Hace unas temporadas estuvo cerca de fichar por el Liceo. Pero es ahora cuando vive su primera campaña como verdiblanco. Jordi Adroher está siendo fundamental para el líder de la OK Liga, destacando en los últimos partidos por su habilidad no solo para conseguir goles, sino para hacerlo en faltas directas o penaltis. Pero él, que está curtido en mil batallas, sabe que no hay una varita mágica para anotarlo todo, y que aún queda un largo camino por recorrer. La próxima parada: cerrar la primera vuelta en Riazor ante el Lleida.
Tras el triunfo del domingo en Reus, indicó que “esta última victoria ha sido muy importante después del sabor agridulce que nos dejó el empate con el Caldes y la derrota en la Supercopa. Hemos tenido una buena reacción, siendo muy sólidos”, señala.
Según comenta el ariete, “es difícil de valorar si estoy en el mejor momento de mi carrera. Lo que está claro es que me siento muy bien y muy cómodo”.
Satisfecho de militar en un “histórico” como el Liceo, cree que “estamos en una línea muy positiva, y mejorando” para conseguir un título que no alcanza el equipo desde 2013. “Pero todavía no hemos alcanzado el ecuador de la competición. Tenemos que ir partido a partido y nuestro próximo compromiso es contra el Lleida”.
Más tiempo
Un partido que se disputará el próximo martes. “Vamos a tener algún día más para prepararlo, pero nos enfrentaremos a un gran equipo”.
El Lleida es tercero, y segundo es el Barcelona, que tiene tres puntos menos. Como es habitual, los de Edu Castro dan poco margen de error a sus rivales. “No pensamos mucho en el resto, nos centramos en nosotros. No hacemos grandes planes. Quizás suena un poco tópico, pero es la realidad. La presión nos la ponemos nosotros cada día. No nos fijamos mucho en otras cosas”.
Y en las últimas jornadas, Adroher ha tenido que soportar bastante presión. La de la responsabilidad de lanzar faltas directas o penaltis. Pero la está resolviendo con mucha solvencia. ¿Hay algún truco? ¿Habilidad, experiencia, talento? “Acertar o fallar son dinámicas, que van pasando a lo largo de la temporada”, explica el jugador. “Por eso no hay que perder lo realmente importante, el trabajo en equipo”.
Eso sí, reconoce que acertar a bola parada “es muy importante en el hockey actual. Es algo que hay que trabajar”.
Y... ¿En qué medida influye el portero que tienes delante? “Claro que influye. Cada uno tiene diferentes formas de parar, de moverse... Lo importante es que hay que anticiparse a lo que haga”.
Hasta ahora, el Liceo solo ha disputado la Supercopa de España, mientras sigue en plena OK Liga. “Sería bonito disputar también la Liga Europea. Pero está en el aire, no sabemos qué va a pasar, cuál será el formato. Y la Copa del Rey, en Riazor, también la queremos jugar”.
Pase lo que pase, esta temporada tiene, en líneas generales menos carga de partidos. “Es diferente. Hay veces que jugamos un partido por semana, pero también hemos disputado tres. Nos tenemos que adaptar”.
Y en el tema de adaptarse, está claro que tanto él, como el otro fichaje del Liceo, César Carballeira, lo llevan bastante bien. “Llegamos a un equipo que ya estaba hecho. Nos hemos acoplado bien. Además, A Coruña es una ciudad que me gusta, tiene mucha calidad de vida. Lástima que con las restricciones no se pueda disfrutar tanto... Pero eso pasa en todos los sitios”.