Todos los clubes han tenido que adaptarse a la nueva situación en los últimos meses. Y si hay uno que presume de haber encontrado su sitio en los tiempos actuales, e incluso de mirar el lado positivo, ese es el Judo Club UDC.
Así lo asegura su gestora y responsable de la formación interna, Marta Sevilla, que indica que “desde el minuto uno del estado de alarma nos pusimos a hacer actividades”.
Uno de los retos fue seguir dando clase, y además a un número de alumnos importante (un centenar). “Empezamos las clases virtuales, desde los niños de tres años hasta los mayores. Los alumnos se conectaban y recibían la clase en su casa”.
Pero no se quedaron ahí los intentos del JC UDC para mantener encendida la llama de un deporte que a sus responsables les apasiona. Y de paso resolvieron el dilema de cómo otorgar los nuevos cinturones. “Inventamos una especie de juego, al que llamamos ‘La casa de papel judoka’, basado en la serie de televisión, pero con un formato infantil. Los alumnos tienen que superar una serie de retos y así sumar puntos para conseguir el cinturón. Tiene una duración de dos meses, entre el uno de mayo y el 30 de junio”, explica Marta Sevilla.
De ahí que, cuando se pueda, “queremos organizar un acto presencial, para darle a los judokas sus cinturones y sus diplomas. Y darles la enhorabuena no solo a ellos, sino también a sus familias, que son una parte muy importante de sus logros”.
Necesario
Aunque el JC UDC se ha adaptado bien a las nuevas circunstancias, también echaban de menos las clases presenciales, que han iniciado esta semana.
“De momento las estamos impartiendo a los medianos y a los mayores. Son al aire libre. Las hacemos en el entorno de Bastiagueiro, o en los parques. Están siendo un éxito”, dice Marta Sevilla.
Y, como de momento tienen que ser sin contacto, “están mejorando en otras facetas. Nos preocupa que mejoren su condición física y también la técnico-táctica, así como la cohesión del grupo. Y es que, aunque el judo es un deporte individual, el grupo tiene mucha importancia en los entrenamientos. Cuanto mejor sea el grupo, mejor será cada uno de los individuos”.
Marta Sevilla no se olvida de reconocer “el trabajo de nuestro director, Edu Carballeira, que ha sabido articular todo”.
El Judo Club UDC ya está pensando en el futuro, y confía en que en septiembre puedan empezar las clases presenciales. Será un nuevo paso para este grupo de deportistas y profesores que le han sabido plantar cara a una pandemia que ha afectado a todos.