¿Cómo pensabas que reaccionaría el equipo tras la derrota ante el Polvorín (5-1)?
El partido contra el Barco era complicado para nosotros, sobre todo, a nivel anímico. Así como nos cuesta ganar partidos por más de un gol, también somos un equipo fuerte defensivamente y a nuestros rivales les cuesta hacernos goles. Recibir cinco en el mismo partido ha sido un palo duro para nosotros pero, como suele decirse, prefiero que nos metan cinco en un mismo partido que no perder cinco encuentros por 1-0. Nos repusimos, entramos al partido bien contra el Barco y en el campo se vio reflejado que somos muy competitivos. Estamos preparados para la fase de ascenso y, antes de jugarla, queremos seguir sumando puntos en liga. 

Ha sorprendido la línea de cinco defensas con la que salió el Bergan ante el Barco.
En pretemporada tocamos varios palos en cuanto a sistemas y posicionamientos, pero los movimientos en el campo los exigen los propios partidos dependiendo de los rivales y de los condicionantes que se den. Ya en la anterior jornada, contra el Polvorín, jugamos con línea de tres centrales y carrileros después del descanso. En los primeros quince minutos de la segunda parte conseguimos ponernos 2-1 y nos fue bastante bien, apretamos arriba y no dejamos pensar al rival. Tras la desgracia del 3-1 fue más fácil que sentenciasen en dos contras porque las transiciones que hace el Polvorín son de tres y cuatro segundos. Tenemos asumido que si nuestros rivales ven sangre, no nos van a perdonar. 

Miguel repitió esquema en el último partido.
Contra el Barco teníamos una buena oportunidad de poner ese sistema en práctica y creo que salió bien. Estuvimos cómodos y sabemos que de cara al ‘playoff’ podemos manejar diferentes alternativas en cuanto a los dibujos porque hemos jugado con dos puntas, con uno, con trivote, ahora con tres centrales... Tenemos opciones dependiendo de cómo se nos ponga cada partido. 

Salvo el encuentro del Porriño, os está costando ganar con comodidad.
No creo que nos estemos relajando. Puedo decir que este grupo de Tercera es el más parecido a la Segunda B porque nos damos cuenta de que, jugando contra el último en casa, llegamos al minuto 75 ganando solo por 1-0 y la balanza podía inclinarse hacia cualquiera de los dos lados. El 3-0 contra el Porriño fue un resultado engañoso, como el 5-1 que sufrimos contra el Polvorín, ya que con 2-1 tuvimos opciones para empatar. 

Con 2-0, Juanito hizo el 2-1 y Cristopher fue el protagonista en los últimos minutos. 
Además de compañeros, soy muy, muy amigo de Cristopher y de Bugui. Partiendo de la base de que yo creo que los porteros juegan a un deporte distinto al fútbol, saben a lo que están expuestos desde que son pequeños y empiezan a jugar en esa posición. Para ellos no hay término medio: la gloria o la tristeza máxima. Hay muy pocos partidos en los que puedan pasar desapercibidos. Si un jugador de campo falla una ocasión, no va a tener la misma repercusión que si un portero comete un error que cuesta un gol. Sus errores están muy marcados porque todo el mundo se fija en ellos. Lo positivo es que psicológicamente son muy fuertes, siguen trabajando duro y nosotros confiamos en ellos. La actuación de Cris contra el Barco fue buenísima y, si no es el mejor portero de la liga, está entre los dos mejores.

Mi juego destacaba más el primer año porque era un futbolista  de último pase

Has dicho que los porteros juegan a un deporte distinto al fútbol. 
Sí. Entreno al Infantil B del Bergan y, en muchos entrenamientos, meto a los porteros en tareas con los jugadores y se ve, ya desde pequeños, que son distintos. Curiosamente, siempre que llego nuevo a un equipo, me hago muy amigo de uno de los porteros o de los dos. Suelen ser muy suyos y, tanto para lo bueno como para lo malo, hay que dejarles al margen, en su mundillo, aunque formen parte de un deporte colectivo. Últimamente se está contando mucho más con los porteros para las tareas del equipo en ejercicios de posicionamiento, posesiones, pero psicológicamente no dejan de estar a un metro (bromea). Lo bueno del Bergantiños es que en las tres temporadas que llevo en el club, los dos porteros han sido siempre los mismos y tienen una relación espectacular entre ellos. 

¿Sufristeis ante el Barco?
Me tocó ver los últimos minutos desde el banquillo y se sufre más desde fuera que viviendo el mismo partido, igualado y con el rival apretando, estando en el campo. Con el marcador ajustado estamos tranquilos porque somos un equipo fuerte en centros laterales, en acciones a balón parado y en balones directos que puede colgar el rival. Nos gustaría atacar todo el partido y que el contrario no estuviese en nuestro campo apretando pero nos encontramos cómodos y creo que el sufrimiento que se puede apreciar desde fuera tanto en aficionados como en cuerpo técnico y compañeros que estamos en el banquillo no es para tanto. Esta temporada tenemos un equipo más rocoso y nos sentimos muy protegidos. 

En la primera temporada llamaste la atención como uno de los mejores futbolistas de la liga, la pasada también destacaste y en esta da la sensación de que has perdido protagonismo.
Tanto como futbolista como persona, siempre hay que intentar dar el 100% en la vida. Para que las cosas que te salgan lo mejor posible, siempre tienes que acercarte a tu máximo nivel. Esta temporada tenemos un equipo más compacto y jugamos algo más directo aunque, por ejemplo, tenemos mediocentros para jugar con diferentes estilos. Baleato y Diego son futbolistas que dominan bien las disputas y las segundas jugadas, Granada y Toni son medios de buen posicionamiento delante de los centrales. Los recursos de esta plantilla hacen que el míster pueda escoger lo que más le convenga para jugar de una manera o de otra. 

¿Por qué destacabas más en las dos primeras temporadas?
El primer año jugué de mediapunta y mi fútbol destacaba más porque era un futbolista de último pase y podía conducir el balón de un lado a otro. Esta temporada no suele llegarme la pelota para que yo dé el último pase y, en cambio, tengo que pisar más área. Lo positivo es que lo estoy reflejando con números: llevo siete goles –el año pasado metí cuatro y el anterior tres–. Lo importante es adaptarme a lo que me pida el míster en cada momento, ya que me ha utilizado de mediapunta, mediocentro e interior izquierdo. 

Comparando tu nivel de esta temporada con el de las dos anteriores, ¿cómo te ves?
Exceptuando los meses de enero y febrero, en los que me encontraba un poco perdido en cuanto a juego y a no ser capaz de encontrar mi posición en el campo, creo que mi nivel está siendo similar. Reconozco que soy un futbolista que necesita estar en contacto con el balón para sentirme cómodo. Si toco 15 veces la pelota estaré mucho mejor técnica y psicológicamente que si la toco dos. Con el paso de las jornadas, es más fácil intuir cuál es el mapa de acción de los partidos y dónde puede caer la bola en cada situación. El primer año tocaba muchísimos más balones que este año pero los pocos en los que intervenga tiene que ser para hacer daño. 

¿Te perjudica jugar en una banda?
Las dos posiciones que más me gustan son la de mediapunta y la de banda izquierda para ir hacia dentro. El puesto que puede perjudicarme es el de mediocentro, en el que he jugado en ocasiones cuando el equipo está por detrás en el marcador. No me veo dando mi máximo nivel disputando por arriba o ganando segundas jugadas. 

¿Dónde te sientes más vigilado por los rivales?
Me doy cuenta de que partiendo desde la izquierda, los defensas me fijan más que jugando en la mediapunta porque iniciando desde dentro tengo un pelín más de libertad para ir a una zona libre. Con el equipo que tenemos debemos acostumbrarnos a lo que nos pida el entrenador y saber qué jugadores tenemos al lado. 

Alternando el interior izquierdo y la mediapunta, Sáez alcanzó los siete goles.

Has marcado en los tres últimos partidos en casa. ¿Coincidencia o pisas más área?
Estoy pisando más área. Empecé la temporada muy bien, metí cuatro goles antes de Navidad y, aunque fallaba ocasiones, me iba contento porque las estaba teniendo. La cuesta de enero se me hizo muy larga y el problema no era que no marcase goles sino que no estaba teniendo ocasiones. Después del partido contra el  Somozas tuve una serie de conversaciones con mi novia, mi madre y mis compañeros –a Baleato le digo que es mi psicólogo– y cambié un poco el chip. Hay partidos en los que el juego no es como a mí me gustaría o en los que no soy capaz de tener ocasiones y los futbolistas podemos tener momentos de crispación, de necesidad… 

¿En qué cambiaste después del partido contra el Somozas?
Me fui decepcionado porque pensaba que tenía que dar un plus al equipo, que tenía que ser más positivo para aportar al colectivo… En esa semana en la que cambié mi mentalidad y en la que veía un mundo feliz, llegó el partido del fin de semana y en la primera ocasión de la segunda parte, tiró Ekedi, hubo un rechazo y, la primera vez que pasaba por esa zona del campo en dos meses, metí el balón en la portería. Llegué a la conclusión de que no era tan difícil, que con tal de estar en el sitio adecuado ya tendría la ocasión y parece que en As Eiroas estoy en estadio de gracia últimamente. 

El último que haces contra el Barco es de delantero centro. 
En los dos últimos que he marcado tengo que dar las gracias a Cano y a Cañi porque son goles que me los apuntan a mí pero el tacón de Cano contra el Porriño habría salido en Deportes Cuatro si lo hubiese hecho Guti. El del miércoles contra el Barco nació de un centro de Baleato, Cañi arrastró y se llevó a los defensas, dejó pasar la pelota y aparecí yo.

Goles como el que le marcaste al Barco hay que meterlos.
No quiero quitarme méritos porque me doy cuenta de que cuando estás en una mala racha, es difícil meter. Por eso hay que darle la importancia que se merecen los goles cuando entran. 

Siete goles no están mal para un mediapunta.
En nuestro equipo los goles están muy repartidos debido al com pañerismo que existe. A mí me gusta que marquen Rubén Rivera, Ekedi y Cano porque son los delanteros del equipo, los que más se exigen en cuanto a goles y los que deben estar felices con sus cifras para tener más confianza. 

A Miguel le gusta el 1-4-4-2 y la pareja de delanteros más utilizada ha sido la formada por Cano y Rivera.
Al míster le gusta la opción de jugar con dos delanteros por el hecho de que uno se desmarca en ruptura y el otro pivota y descarga de cara. Eso es positivo para mí porque, normalmente, un equipo que juega con dos delanteros no tiene dos extremos puros en banda sino que uno de ellos es más mediapunta y ejerce de enlace entre la línea de mediocentros y la de puntas. Habiendo jugado todos los partidos de liga, sería muy injusto decir que prefiero hacerlo en una posición o en otra. Cada vez que el míster da la alineación quiero estar entre los once primeros y, a partir de ahí, dependiendo de la posición en la que vaya a jugar, tengo que pensar qué debo hacer para aportar lo máximo al colectivo. Si estamos Cano y yo en el campo, el míster no necesita hacer una sustitución para cambiarle la cara al equipo porque él puede jugar en la banda izquierda y yo en la mediapunta. 

Al Barco le habéis ganado sin Cano y Rivera.
Es uno de los puntos más importantes del último partido. Aunque sean jugadores determinantes para nosotros, el equipo ha demostrado que está capacitado para luchar por el primer puesto y para ascender porque todos jugadores de la plantilla somos capaces de sacar las castañas del fuego en un determinado momento.

¿Está muy lejos el primer puesto?
Él que diga que no está lejos, miente, porque dependemos de que el Racing falle en dos partidos cuando solo faltan tres jornadas. También es cierto que las matemáticas existen para echar cuentas y mientras las cuentas nos den alguna opción debemos seguir intentándolo. ¿Por qué no podemos ganar en A Illa y el Laracha hacer ante el Racing la misma ‘machada’ que hizo contra el Compos? La realidad es que dependemos de nosotros mismos para ser segundos y ganando este fin de semana lo aseguraremos al 100% y, además, seguiremos teniendo opciones de ser primeros.

Hasta hace unos meses se creía firmemente que esta podría ser la temporada del título del Bergan.
La cabeza y el corazón decían que sí, pero estando el Racing en la misma liga es una situación complicada porque es un equipo que está en el ‘top 15’ de Segunda B en toda España. Nosotros tenemos un equipazo que debe luchar por todo pero por delante hay un rival con un potencial enorme y también competimos contra un Compos que tiene una de sus mejores plantillas de los últimos años. Ante eso, se debería dar mucho mérito a lo que estamos haciendo.

¿Se está siendo injusto con el juego del Bergantiños?
No creo en las injusticias porque el fútbol pone a cada uno en su sitio en el mes de mayo. Si el Racing es líder, es por méritos propios. Si nosotros seguimos con opciones de ganar la liga a falta de tres jornadas para el final también es por méritos propios. Unos partidos los hemos jugado mejor y otros peor. A quien le guste, bienvenido, y a quien no, que se baje del carro, pero igual dentro de un mes se quiere volver a subir porque tenemos un equipo formado para pasar rondas y ascender.

Parece que no se le da el valor real de lo que está haciendo el equipo.
Llevo tres temporadas en el Bergantiños y el miércoles conseguimos la clasificación para el tercer ‘playoff’ consecutivo. Parece que tenemos la obligación de estar ahí. Tenemos que estar preparados para seis partidos más y no hace falta ganar los seis para ascender. Es cuestión de ser superior al rival teniendo en cuenta la ida, la vuelta, el posicionamiento en el campo, una tanda de penaltis... Detalles. Creo que hay que darle valor a tener seis puntos más que el Compostela y el golaveraje a favor a estas alturas de la temporada. 

Ama el fútbol y lo demuestra dentro y fuera del campo. Jorge Sáez lo ha jugado prácticamente todo este año.

¿Cómo consigues jugar prácticamente todos los partidos de una liga?
Velocidad tengo la justa y necesaria para pasar el día (risas) y si no hago carreras explosivas es muy difícil que pueda romper muscularmente. Soy distinto a Cano, Rivera, Álex, Cañi, que son jugadores más potentes y que hacen muchas arrancadas y frenadas. Me lo paso muy bien entrenando y jugando y ningún día bajo los brazos. Me gusta competir aunque sea en unas carreras de relevos entrenando y si lo estoy jugando todo es porque el cuerpo técnico me está dando la oportunidad de hacerlo.

¿Te cuidas especialmente para poder aguantar toda una temporada jugando?
Odio el gimnasio y los trabajos preventivos no los llevo muy bien. Me gustaría tener el físico de Diego o de Cano y encontrarme feliz de la vida, pero no es así. Creo que tiene que ver con la posición del campo porque hay algunas en las que se necesita un físico importante y por eso el hecho de ser mediapunta y no mediocentro. Busco espacios en los que el físico no sea tan determinante y que lo sea la técnica, recibir el balón y buscar espacios. Es importante que los futbolistas conozcamos nuestros puntos fuertes y débiles. 

En cuanto a la técnica, utilizas un recurso poco común en estas categorías: pisas mucho el balón. 
Se lo agradezco a mis primos y a mis amigos con los que he jugado toda mi vida al fútbol sala. Cuando vine al Bergantiños llamó mucho la atención. Lo positivo que le veo es que no lo hago con ningún ánimo de vacile y cada vez que piso el balón es para intentar dar un avance, mejorar la situación de pase para un compañero, salir de un apuro utilizándolo como un regate... Es una de las cosas que me sale bien y estoy contento de tenerlo en mi repertorio.

¿Te gusta como juega el Bergantiños?
Hay partidos que jugamos directo y otros más combinativo, pero lo importante es tener las ideas claras de lo que queremos y nosotros las tenemos. No es lo mismo que estén Cañi y Álex en las bandas para jugar a la espalda de los laterales contrarios, que Cano y yo para jugar al pie. No es lo mismo que jueguen Toni, Diego y Baleato en el medio a que el pivote sea Granada en cuanto a la circulación de la pelota. A mí me gustaría combinar en muchos más partidos, pero dependiendo de la gente que tengamos en el campo, podemos hacerlo o no. Si están Baleato, Ekedi y Rivera en el once inicial, nos beneficia jugar directo y no dar tres pases en nuestro borde del área. 

Aunque la pareja de centrales esté formada por Agulló y Caridad y el mediocentro sea Granada, ¿se puede jugar combinado en As Eiroas?
Es un tema que no quiero tocar mucho porque podría sonar a excusa. Cada equipo juega con lo que tiene y el Bergantiños está sacando un gran rendimiento de su plantilla. Nosotros tenemos un recinto que es As Eiroas y el de otros se llama A Malata, Vero Boquete San Lázaro, O Couto, Manuel Candocia, que son campazos en los que se puede jugar a lo que se quiera. En un buen campo se puede jugar directo, pero jugar combinativo en un campo malo es mucho más arriesgado y una mala toma de decisión puede condicionar un partido. Debemos sacar el mejor rendimiento posible a la plantilla que tenemos y, aunque a mí me gusta el fútbol combinativo y el pase en corto, en As Eiroas debemos adaptarnos de la mejor forma posible al campo. 

¿Tiene fecha de caducidad Jorge Sáez en el Bergantiños?
No será lo mismo estar en Segunda B o en Tercera. Tampoco está claro si el Bergantiños va a seguir siendo un equipo ‘top’ en Galicia o no, no está clara la plantilla, no se sabe si seguirá el míster, si continuará el presidente y la directiva... Estoy muy contento en el Bergantiños, sobre todo por la gente que rodea al club: mis compañeros, el cuerpo técnico, directiva, niños que he entrenado el año pasado y este, a sus padres... En Carballo tengo la tranquilidad de sentirme bien y a gusto en todos los ámbitos.

Es imposible que después de tus dos temporadas anteriores no te haya llamado ningún club ‘top’ de Tercera o de superior categoría.
Es relativo. Parece que muchos clubes te quieren pero ninguno te llama o muchos te llaman pero ninguno te quiere... Por ejemplo, a un club le pido tranquilidad económica y en el Bergantiños es un lujo el tema de los cobros pero hay clubes en los que se deja de pagar. Al sentirme a cómodo y a gusto en el club, termina la temporada y no pienso en un cambio sino en hablar con el míster y el club y, si todas las partes estamos de acuerdo, no me hace falta buscar otras opciones.

¿Le das importancia a la categoría?
Lo importante es sentirse realizado y feliz y no estar, por ejemplo, en Segunda B para calentar un banquillo, para no jugar en un mes o para ver como juega gente por decreto antes que tú. 

¿No es un punto de vista conformista ir a un equipo en el que sea fácil jugar?
Yo pido un club en el que pueda ser feliz y en el juegue si merezco jugar y en el que no juegue si no lo merezco independientemente de cómo me llame y del contrato que tenga. En el Bergantiños hay justicia, se trabaja por y para el compañero y juega la gente que mejor está.

¿Has visto muchas injusticias en las canteras de clubes profesionales?
El ejemplo perfecto es Jaime Mata, delantero del Getafe que muy, muy amigo mío. Nada más llegar al Rayo lo cedieron sin apenas darle una oportunidad. Hace una buena temporada pero el año siguiente tiene que volver a salir porque el club quiere futbolistas más jóvenes. Entiendo que las canteras tienen que cumplir con los aspectos de las edades, pero hay que dar bombo a todos los jugadores que pertenecen a una estructura de fútbol base. Un chico que es una perla cuando es infantil no tiene por que que llegar a primer equipo. Año a año, los jugadores cambian muchísimo y, en los partidos, se debería valorar más el trabajo diario y no tener puestos reservados para los que tienen nombre. 

Como jugador de filial que has sido muchas temporadas, ¿qué opinas de que el Fabril tenga jugadores de 26 y 28 años en su plantilla? ¿Entenderías que le están quitando una oportunidad a un jugador más joven?
Si un jugador de 28 años le saca el sitio a uno de 20 es porque es mejor futbolista. Una vez que se pasa de categoría juvenil, a mí no vale que los filiales deban estar formados por jugadores de 21 años. Si el Fabril consideró el año pasado que debía tener a Uxío y a Romay en la plantilla es porque ambos le iban a dar media salvación y si el equipo se metió en  ‘playoff’  es porque Uxío y Romay dieron 20 goles y 15 asistencias.

¿Ves lógico que un jugador de 28 años pueda llegar al primer equipo?
No lo veo raro. Si la temporada pasada, los delanteros del primer equipo del Deportivo estuvieron 15 jornadas sin marcar un gol y Uxío, en el Fabril, estaba en estado de gracia, ¿por qué no pudo subir para intentar sacar las castañas del fuego aunque después no pudiese bajar con el Fabril el resto de la temporada?

Eso hizo Setién con Loren la temporada pasada. Lo subió al primer equipo en enero sabiendo que no podría volver a jugar con el filial.
Exacto. Y esta temporada ha jugado la Europa League y es un delantero de Primera División. Si solo se hubiesen fijado en la edad, habrían subido a un chico de 18 años que probablemente no estaría capacitado en ese momento y Loren estaría jugando esta temporada en un equipo andaluz de Segunda B. Hay que poner al futbolista que se lo merece en cada momento independientemente de la edad que tenga.

¿Qué echas de menos de la Segunda B?
Cada categoría que subes, te aproxima un poco más al fútbol profesional. Me alegraría por jugadores del Bergantiños que todavía no han tenido la oportunidad de debutar en Segunda B y poder conocer campazos. La temporada del Rayo B fui al Carlos Tartiere, al Heliodoro Rodríguez López, al Anxo Carro... En Tercera se vive, porque esta temporada hemos ido a San Lázaro y A Malata, pero no con el ambiente de Segunda B.

Si el Bergantiños consigue el ascenso a Segunda B, Chano Calvo se llevaría una de las grandes alegrías de su vida.
Sería un ascenso colectivo y me alegraría por mi familia, por mi novia y por mí, pero en el día a día lo vivo con mis compañeros, el cuerpo técnico la directiva. Si lo conseguimos, seguramente el presi será la primera persona en la que pensemos todos porque es el que más lo vive, el que más lo siente y el que más sufre.