Cudeiro y Ventureira: “A Coruña es una tierra de mujeres pioneras, también en el fútbol femenino”
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Cudeiro y Ventureira: “A Coruña es una tierra de mujeres pioneras, también en el fútbol femenino”

Cudeiro y Ventureira: “A Coruña es una tierra de mujeres pioneras, también en el fútbol femenino”
Juan Luis Cudeiro y Rubén Ventureira, que posan en el Campo da Leña donde vivía Irene, han puesto en escena y dieron valor a la pionera en el fútbol femenino | pedro puig

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La historia es legendaria, pero ha pasado casi un siglo y necesitaba no sólo una puesta al día sino documentarla e incluso descubrir nuevos aspectos. El repaso a la epopeya de Irene González Basanta (1909-1928) sirve para hacer un tránsito por la historia del fútbol coruñés, también por la evolución de nuestra sociedad. Es la peripecia de una pionera del Campo da Leña que hace casi un siglo desafió todas las convenciones no sólo para jugar entre hombres sino para darle su nombre al equipo y convertirse en la primera futbolista profesional en España. Su temprana muerte supuso una conmoción, pero durante años le sobrevivió un cántico entre las niñas coruñesas: “Mamá futbolista quiero ser/para jugar como Irene que juega muy bien/Mamá cuando sea mayor/ganaré mucho dinero jugando al fútbol”.

Los periodistas Rubén Ventureira Novo y Juan Luis Rodríguez Cudeiro tiraron del hilo de la pionera para escribir “Irene y las puertas del fútbol. Historia de una pionera”, un libro en el que desgranan no sólo la peripecia de Irene sino que también se adentran en el contexto en que debió llevarla a cabo y el legado que dejó para que el fútbol no fuese una cuestión restringida al género masculino.

“No hemos escrito un libro de fútbol. Es algo más”, abunda Cudeiro, que recuerda como la idea de escribirlo se remonta a la exposición “Valor e mestría. Galicia como fútbol”, organizada por la Xunta en la Ciudad de la Cultura de febrero a septiembre de 2019 y en la que colaboró Cudeiro y Ventureira ejerció como comisario junto a Antón Castro.

 

Rubén Ventureira: Todo parte de ahí. En la muestra juntamos más de 300 piezas entre trofeos, camisetas, recuerdos y material audiovisual imprescindible para entender la evolución del fútbol gallego, que siempre tuvo un matiz vanguardista. Entre ellas estaba el Balón de Oro que ganó Luis Suárez, el único logrado por un futbolista español. Pero yo creo que lo que más llamó la atención fue la fotografía de Irene en la que salía apoyada en el palo de una de las porterías del viejo Parque de Riazor.

 

Juan L. Cudeiro: Preparé un reportaje que se publicó en la web de “El País” y la foto que se eligió para encabezarlo fue esa. Aquella misma tarde recibí una llamada de teléfono de una señora que se identificó como la sobrina de Irene. Me quedé alucinado, porque las referencias que teníamos es que no tenía descendientes. Las crónicas de la época se referían a ella como “la pobre huerfanita”. Además es que hacía casi cien años de todo aquello… El caso es que Matilde llamó al periódico y la pusieron en contacto conmigo. Hablamos casi una hora y nada más colgar te llamé.

 

R. V.: ¡Y nos liamos y acabamos haciendo un libro! La aparición de Matilde Regaldie nos abrió el abanico de la historia porque ya teníamos el contexto de la época gracias a la hemeroteca, pero nos faltaba el contexto familiar.

 

J. L. C.: Matilde estaba preocupada porque en muchas referencias que existían sobre Irene se contaba que había muerto sola. Y no fue así. Sus padres ya habían muerto cuando ella enfermó, pero ella vivió hasta su muerto en la casa familiar con su hermana Delfina (la madre de Matilde) y el marido de ésta, José. Matilde nos ayudó a ordenar la historia con datos y referencias de lo que le había transmitido su madre, que, obviamente, jamás olvidó a Irene.

 

R. V.: Cómo para olvidarla… Irene fue una celebridad no sólo en A Coruña sino en muchos puntos de Galicia a los que fue a jugar con su equipo. Cobraba por hacerlo, así que podemos decir que fue la primera mujer profesional en España; así me lo confirmó el gran historiador del fútbol Fernando Arrechea. Y fue también la primera en jugar entre hombres.

 

J. L. C: El Irene F.C. era un equipo infantil, pero no era un equipo cualquiera.

R. V.: El término infantil era entonces muy diferente al actual porque englobaba todo lo que ahora serían categorías base. Pero es que no había ligas y, muchas veces, se enfrentaban a conjuntos con jugadores de más edad. A Irene en algunas crónicas le llamaban “Zamorita del sexo débil”, pero el equipo que comandaba no era ninguna broma. En el Racing Orillamar compartió portería con Rodrigo, que después fue un mito del Dépor. En el Irene jugaban a sus órdenes –entonces el papel de entrenador lo ejercía el capitán– futbolistas como Chacho, que todavía hoy tiene el récord de goles marcados en un partido con la selección española y tiene una estatua al lado del estadio de Riazor, o Triana, que tras pasar por el Dépor jugó en el Real Madrid. Eso nos da una idea de la dimensión de Irene, que estaba presente en el origen de lo que podemos denominar escuela coruñesa, un estilo que combinativo y de juego al pie. En el libro ofrecemos detalles sobre ese génesis.

 

J. L. C.: El matiz futbolístico es, obviamente, importante, pero el social no me parece menor. El fulgor de Irene coincide con una época de efervescencia en la ciudad y en el Deportivo, que compite y por fin logra su primer título de campeón de Galicia después de muchos años de triunfos de clubs vigueses. Era un tiempo además en el que la sociedad empezaba a practicar de manera más o menos masiva el deporte como modo de ocio y se generaba un debate en torno a ello porque había tensiones entre quienes defendían esa visión de la vida, vamos a decir que progresista, y quienes alertaban sobre lo “negativo” de hacer deporte. Y el debate se recrudeció cuando la mujer entró de lleno en él.

 

R. V.: En el análisis hemerográfico que hemos hecho y que reflejamos en el libro hay artículos tremendos en periódicos de la época en los que se apunta que a los hombres no les agradan “estos marimachos que lo mismo guían un automóvil que lanzan peso a considerable distancia, que corren desaforadas en reñida carrera pedestre”. Y hay otros que glosan la primera piedra que pone Irene. Había réplicas y contraréplicas.

 

J. L. C.: Era un debate muy vivo. En 1925 el retrato de Irene se exhibía en la calle Real. Era un tiempo en el que la mujer aún no tenía derecho a voto, pero aquel mismo año entra la primera en la corporación municipal, Rosa Buján. Yo creo que en A Coruña iban un poco por delante de otras latitudes.

 

R. V.: Claro. Tenemos el ejemplo de Nita, una chica malagueña que en torno a 1926 se disfrazaba de hombre para poder jugar al fútbol. Cuando la descubrieron pasó por penalidades como apedreamientos. Incluso llegaron a detenerla. En A Coruña, Irene no sólo hace gala de su condición femenina sino que da nombre a su equipo y se exhibe por Galicia con su falta de portera. Sin duda, A Coruña era y es diferente.

J. L. C: Lo que es A Coruña es una tierra de mujeres pioneras y con un extenso vínculo con el fútbol femenino. El legado de Irene no es cualquier cosa. Nuestras mujeres desafiaron las prohibiciones durante la dictadura para armar partidos de fútbol en Carnaval. Y a finales de los sesenta se gestó el Karbo, que fue el primer campeón de España de fútbol femenino. Esa trayecto es interesante y la referencia de Irene siempre debe estar presente. Existe como un vínculo, un hilo conductor que siempre ayuda a retomar, a lo largo de los años, el interés de la mujer por practicar el fútbol. Ya en el siglo XXI lo abandera el Orzán y luego llegan más equipos. Ahora hay casi 7.000 licencias en Galicia.

Esto es imparable y en ese sentido hay que darle valor a la apuesta que hizo en 2014 el Deportivo por situar de nuevo a la ciudad en el mapa al más alto nivel. Y con muchas niñas gallegas que ahora vemos como han progresado.

 

R. V.: Irene es una figura a reivindicar y a conocer, de eso no cabe duda.

 

J. L. C.: La primera vez que vimos a Matilde nos pidió, con emoción, que escribiésemos un libro bonito y que lo hiciésemos para que lo leyesen las niñas que ahora juegan al fútbol y que no conocen esta historia. Yo creo que eso es lo que nos ha empujado a hacerlo. Ojalá que la gente lo disfrute.

Cudeiro y Ventureira: “A Coruña es una tierra de mujeres pioneras, también en el fútbol femenino”

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