El dúo libre español, formado por Ona Carbonell y Paula Ramírez, finalizó ayer quinto en el dúo libre, la misma posición y la misma puntuación que en el último Mundial, en una prueba del programa olímpico y en la que Rusia, China y Ucrania se subieron al podio.
Las españolas se quedaron a 1,3 puntos de Japón, que fue cuarta, y a 2,4 puntos del último escalón de las medallas, que ocupó Ucrania, con lo que las diferencias aumentan en este sentido.
Vestidas con un elegante bañador de pedrería blanca, las españolas consiguieron una décima más que en el preliminar. Interpretaron una energética rutina flamenca, titulada ‘Pasión de malagueña’, en la que han estado trabajando desde hace meses.
La composición, acompañada de acordes de guitarra de Juan Manuel Cañizares, y la voz de Plácido Domingo precisó la ayuda del director del ballet nacional, Antonio Najarro, que asesoró a las nadadoras en algunas sesiones en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallés.
El ejercicio, vistoso y muy físico, no permitió a España escalar más en la clasificación, y necesitará mejoras para aspirar a algo más el próximo verano en Tokio. La medalla de oro fue para las Svetlanas -Romashina y Kolesnichenko- por cierto la vigésima primera de este metal en un mundial de Romashina.
Las chinas Sun Wenyan y Huang Xuechen, con 94,5 puntos, se quedaron a más de dos de las todopoderosas rusas, mientras que Ucrania con Anastasiya Savchuk y Marta Fiedina no tuvieron problemas para mantener la tercera plaza, ya que aventajaron en siete décimas a las japonesas. La única variación en la clasificación respecto al preliminar fue la mejora de Francia, que pasó del décimo lugar al octavo.