Regresó el Depor a Riazor, tras su cuestionada y sufrida actuación en el césped sintético de Guijuelo, y se impuso al Racing de Ferrol con autoridad y con un fútbol brillante que solo duró un cuarto de hora, coincidiendo con el estreno de Diego Rolan con la camiseta blanquiazul, que apenas tardó seis minutos en marcar su primer gol con el cuadro coruñés, que deja a los herculinos como líderes en solitario.
La escuadra blanquiazul sí fue, en el arranque de partido, ese equipo superior que se espera en Segunda B. Se vio la mejor versión de esta temporada, la de un conjunto que no escondió su condición de favorito, llevó el mando, asfixió al Racing de Ferrol, que tuvo muchísimos problemas para sacar el balón jugado, y exhibió pegada en un derbi que tuvo que esperar 40 años para revivirse en la Liga. Sin embargo, esa imagen de poderío que tanto ansiábamos apenas duró quince o veinte minutos, ya que a medida que avanzó el encuentro, los blanquiazules se contentaron con tener controlado al adversario, que apenas inquietó a Carlos Abad, y volvieron a caer en un juego pausado, pero vulgar.
Fernando Vázquez se decantó por un sistema con dos delanteros, con Claudio Beauvue acompañando en punta al uruguayo Diego Rolan, que pese a comprometerse en septiembre de 2017 con el Depor de cara a la temporada 2018-19, no fue hasta ayer cuando jugó su primer partido oficial con la escuadra herculina, tras varias cesiones en las campañas anteriores y la imposibilidad de traspasarlo a otro club este mismo verano.
El Depor comenzó mandando y, tras un tímido disparo de Beauvue desde la frontal del área en el minuto 4, en la siguiente acción se produjo la jugada que encarriló la victoria herculina. Rolan se internó en el área, encaró a Yeferson Quintana y al intentar regatear al central racinguista, la pelota se estrelló en el brazo del defensa charrúa. Penalti claro que el propio Rolan transformó con un disparo a media altura y ajustado al poste derecho.
El Depor por fin se sentía a gusto haciendo circular el esférico; Borja Galán se mostraba muy activo y generaba mucho peligro en la zona de tres cuartos, aunque fallaba en el último pase; Rolan quería presentarse ante el público deportivista y no dejaba de ofrecerse, mientras que Eneko Bóveda se incorporaba al ataque con facilidad, pero no estaba acertado a la hora de centrar.
Los visitantes avisaron a los 12 minutos. Joselu se internó por la banda izquierda y metió un peligroso centro raso al área que Mujaid, atento y rápido, despejó a córner.
Pasados los primeros 20 minutos, el conjunto coruñés seguía mandando, pero ya con menos profundidad y el Racing empezaba a serenarse. De todas formas, cada vez que intentaba sacudirse el dominio, aparecía Uche Agbo para mantener el equilibrio en la medular. La eficacia, la contundencia y el pragmatismo del nigeriano son vitales.
En el minuto 36, David Rodríguez hizo trabajar a Carlos Abad por primera vez. En una falta lateral y tras varios rechazos, el balón le cayó al delantero de Talavera de la Reina, que, desde el balcón del área, efectuó un potente remate que el portero atajó sin problemas.
La réplica del Depor llegó cuatro minutos después, por medio de un chut de Borja Galán, tras una jugada hilvanada, pero la pelota se marchó alta.
Los enormes problemas de los racinguistas para sacar la pelota jugada quedaron personalizados en Elsinho en la última acción del primer tiempo, cuando se complicó la vida en exceso al borde de su área y Borges le robó la cartera, pero la rapidez de reflejos de Quintana impidió que el costarricense pudiera encarar la portería de Diego Rivas.
Fallos en cadena
La segunda parte arrancó con una oportunidad para el Racing. A los 50 minutos, una pérdida de Borja Galán y un error en el despeje de Mujaid permitieron a Pumar disparar desde la frontal del área, pero su chut no encontró el arco.
Tampoco acertó entre los tres palos Galán cinco minutos después en un libre directo.
Resulta curioso que, pese a no sufrir nada en defensa, Fernando Vázquez decidiera reforzar la retaguardia en el minuto 56 con la entrada de Álex Bergantiños. El ‘Profe’ sentó a Beauvue y situó al capitán en el eje de la zaga.
El Depor de la segunda parte no se parecía nada al que tan buenas sensaciones dejó en el arranque de partido. Faltaba la gasolina en algunos futbolistas, se sucedían las pérdidas y el Racing empezaba a tener el balón con mayor comodidad.
De hecho, los visitantes gozaban de una nueva ocasión por medio de un cabezazo de Joselu que Carlos Abad, seguro por alto, atajaba.
Eran los peores minutos de los herculinos. Menos mal que el equipo de Larraz seguía mostrándose muy plano.
Si el primer cuarto de hora del partido fue lo más brillante del curso, el tramo final fue para olvidar. De hecho, los locales sufrieron hasta la última acción, en un córner que el guardameta Carlos Abad resolvió bien de puños.