanco, por el conocimiento personal de su gestión, reúnen todos los requisitos para que la reconstrucción se pueda desarrollar de la mejor de las maneras. Solvencia para poder lidiar este ‘miura’ les sobra.
Irónicamente… Trasladarle a Juan Carlos Escotet que cree un ‘consejo asesor’ paralelo, formado por Lendoiro, Tino Fernández, Zas, Armenteros, Vidal y Barral. Sería clave para transmitirle, al nuevo presidente, lo que no hay que hacer. En muchos aspectos, la mala experiencia genera caminos para crecer de forma positiva. De todas formas y dejando la ironía a un lado, que no se olvide nadie de que todos los que han pasado por los despachos blanquiazules, lo hicieron con la mejor intención y dando el máximo de su capacidad. Merecen el mayor respeto.
Un último apunte. Aunque esta semana se dio un importante paso hacia adelante, me pregunto: ¿Cómo se puede dejar caer a las catacumbas al equipo femenino del Deportivo? Grandes batallas se libraron para estar donde se está, generando una semilla de igualdad en las nuevas generaciones. La Alcaldesa, la Concejala de Deportes y los distintos grupos feministas… ¿no serán capaces de presionar, a quien haga falta, para insuflar el aire necesario y salir de este apuro clasificatorio?
Sería muy lamentable no hacerlo así. No me vale que, hoy en día, se diga que lo prioritario es el equipo masculino. La ‘hipotética’ inteligencia de los dirigentes está para algo.
Como siempre un placer.
