Antonio Rodríguez Rubiales (20 de diciembre del 1990, A Coruña) es Toño, entrenador del Victoria femenino, que este fin de semana afronta su octava temporada consecutiva en Primera Nacional. El técnico cumple su segunda campaña al frente del equipo blanquinegro y no le pone techo. Apuesta por el fútbol combinativo y por las chicas de la casa.
La pretemporada del Victoria empezó el 22 de julio, ¿cómo le ha sentado a las jugadoras?
Físicamente llegamos mucho mejor que el año pasado, aunque es cierto que hemos tenido alguna lesión. A nivel técnico-táctico mantenemos las bases del año pasado y tenemos mucho ganado.
El objetivo es acabar lo más arriba posible, pero hay rivales potentes
De la plantilla actual destaca la apuesta por la continuidad, ¿en qué os beneficia?
Exceptuando a cinco jugadoras que no siguen, las demás ya estaban el año pasado y solo hemos fichado a dos chicas de fuera. Nos sirve de mucha ayuda porque ya conocemos sus puntos fuertes y débiles, las características y lo que nos pueden aportar al modelo de juego y en el planteamiento de los partidos.
¿Cuál es ese modelo de juego que pretendes implantar en el Victoria?
Nuestra intención es correr lo mínimo detrás de la pelota y hacer que el rival se vea sometido. Para eso mezclamos el juego de posición con una presión alta tras pérdida. Damos vía libre a los desdoblamientos ofensivos y a los apoyos sobre el balón.
Nuestra intención es correr lo mínimo detrás de la pelota y someter
al rival
Contra el Depor en la final de la Copa Diputación ya se pudo comprobar esa intención de tener el balón, ¿no es arriesgado ante un rival tan superior?
Lo pudimos comprobar en la sesión de vídeo que hacemos después de cada partido: hicimos dos o tres salidas muy buenas, con posesiones de minuto y medio. Sabíamos que el partido se definiría en las áreas y ahí el Depor es claramente superior, pero por el 6-0 puede parecer que nos metieron una paliza y lo cierto es que tres goles llegaron en el descuento. Fue un resultado exagerado.
¿Cuál debe ser el objetivo del Victoria en su octava temporada consecutiva como equipo de Primera Nacional?
Nuestro objetivo tiene que ser el de acabar lo más arriba posible. Los seis equipos que terminaron por encima nuestro la pasada temporada no están en la categoría este año. Es cierto que hay otros rivales potentes y que ofrecen cantidades desorbitadas para fichar.
¿Cuáles son esos rivales que optarán al título y a la lucha por el ascenso a Segunda?
Sabemos que el Deportivo B va a estar físicamente por encima del resto porque se entrena las mismas sesiones que el primer equipo y varias de sus jugadoras se ejercitan con el equipo de Primera. Tenemos dudas con los otros filiales, Oviedo B, Racing B, Sporting B... El Monte es un equipo que ha perdido potencial, el Valladares y el Victoria FC tienen una filosofía muy parecida a la nuestra y el Interrías, recién ascendido, es de otro nivel económico: ha fichado a ocho jugadoras del Matamá y a seis portuguesas.
Ha cambiado la filosofía del Victoria, de tener a muchas jugadoras foráneas a vivir casi exclusivamente de la cantera, ¿a qué se debe?
Desde que llegué la temporada pasada pensamos que fichar gente de fuera no nos compensa si no mejoran lo que tenemos aquí. Hay chicas de casa que merecen mucho la pena. Además, potenciando nuestra cantera tenemos la opción de hacer una pretemporada, algo que hace años no se hacía en el Victoria porque las chicas de fuera no llegaban hasta el inicio del curso.