La selección femenina tratará de tocar el cielo, coronándose hoy (12.30, La 1) por primera vez en su historia campeona del Mundo ante los Países Bajos, en una final que tendrá como premio añadido la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio.
La culminación de un sueño que arrancó hace once años en el Europeo de Macedonia, cuando una nueva hornada de jugadoras acabó con todos los prejuicios, colgándose una medalla de plata, que dio origen a la leyenda de las ‘Guerreras’.
Las Eli Pinedo, Marta Mangué o Macarena Aguilar situaron en los años siguientes a España en el epicentro del balonmano mundial con una nueva plata continental, un bronce mundialista y, sobre todo, un bronce olímpico en los Juegos de Londres, que les hizo un hueco en la memoria colectiva de este país.
Un fulgor que fue apagándose paulatinamente, hasta revivir con fuerza en este Mundial de Japón con un equipo plagado de nuevos rostros, pero con el mismo espíritu guerrero.
Carácter competitivo que ha permitido a la selección española lograr lo que parecía un imposible hace apenas un par de semanas, cuando arrancó el torneo en busca de una plaza para los preolímpicos, plantarse en la gran final.
A base de defensa, mucha defensa, y de un inteligente y fluido ataque, las de Carlos Viver han ido superando todos los obstáculos que han ido encontrándose en el camino.
Punto culminante
Una trayectoria que tuvo su punto culminante, en espera de la final de hoy, con la auténtica lección de juego que ofreció en las semifinales ante la todopoderosa Noruega, la gran dominadora en la última década del balonmano mundial.
Pero las ‘Guerreras’ no se conforman, quieren más, quieren coronarse como el mejor equipo, quieren gritar a los cuatro vientos que España ha regresado a la élite mundial.
“Ya es tarde para que nos entre el miedo”, aseguró el preparador español al ser preguntado por su rival en la gran final.
Y eso que los Países Bajos, un conjunto que ha peleado por los metales en todos los grandes campeonatos desde que se colgó la medalla de plata en el Mundial de 2015, es un equipo para asustar.
Pero la fe y la confianza del conjunto español en sus propias posibilidades le permiten soñar con superar cualquier reto, por difícil que parezca.
Confianza que se sustenta en un trabajado esquema de juego que tiene su máxima expresión en el sistema defensivo del equipo español.
Una auténtica tela de araña que ha conseguido anular ya en este torneo a estrellas como la rumana Cristina Neagu o la central noruega Stine Oftedal en el duelo de semifinal.