Empieza la liga en O Carral, un campo que por sus dimensiones no permite errores. Un mal control o un mal pase es sinónimo de ocasión en contra. A veces no vale la pena el riesgo. Y menos en el primer partido de la temporada cuando a los jugadores todavía le baila el ajuste de la precisión.
Sin embargo, en el estreno liguero en O Carral emergió la figura de un futbolista que rompió el continuo ir y venir del balón por los aires y el miedo a controlar un balón por temor a perderlo. Fue Jacobo Eibe Fandiño (A Coruña, 1992). El centrocampista del Sofán quiso calmar el juego, se atrevió con algún detalle técnico de calidad y además fue determinante en el triunfo de su equipo ante el Montañeros (3-1) con dos goles.
“Estoy muy contento. Individualmente hice un partido bastante completo y colectivamente también estuvimos muy bien quitando primeros cinco minutos”, afirma Jacobo Eibe, que empató el choque tras la pájara del Sofán en el inicio del encuentro.
“Lo habíamos hablado justo antes de salir, que en los primero cinco minutos no se podía generar nada en nuestra área. Es la primera jornada, hablas eso y nos marcan... Pero somos un buen grupo y reaccionamos bastante bien a las adversidades” apunta Eibe.
Aunque para reaccionar bien a las adversidades también hay que tener a alguien en tu equipo que cinco minutos después del 0-1 sepa mandar una falta a la escuadra para empatar. Así lo hizo Eibe.
“El balón no iba muy esquinado pero me salió fuerte y al portero no le dio tiempo a reaccionar”, explica el centrocampista.
A partir de ahí el Sofán se sintió cada vez más cómodo y, como ha sucedido en numerosas ocasiones en las últimas temporadas, supo sacar el máximo fruto a las características de O Carral.
“Tenemos O Carral bastante dominado y sabemos que en diez minutos le podemos dar la vuelta al partido. Aunque tengamos diez minutos de despiste sabemos a lo que hay que jugar para poder darle la vuelta al partido”, admite.
Por eso la actuación de Eibe fue tan a contracorriente. En un campo que no te deja respirar fue el antídoto contra la prisa. El centrocampista explica cómo adapta su fútbol y su estilo de juego a un escenario así: “No es el campo más apropiado para el fútbol combinativo, que es lo que me gusta. Pero el fútbol directo también tiene sus cosas buenas porque a balón parado tengo más opciones. Nosotros jugamos directo con Raúl y él, o te baja el balón o te saca una falta”, afirma Eibe.
No obstante, el 1-2 del Sofán llegó tras una acción colectiva culminada por uno de los nuevos fichajes, Martín Pereira. Eibe, que destaca que la actuación de los recién llegados estuvo a la altura, también admite que el Montañeros pudo encontrar el empate en el tramo final de partido: “En la segunda parte sufrimos un poco pero supimos solventar la situación”.
El peligro de empate lo solventó precisamente Jacobo Eibe. Le cayó un balón en el círculo central con el Monta volcado y con un toque sutil se deshizo del último defensa. En el mano a mano ante Bugy volvió a demostrar que la prisa no es lo suyo, lo regateó con calma y marcó el 3-1. No está mal para empezar.