El Depor comenzó el camino a Primera ‘con la primera’. A pesar de ver cómo le empataban un 2-0 a los ochenta minutos por sendos errores defensivos, los cambios, con la entrada de Christian Santos, dieron la vuelta al marcador. Pero hubo mucho más bueno que malo.
Ya los cuatro de partido, bordó el fútbol, con una conducción perfecta de Gaku, eligiendo bien su apertura hacia el costado de Borja Valle pero el centro del berciano se quedó a un metro de Koné. Una jugada de libro. Contestó el equipo ovetense con una acción ofensiva que acabó en un córner sin consecuencias, pasando el Depor a dominador del tempo del envite.
Superados los quince minutos, Koné fue agarrado clarísimamente en el área pero el VAR no quiso saber nada de la jugada, que finalizaba –no obstante– con un disparo que merecía el tanto. Sí actuó en la siguiente, cuando el futbolista costamarfileño recibía un rechace después de un disparo de Borja Valle que remataba limpio ante el portero astur.
Polémica
Ocón Arraiz no daba validez al tanto, pero en esta ocasión lo hacía el videoarbitraje, subiendo el 1-0 al marcador que hacía justicia a las primeras tres claras ocasiones de las que había dispuesto el cuadro coruñés.
El Oviedo encajó bastante bien el ponerse por detrás en el marcador y reaccionó intentando tranzar jugadas. A los 24 minutos, a saque de un córner, Mossa conectaba un disparo desde la frontal que se marchaba a poca distancia del poste de Dani Giménez.
La media hora cayó con menos fútbol, con el momento más tedioso del choque hasta ese tramo de partido. El Depor defendía bien y buscaba la contra dejando un poco más de protagonismo a los asturianos, pero sin obviar el ataque. Los cabos de la nave parecían bien atados, pero ya se sabe que un partido no acaba en el descanso.
Los últimos minutos del primer periodo fueron muy tranquilos, con una buena jugada de ataque coruñesa que no consiguió culminar Koné con un buen pase. El dominio casi absoluto del encuentro era local. Con la victoria por la mínima del plantel de Anquela se llegaba al tiempo de descanso.
Los dos equipos saltaron a la reanudación con los mismos protagonistas. Koné se había llevado la mano a la rodilla en los últimos minutos del primer tiempo y Samuele Longo calentaba por la banda pero no hubo modificaciones en la vuelta al terreno de juego.
El Oviedo realizó un ‘jugadón’ de ataque con un pase hacia atrás de Ortuño que Dani Giménez repelía salvando el empate. Era la primera ocasión del conjunto asturiano en todo el partido. El Depor necesitaba volver a su intensidad de principio de encuentro porque la acción ovetense había tenido como aliada cierta permisividad del entramado defensivo deportivista. Se respondió en jugada a balón parado con una pelota alta. Corría el 52 de partido. Fue la primera de varias acciones de control blanquiazul, justo lo que necesitaba el equipo herculino, volver a mandar en el partido.
Golazo
El el 56, tras una buena acción que culminaba Álex con un pase a Aketxe, llegaba el 2-0. Un golazo del vasco desde la frontal, con un disparo potente y seco, que ponía distancia en el marcador. La calidad del ‘10’ blanquiazul salía a relucir una vez más.
Este tanto noqueó al visitante y el choque volvió al camino recorrido en la mayoría de la primera parte pero los carbayones despertaron muy rápido de el letargo.
El entrenador ovetense fue el primero en acudir al banquillo para dar nuevos bríos a su equipo y ordenó la entrada de Obeng en el terreno de juego. Anquela esperó un poco más.
Justo después de la permuta, el Oviedo reducía distancia en el marcador. Una falta desde el vértice del área impactaba en el hombro de Somma, que despistaba a Dani Giménez, encajando el Depor el 2-1. En el 71, Saúl Berjón estrellaba un disparo en el larguero que hacía temblar las entrañas de Riazor. El equipo galaico tenía la imperiosa necesidad de cerrar bien el partido a falta de un cuarto de hora para el final porque las dudas asaltaban por momentos a los blanquiazules, pero no era capaz.
Desenlace soñado
A los 78 Obeng anotaba el 2-2. Todo el trabajo hecho durante el partido se iba al traste en pocos minutos al rematar solo, de cabeza, entre los dos centrales blanquiazules. Tras un plácido 2-0 tocaba buscar la heróica. Anquela daba entrada Longo para intentar arreglar el resultado.
Tuvo el 2-3 el Oviedo en el minuto 82, en un remate de Sangalli, con Dani batido, que se marchaba fuera. El entrenador deportivista dio entrada a Christian Santos para los últimos segundos y Riazor se encomendó al ‘arreón’ coruñés....
Y llegó esa jugada soñada. A los 89 minutos Christian Santos marcaba un golazo con un balón ajustado al poste tras recibir de Lampropoulos. Se hacía justicia porque, aunque el Oviedo había empatado el encuentro, el Depor había merecido el triunfo en la mayoría del choque. Con un par de acciones peligrosas del Oviedo, bien defendidas, se llegó al final. Así es Segunda División. Nunca se puede dar nada por ganado, pero tampoco por perdido. Hay que levantarse cuando resbalas y seguir luchando. Como hizo Riazor ayer.