Víctor Sánchez del Amo, destituido el pasado sábado como entrenador del Málaga por “causas disciplinarias”, lamentó que, tras la difusión de un vídeo íntimo suyo de contenido sexual por las redes sociales y ser víctima de una extorsión, el club no le preguntó por su “familia” ni por él ni por cómo se sentía.
En una rueda de prensa en un hotel malagueño, el técnico recriminó a la dirección del Málaga su actuación en torno a un asunto “muy serio”, no para “hacer bromas, y criticó que, aparte de que no se interesase por él ni por su familia, le propusieran abandonar su cargo renunciando a parte del salario incluyendo un periodo que ya había trabajado.
El madrileño anunció que demandará al club por un despido “indigno”, agradeció la labor de la Policía Nacional y recordó que ha sufrido un delito por violación de su derecho a la intimidad, con acoso y extorsión, mediante la captación de imágenes sin su consentimiento. “Estamos hablando de delitos cuyas víctimas llegan a situaciones de suicidio”, en su mayoría menores y mujeres, por lo que es algo para tratar de una manera muy seria, resaltó el exentrenador malaguista.
También se mostró agradecido por todas las muestras de apoyo recibidas, entre ellas un mensaje del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales: “Me sentí abrumado”.