Solo una semana después de la ansiada reinaguración de la pista más emblemática del país, Vallehermoso en Madrid, el atletismo español vuelve a estar de estreno, y por ende de enhorabuena. La pequeña localidad alicantina de La Nucía, de apenas 18.000 habitantes, estrenaba estadio de atletismo. Una pista rodeada de un complejo que es un ejemplo de lo que debe ser una ciudad deportiva. No hay una sola disciplina que no se pueda practicar en sus instalaciones.
Fue la primera vez que la provincia de Alicante acogía un campeonato de España absoluto, lo que le supuso a La Nucía todo un reto de infraestructuras y organización, que rayó la perfección, y que generará un impacto económico global de 2,5 millones de euros.
Un Nacional atípico, muy alejado de las fechas tradicionales (a finales de julio normalmente), que hizo mella en muchos de los atletas, algunos primeros espadas, como Bruno Hortelano, Laura Bueno, Sara Gallego, Juliet Itoya, Sabina Asenjo y Aitor Ekobo, todos campeones de España la temporada pasada en Getafe.
Lo tardío del campeonato hizo estragos sobre todo en los atletas de las categorías inferiores. Muchos de ellos optaron por dar por finalizada la temporada al término de sus respectivos campeonatos. Otros fueron cayendo sobre el camino, con lesiones de última hora, como el caso de la coruñesa Paula Iglesias, con un problema en el isquio que le hizo renunciar al campeonato.
Como dato, la comparación de los atletas presentes en la edición de la temporada pasada con 727 y los 547 de esta edición.
Pero el campeonato tenía todos los alicientes para brindarnos unas jornadas espectaculares, con el aliciente de jugarse a una carta la presencia en los Mundiales de Doha de finales de mes.
En clave coruñesa la primera en salir a la pista sería la lanzadora de la Escuela de Lanzadores Carmen Sánchez Parrondo. La pupila de Necho Fernández llegaba con la segunda mejor marca de todas las finalistas, solo por detrás de Arantza Moreno, con un mejor lanzamiento de 58,97.
Las medallas se las jugarían las dos citadas, junto a la mejor jabalinista española de la historia, Mercedes Chilla, y la atleta que defendía el título, la barbanzana Lidia Parada. Pero esta cayó lesionada el día anterior de la competición siendo baja de última hora.
En el primer lanzamiento la atleta vasca ya dejó sentenciado el título al irse a 54,67 metros, inalcanzables para el resto. La atleta de la Escuela de lanzadores hacía los dos primeros lanzamientos por debajo de los cincuenta metros, 48,54 y 48,24, que la afianzaban en el podio.
Quinto sensacional
Los dos siguientes lanzamientos serían nulos para soltar el brazo en el quinto e irse a unos sensacionales 53,78 metros, lo que le suponía batir su mejor marca personal (la anterior estaba en 53,00.
La medalla de plata estaba ya en su cuello, su tercer metal en categoría absoluta. La última que vez que subió al podio absoluto era de categoría sub-20. Solo tenía la incertidumbre de que la excampeona de Europa Mercedes Chilla sacara su gen competitivo, ese gen que la llevo a sus grandes gestas, pero esta se quedó en 52,90. La Escuela de Lanzadores sigue sumando preseas a su increíble palmarés.
Por su parte, Manuel Uriz no pudo pasar de la décima posición en la prueba de jabalina. El excampeón de España hizo un mejor lanzamiento de 62,62 metros.
El velocista coruñés Mauro Triana afrontaba el campeonato después de estar en Alemania, Polonia y Madrid con la selección española. Llegaba con una gastroenteritis que hizo que casi no pudiera entrenar la última semana, por lo que optó por no doblar prueba y hacer sólo el 200, donde mejor se defiende. No en vano, esta temporada fue subcampeón de España absoluto bajo techo.
En la primera eliminatoria le tocaba lidiar con uno de los favoritos, gran amigo y compañero de equipo, Dani Rodríguez, que junto con el catalán Pol Retamal salían como aspirantes para hacerse con el título. El coruñés realizó un tiempo en eliminatorias de 21.85 con un viento en contra de -1.8.
En la semifinal se volvía a enfrentar a Pol Retamal, un punto por encima del resto, y con el incómodo invitado de todo el campeonato, el viento. Sopló con menos tres en contra, que hizo imposible correr rápido, pero el objetivo era meterse de nuevo en una final. Entraría segundo con un crono de 21.98, con lo que tenía el pase directo a la final.
En ella, Eolo dio un respiro con lo que se avecinaba una fuerte batalla con tres atletas buscando el podio, Pol Retamal, Dani Rodríguez y el coruñés, con la gran incógnita del campeón de España de 100, Sergio Juárez, que estaba en un momento dulce.
Buena salida
Mauro Triana tuvo una muy buena salida, cogiendo rápidamente la compensación al atleta que le precedía, entrando muy fuerte en la recta para mantener la pelea con Dani Rodríguez por la medalla de plata. Al final el catalán Pol Retamal se hacía con su primer título de campeón de España absoluto con 20.80, con el granadino Dani Rodríguez plata con 21.06 y Mauro Triana bronce, con 21.26 -0.3. De esta manera, el velocista coruñés consigue su séptima medalla en un campeonato de España absoluto.
Ana Pajarrón sería la representante coruñesa en los 400 metros vallas. Llegaba con una marca de 1:02.63. En carrera picó el paso en casi todas las vallas que la descentró y decidió parar a falta de 150 metros.
En las vallas cortas, Antía Martínez Queimaño llegaba con una marca de 14.41. La intención de la campeona gallega absoluta era poder rebajar su mejor marca personal, lograda la temporada pasada en Getafe con un crono de 14.33. Pero el viento, triste protagonista de todas las jornadas matutinas hizo que fuera imposible atacar su mejor marca, llegaría quinta en su semifinal con un crono de 14.88 con viento contrario de 1.4.
Quedaba la guinda y esta vendría en el relevo 4x100 donde tomaba parte Mauro Triana con Patrick Chinedu, David Rodríguez y Arian Olmos Téllez. El cuarteto del Playas se haría con la medalla de plata con un crono de 40.50, por detrás del FC Barcelona, que corrió con Joel Ferrando, Angel David Rodríguez, Pol Retamal y Jon Martínez. Se hicieron con el oro con 39.69.