La derrota ante el Zamora exigía reflexión y se ha llevado por delante a Fernando Vázquez. Dos derrotas consecutivas en Liga, las primeras de la temporada, un bache de resultados con un punto de nueve posibles, y las sensaciones que transmitió el equipo a lo largo de toda la primera vuelta de la primera fase del campeonato provocaron la destitución del técnico de Castrofeito, que llevaba poco más de un año en el cargo que ya había ocupado entre 2013 y 2014.
Su segunda etapa ha tenido cierto paralelismo con la primera. Una montaña rusa de resultados y de emociones.
En la temporada 2012-13, en Primera División, estuvo a punto de lograr la permanencia, llegó a salir de las posiciones de descenso, pero cayó a ellas en las últimas jornadas y bajó a Segunda. El siguiente curso, Vázquez comandó el ascenso, pero fue destituido días antes de la pretemporada 2014-15 tras unas declaraciones polémicas sobre los movimientos del equipo en el mercado.
El curso pasado, 2019-20, el Deportivo recurrió a Vázquez en el descanso de Navidad para intentar reflotar al equipo, que era colista en Segunda División. El equipo de Fernando Vidal apostó por su regreso. Era una deuda pendiente que tenía el dirigente después de que en 2014, entonces como parte del Consejo de Administración de Tino Fernández, fuera uno de los responsables del cese del técnico.
Como en su primera etapa, el ya expreparador blanquiazul contribuyó a unir al deportivismo en un momento de crisis y logró sacar al equipo de las posiciones de descenso, pero acabó regresando a ellas y bajó en una polémica última jornada sin poder jugar su partido en horario unificado, como estaba previsto, con el resto de los encuentros, por los positivos en Covid´19 de su rival, el Fuenlabrada. Abanderó la lucha contra la injusticia de LaLiga junto al presidente, Fernando Vidal, y se desgastó también. Tenía la esperanza de salir en Segunda División, y no pudo ser.
De aquello, no se recuperó totalmente. En verano tuvo dudas sobre su continuidad en el equipo, pero finalmente aceptó entrenar en la categoría de bronce con el objetivo claro del ascenso. La temporada empezó con siete partidos seguidos sin perder, aunque las sensaciones y el juego no eran las mejores.
La primera derrota, ante el filial del máximo rival del Deportivo, el Celta de Vigo, en Riazor (1-2) aumentó las dudas sobre el técnico, pero el presidente del Consejo de Administración, Fernando Vidal, le transmitió su confianza antes del parón navideño. Públicamente no veían motivo para discutir su continuidad y, además, admitía que para despedirle había que estar seguro de que el que viniera iba a mejorar sus números.
De Navidad volvió el Deportivo con una buena actuación ante el Alavés, aunque cayó eliminado frente al equipo de Primera División, y, finalmente, la segunda derrota en la categoría de bronce, ante el Zamora, este domingo (1-0), puso fin a su segunda etapa en el banquillo del Deportivo. Deja al equipo coruñés segundo en el subgrupo A del Grupo I.