Hablando claro y sin eludir ninguna pregunta el técnico del Rayo Vallecano, próximo rival del Deportivo, Paco Jémez (Las Palmas de Gran Canaria, 1970) reconoce su cariño por el club blanquiazul, donde fue jugador, pero al que, de momento, nunca ha entrenado, y por A Coruña, donde vive cuando no está trabajando .

El preparador ensalza la figura de Juan Antonio Anquela y habla sobre el fútbol, el VAR o cómo los derechos televisivos han cambiado este deporte.

¿Cómo está siendo este inicio de temporada con el Rayo Vallecano, con todo lo que supone que todavía estemos con el mercado abierto?

Bien, estoy contento con el trabajo que el equipo ha hecho en pretemporada. Hicimos un inicio de campaña en el que los resultados no fueron todo lo buenos que esperábamos pero me ha gustado el equipo en los dos partidos. Creo que el equipo cada vez va a más, se está encontrando cómodo y esa primera victoria va a caer, vamos a esperar que sea este domingo ya (risas).Me gusta el equipo cuando lo veo en el campo, los chicos están trabajando muy bien, se están aplicando mucho y están cogiendo las ideas rápido y eso me da tranquilidad. Luego, el tema del mercado, vamos a jugar la tercera jornada sin saber todavía (la plantilla). Los jugadores van y vienen y eso es algo que no nos gusta a nadie, está muy mal planificado, pero es lo que hay y hay que adaptarse un poco a eso.

El fútbol sobrevive gracias a las teles y estas mandan y eligen los horarios

Un triunfo que se está resistiendo y llega ahora el Depor a Vallecas, un equipo donde fuiste jugador, y para él que tú sonaste como entrenador en muchas ocasiones. ¿Es una espinita que tienes que nunca haya cuajado la opción de que dirijas al equipo?

El futuro no sabemos a dónde nos ya a llevar, lo que sí que tengo muy claro es que Coruña para mí es un sitio especial, porque jugué allí mucho tiempo, tengo mi familia allí, mi casa allí, cuando no entreno vivo allí y todo lo que sea Coruña y el Deportivo para mí es siempre importante. Siempre digo que las cosas nunca hay que forzarlas, ni hay que buscarlas, las cosas aparecen porque tienen que aparecer y generalmente cuando las fuerzas, mal asunto.

Teniendo en cuenta ese cariño al Deportivo y la ciudad, ¿qué te está pareciendo el equipo en este arranque liguero? ¿Sigue siendo candidato al ascenso, a pesar de la descapitalización de la plantilla?

El Deportivo creo que siempre va a ser un aspirante a subir, no me termino de creer que el objetivo del Depor no sea ascender, ni que a la gente de Coruña le puedas contar esa historia. Ahora, valorar si tiene más potencial ahora o el año pasado tampoco nos va a llevar a ningún sitio, lo que sí está claro es que todos los que hemos vivido un pasado turbulento, bien sea por un descenso o bien porque no se ha subido el año que creías que tenías que subir, tenemos que olvidarnos rápido del pasado y centrarnos en el presente y en el futuro. El pasado no se puede mover y lo que tenemos claro es que queremos aprovechar esta oportunidad que nos ofrece este año. Creo que el Depor es un equipo que, siempre que esté en Segunda División, su objetivo va a ser ascender, no me creo que sea otro.

Para mí Coruña es un sitio especial, pero las cosas no hay que forzarlas

En el banquillo blanquiazul hay un viejo conocido para ti, Juan Antonio Anquela, con el que coincidiste en el Córdoba. ¿Qué nos puedes contar del Anquela jugador, ahora entrenador?

Cuando me enteré de que el Depor había firmado a Anquela me alegré. Primero, por el Depor, porque creo que firma a un gran profesional, a un muy buen entrenador y a una nueva persona, y segundo, me alegré por él, porque también se merece poder tener el reto por delante de coger a un gran equipo como es el Depor, con el objetivo de ascender. Acogí muy bien la noticia porque le tengo mucho cariño al Depor y a Anquela y el ver a los dos juntos me agrada, me satisface mucho ver que ese binomio puede funcionar. Anquela es un tío muy profesional, muy metódico, no deja nada al azar, es una persona muy trabajadora y en la que se puede confiar, que nunca te va a traicionar ni a dejar en la estacada. Se le ve venir a la legua, es claro, muy meridiano y a mí me gustan mucho las personas así. Tuve la ocasión de jugar con él (en el Córdoba), yo iniciando mi carrera deportiva y el acabándola, y a mí me ayudó muchísimo. Siempre estaba con nosotros, con los jóvenes, nos daba consejos... A mí me parecía un tipo excepcional y con el paso del tiempo me lo sigue pareciendo, además de un gran entrenador y un profesional.

¿Lo único que necesita, como todos los entrenadores en general, es paciencia, algo que ha faltado mucho en el Deportivo y en el fútbol, y dejar construir los proyectos, ¿no?

No es un problema del Deportivo, es un problema del fútbol, no hay paciencia, en general. Hay algunos clubs en los que sí, pero el 99% de los equipos no tienen esa paciencia, ni te van a dar ese tiempo. Son todo resultados inmediatos, que todo vaya bien, que nadie se ponga nervioso y si tienes la gran fortuna de enganchar un proyecto y poder salir así, pues bien. Pero los proyectos normalmente tienen sus altibajos, sus malos momentos y en el fútbol hay tan poca, tan poca paciencia que los entrenadores estamos mediatizados por eso. Se nos exige ya empezar a funcionar y empezar a ganar, si no es posible que tu puesto de trabajo corra peligro. También es parte de nuestro trabajo, lo tenemos que asumir así aunque no nos guste o aunque nos parezca injusto, pero está claro que cuando encuentras un equipo donde se tiene ese poquito de paciencia para poder dejar trabajar es algo que se agradece muchísimo.

Siempre que esté en Segunda, el objetivo del Depor tiene que ser subir

Este fútbol actual, ¿está dejando muy de lado a los aficionados en favor a unos derechos de televisión que lo nutren de ingresos en gran medida? Aquí, la última polémica ha sido el horario del duelo ante el Sporting de Gijón, que no favorece un desplazamiento a Gijón...

No tengas ninguna duda. Hoy en día el fútbol sobrevive gracias a las televisiones y estas mandan y como mandan eligen y ahí no se puede hacer mucho. El fútbol ha ido cambiando, el fútbol de las cinco de la tarde los domingos... eso ya no existe. Es un fútbol diferente, en el cual hay unas televisiones que pagan mucho dinero y por ese dinero se puede tener, no sé si la mejor, pero si una de las mejores ligas del mundo e indudablemente el que paga manda. Eligen los horarios y si a una afición le viene mal (el horario de encuentro) es su problema, no el de las televisiones, que van a intentar amortizar el dinero que ponen. Si tienen que poner un partido, o se lo permiten, a las cuatro de la mañana, no tengas ninguna duda de que lo van a poner.

El VAR le quita autonomía a los árbitros

El entrenador canario, como ya manifestó en el pasado, se muestra receloso con el videoarbitraje y argumenta los motivos de su parecer sobre el mismo.

Este año llegó el VAR (videoarbitraje) a la Segunda División y ya era hora que hubiese esa tecnología, ¿no?

No estoy de acuerdo contigo. Es una tecnología que ya dije que no me gustaba, lo dije el año pasado, y lo digo este. Nos está llevando a unos caminos que yo creo que no son buenos para el fútbol. El fútbol tal y como lo concebíamos acabó. Ahora esto es otro fútbol, otro deporte. Creo que no nos gusta a los jugadores, no nos gusta a los entrenadores, creo que incluso que ni a los árbitros les gusta que el VAR esté constantemente rearbitrando sus decisiones. Creo que se le quita personalidad a los árbitros, porque tienen una voz que les puede decir si sí o si no. Están quitando mucha autonomía y mucho poder de decisión a los 
colegiados. 

Lo que comentan los aficionados, por ejemplo en otro día en Riazor, es que se pierde emoción en los goles...

Está claro. Los partidos duran mucho, los ritmos de juego son distintos, los aficionados se aburren, porque llega un momento en el que no saben si gritar gol, si sentarse, si pitar, si aplaudir... es que no saben qué hacer. Ahora lo importante ya no son ni los jugadores, ni los equipos, ni los árbitros, lo más importante es el VAR. Y si lo importante de un juego, que para mí se tiene que jugar con el corazón y con el alma, es una máquina, por mal camino vamos.