‘Barritos’, toda una vida de dedicación al fútbol y al Deportivo
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‘Barritos’, toda una vida de dedicación al fútbol y al Deportivo

‘Barritos’, toda una vida de dedicación al fútbol y al Deportivo
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Juan Ángel Barros Botana, coruñés nacido en el barrio de Monelos y criado en la localidad de Redes (Ares), representa el pasado, presente y futuro de un RC Deportivo en donde cumplirá próximamente tres décadas de servicio.

Presente en más de 1.600 encuentros oficiales del club y partícipe de los seis títulos oficiales que relucen en sus vitrinas, ‘Barritos’ —socio 610 del Depor— desgrana en dxt sus innumerables vivencias en el mundo del fútbol.

Como no podía ser de otra forma, el ahora delegado blanquiazul se enamoró de este deporte desde la infancia.

“Cuando era niño no había muchos equipos federados, jugábamos en la calle normalmente, partidos de un barrio contra otro. Óscar Medín había organizado un torneo entre Os Castros, Castrillón y La Curva, que era un equipo de A Gaiteira. Yo era de Monelos. Íbamos uniformados. Nos gustaba el fútbol, tampoco había las mismas distracciones de ahora. Yo tenía nueve o diez años y me encantaba este deporte”, confiesa.

Sin descuidar su preparación académica, comenzaba a ilusionarse con sus primeros pasos propinándole patadas a un balón de cuero.

“Estudiaba en Maristas y había dos personas que también cursaban allí, Echevarría y Romero, que eran muy amigos de Lendoiro. Estaban en el Ural y nos hicieron pruebas en Santa Margarita. Mi primer equipo fue el Ural, pero al vivir con mis abuelos y mi tío, que era vicepresidente del Oza Juvenil, me marché tras un año a este equipo en Infantiles”, dijo. 

Aunque paladeaba cada entrenamiento y partido disfrutando cada instante, muy pronto decidió cambiar la pelota por el silbato. La vocación de colegiado llamaba a su puerta.

Jugué en el Ural y en el Oza Juvenil hasta los 22 años; ahí empecé a dirigir partidos

“En el Oza milité en Juveniles y también en Modestos, hasta que a los 22 años dejé el fútbol en activo por el arbitraje; mi amigo Raúl García de Loza me llevó al Colegio de Árbitros y comencé a dirigir partidos. Poco a poco te va enganchando. Empecé de juez de línea, muchos partidos en La Granja y después fui escalando categorías. A los 25 años ya estaba en Tercera División e iba de línea a Primera y a Segunda. Me dio pena dejar el fútbol, si pudiera lo seguiría practicando ahora”, relata.

Habiendo sido cocinero antes que fraile, su experiencia futbolística le sirvió como enriquecimiento personal.

“Jugar al fútbol me ayudó mucho a conocer la mente y la reacción del futbolista, las reglas de este deporte, las disputas de un balón, las entradas, el momento psicológico del jugador. Ni como futbolista ni como delegado del Deportivo me han amonestado. Era un jugador correcto en el campo, interior derecho o delantero, de carácter tranquilo”, precisó.

En su carrera como trencilla admite que le tocó vivir numerosas experiencias positivas y también alguna no tan grata.

Nunca fui con miedo a un campo; si volviera a nacer repetiría como árbitro

“Tuve momentos delicados pero nunca fui con miedo a un campo de fútbol. Trataba de ser justo. En el fútbol modesto igual había algún cabreo puntual pero no tuve ningún altercado grave. Pude haberme equivocado pero nunca fui indolente en mi trabajo. Si volviese a nacer repetiría como árbitro”, destaca.

Al tiempo que se sucedían sus progresos en el mundo del balompié, ‘Barritos’ fue impregnándose de una devoción total por el club más representativo coruñés, el RC Deportivo.

La primera vez que vi al Depor en Riazor fue a los 10 años; ahora soy el socio 610

“La primera vez que lo fui a ver, aparte del Teresa Herrera, fue con diez años, en un Deportivo-Valladolid del año 1962, cuando se traspasó a Amancio al Real Madrid y en el que se logró el ascenso a Primera División”, apuntó.

Las puertas de la entidad de la Plaza de Pontevedra se le abrirían de par en par a principios de los noventa.

“Doy el salto al Deportivo en la temporada 90-91, tras dejar el arbitraje por un problema importante de salud a los 29 años; fue un palo para mí porque me veía en Segunda División y ya no pude dirigir más partidos. Luis Sánchez Doporto, el directivo de Lendoiro, me propuso ser delegado del Depor, llevo 29 años en el cargo y alrededor de 1.600 partidos oficiales con el Deportivo. Es un orgullo haber estado en los seis títulos del equipo, porque es el equipo de tu ciudad, de una Coruña a la que quiero mucho, y de tu equipo de siempre, ya que soy el socio 610 del club”, afirma.

Llevo 29 años, alrededor de 1.600 partidos y estuve en los seis títulos; es un orgullo

Para mantener intacta su pasión por el RC Deportivo, Barros Botana incluso se expuso a una posible sanción del Comité de Árbitros.

“Había una norma que al ser colegiado nacional no te permitían ser socio de ningún club; lo puedo entender, puede haber suspicacias. Al Depor no le podía pitar en Primera o Segunda pero sí en Juveniles, por ejemplo. Me dijeron que no podía ser abonado. A los quince días lo pensé y me hice socio igual y aquí estoy, no me di de baja”, bromea.

Muy querido por todos los estamentos del club blanquiazul, el delegado explica el secreto de su popularidad y el cariño que irradia.

Los jugadores son como mis nietos, antes eran mis hijos y anteriormente, mis hermanos

“En la vida mi familia me dio unos valores, respetar a todo el mundo, escucharlo y, si puedo, ayudarlo. Convivo con un equipo de fútbol. En la actualidad son como mis nietos, antes eran como mis hijos y antiguamente, como mis hermanos. Si puedes darles un consejo cuando los ves decaídos te lo agradecen a la larga”, matiza. 

“Tienes que sacar fuerzas de flaqueza para levantar a jugadores como Djukic cuando fue lo del penalti, a veteranos desconsolados por un descenso como Valerón o Manuel Pablo... Cuando se fueron Mauro o Fran lo sentí mucho. Lloré cuando se fue Garitano porque era una gran persona y entrenador”, añadió. 

Barros se sincera al hablar de Natxo González, técnico destituido en este mes de abril. “Le tengo un cariño enorme, estuve 202 días con él, en su despedida se emocionó al hablar de mí”, recuerda.

El ‘eterno delegado’ hace un breve repaso de las ‘leyendas’ con las que coincidió en el club. “Lendoiro fue un adelantado a los tiempos del fútbol. Si coge a un equipo con el presupuesto de Madrid o Barcelona nos echan de la Liga porque no perdemos más. A Arsenio Iglesias le tengo un cariño impresionante, es como si fuese mi familia”, detalla.

Desde la presente campaña, ‘Barritos’ dispone de una peña de seguidores con su nombre. “Estoy orgulloso, estuve con ellos en Oviedo, los conocí y me regalaron una bufanda con mi cara. Que te quieran en tu propia ciudad es una maravilla”, concluyó.

‘Barritos’, toda una vida de dedicación al fútbol y al Deportivo

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