Carlos Brizzola: “Mis días de fútbol más felices fueron en Salamanca pero soy un coruñés más”
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Carlos Brizzola: “Mis días de fútbol más felices fueron en Salamanca pero soy un coruñés más”

Carlos Brizzola: “Mis días de fútbol más felices fueron en Salamanca pero soy un coruñés más”
Carlos Américo Brizzola, en una foto reciente | m.d./aec

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Siempre resulta un auténtico placer conversar sobre fútbol con una enciclopedia como Carlos Américo Brizzola, técnico y exfutbolista argentino cuya carrera de corto estuvo marcada por su paso por el Salamanca (1979-83) y el RC Deportivo (83-85).

Sin pelos en la lengua y llamando a todo por su nombre, considera que el cuadro coruñés parte como uno de los claros candidatos al ascenso pero advierte de que su periplo en Segunda B no será un camino de rosas.

¿Quién iba a decirte que un Deportivo-Salamanca abriría una liga en Segunda B?
Son casualidades de los sorteos, del destino, que coincidan los dos equipos en esta categoría después del desgraciado suceso con el Fuenlabrada y todo lo que sucedió luego. Deber tener en cuenta que el equipo que viene ahora aquí es la UDS Salmantino, aunque se quiera vender como UDS Salamanca, que es donde estuve yo y desapareció. Empezaron en Tercera División, compraron el campo y se han metido en Segunda B.

Este encuentro en los años noventa podría haber sido de Primera...
Yo estuve jugando con el Salamanca en Primera en los años ochenta hasta que vine al Deportivo. Un año de los cuatro que estuve en ese club descendimos y nos tocó venir a Coruña para jugar ante el Deportivo. Pero aquel equipo del Salamanca podría haber competido con el Depor de Primera. No coincidieron mucho tiempo en la élite. Cuando uno ha estado en Primera, el otro estaba en Segunda y viceversa. Ha sido una pena que aquel arraigo del Salamanca no haya tenido mucha continuidad hasta ahora.

¿Dónde tuvieron lugar tus días más felices como futbolista?
A nivel futbolístico estuve cuatro años en el Salamanca, tres en Primera, y dos en el Deportivo, ambos en Segunda. A nivel  deportivo mis mayores logros y mis días más felices fueron en el Salamanca pero en el plano personal llevo viviendo en A Coruña los dos años que pasé como jugador y desde 1989 de manera ininterrumpida. Llevo 33 años en total aquí y me siento un coruñés más. Lleva mucha ventaja A Coruña en este sentido.

En el conjunto ‘charro’ llegaste a coincidir con grandes futbolistas...
El primer año que llegué, en la 79-80, cuando me hice con un puesto en el equipo, este era D’Alessandro, Pedraza, Balbino, Bustillo o Tomé, Corominas; Enrique, Teixidó; Juanito, Carlos Báez y ‘Lobo’ Diarte. Era un grandísimo equipo y acabamos la liga muy arriba.

Imagino que el ambiente en el Helmántico era fantástico, mucho más cálido que ahora...
Sí, creo que fue la mejor época del club entonces cuando El Helmántico se llenaba cada semana ante auténticos equipazos como Barcelona, Real Sociedad, Athletic, Atlético, Madrid... era una locura. Había una peña unionista universitaria con más de 7.000 miembros. Rondaba el club los 20.000 socios, se vivía el fútbol con euforia.

A tu juicio, ¿por qué el RC Deportivo ha dado con sus huesos en la categoría de bronce?
Única y exclusivamente porque se han hecho muy mal las cosas tras todo lo sucedido en la visita del Fuenlabrada. También debido a una primera vuelta pésima del equipo y a la derrota inesperada ante el Extremadura en Riazor.

A buen seguro que la conclusión de la campaña con la ‘no disputa’ del Depor-Fuenlabrada te sorprendió...
Sí, pero estoy convencido de que si se hubiesen dado otros resultados en la última jornada el Depor quizás no habría protestado tanto y serían los otros equipos implicados, Lugo o Albacete, los que hubieran montado todo el follón. No es lo mismo como jugador y como entrenador afrontar un partido jugándote la vida sin saber el resultado del rival, la presión es distinta, sin duda. 
 

¿Te ilusiona el proyecto de reconstrucción actual del club herculino?
Sí, ha habido bastantes jugadores que han cambiado de aires y hay que respetar esas decisiones porque los futbolistas son profesionales. Debemos agradecer y reconocer a la gente que ha continuado, que hace relativamente poco estaba en Primera. La plantilla es muy buena y ahora hay que hacer un equipo. Creo que no veremos el verdadero nivel del Deportivo hasta los seis o siete primeros partidos de la temporada porque esta pretemporada ha sido de muy pocos amistosos.

La temporada, por el modelo competitivo, se presume intensa y apasionante...
Es verdad que esta temporada ya no van a valer los empates fuera de casa y lo que antes ganar en casa y empatar fuera ahora no te llega porque acabarías con 36 puntos y tal vez un club de otro grupo te llegue a los 50 puntos. No habrá descanso y el club tendrá que controlar la puntuación de otros grupos. Va a ser una labor ardua por parte del entrenador sacar el mejor rendimiento según el pico de forma de cada jugador a lo largo del año.

¿Sientes miedo o recelo acerca de la capacidad para sobrellevar la presión de un equipo que desde la cruel noche de Son Moix no ha dado la talla?
El año pasado, después del no ascenso en Mallorca y de lo cerca de lo que se estuvo con el cabezazo de Marí, el comienzo fue nefasto en todos los sentidos. No sé si no se acertó con los jugadores o el técnico pero en ningún momento de la primera vuelta se veían opciones de salir de ahí abajo. El equipo estaba cada vez más hundido. Con Fernando Vázquez y un cambio táctico el equipo ganó en músculo y confianza para firmar victorias, cortas pero victorias. Era el tiempo del “sí, se puede”. La primera vuelta fue un duro hándicap.

¿Qué fichaje del Depor 20-21 te ilusiona más?
Hay jugadores que tienen que marcar la diferencia. Uche Agbo mostró en cinco o seis partidos al final de Liga un gran potencial. Incluso desde su debut ante el Albacete. Al verlo jugar no tuve dudas y pensé que “este es el mediocentro del Deportivo”. Tardó en entrar pero demostró que es un futbolista muy importante. Junto a él Borges da equilibrio, presencia, defensa, orden y llegada. Nos falta ver el buen momento de Keko Gontán, me han hablado muy bien de Lara... Miku, con su experiencia en Primera, debe de tener cosas que ayuden y me queda la duda de si Rolan estará o no. Es de otra categoría.

¿Cómo intuyes que debe ser el equipo en Segunda B?
Es una competición muy complicada; el equipo debe ser sólido defensivamente, porque el rival va a estar muy metido atrás y jugará a la contra. El Deportivo debe saber replegar y correr hacia atrás. Hay equipos muy preparados para la contra, con futbolistas muy veloces en todos los equipos.

¿Qué valoración haces del fútbol sin público?
Es otro deporte; en un deporte de equipo la falta de público te puede hacer perder la concentración, el campo de fútbol es enorme y cuesta engancharse a lo que sucede sin aficiones. El ánimo y la motivación que te da la gente te hace estar más enchufado. Sin ellos en las gradas el ritmo cae muchísimo. 

¿Tendrá éxito el próximo curso el entrenador con mayor capacidad de adaptación a los factores externos que puedan suceder?
Sí, adaptarse rápido y prever entrenamientos técnico-tácticos con variables sobre la marcha, acerca de las informaciones que te den los test 48 horas antes de cada partido. Habrá muchos parones, posibles aplazamientos y el equipo perderá ritmo. Es un trabajo importante de cuerpo técnico en el que todo debe estar muy calculado.

Carlos Brizzola: “Mis días de fútbol más felices fueron en Salamanca pero soy un coruñés más”

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