Una bonita idea de Patricia Castelo y Álvaro Enríquez, con dos importantes equipos que lo disputaran como son el Real Club Deportivo de La Coruña y el Athletic Club de Bilbao, que siempre brilló en sus participaciones y es de los primeros en disputarlo (el otro fue el Sevilla) allá por 1946, y que, por las eternas obras en el Abanca-Riazor, ha tenido que retrasarse hasta el 14 de noviembre.
Menos mal, ya que más de uno había pensado que hasta era posible que el decano de los trofeos veraniegos, tanto españoles como europeos, y puede que mundiales, iba a quedar en el aire en el 2018.
Pero ahí está, para satisfacción de la afición coruñesa, dispuesta a abarrotar los graderíos y así escribir otra página brillante de un torneo que, tras unas temporadas muy pobres en calidad, está obligado a brillar a gran altura, dentro de dos años, cuando celebre sus Bodas de Platino, con sus 75 años de historia. Tanto La Coruña como el personaje coruñés que le da nombre al trofeo, Teresa Margarita Herrera y Pedrosa, vaya si se merecen un tratamiento bien distinto.
El Teresa Herrera de La Coruña, además de ser el decano de los trofeos veraniegos del mundo, ya con más de setenta ediciones a sus espaldas, desde 1946, en que Athletic Club de Bilbao y Sevilla disputaron la primera edición, ha supuesto un acontecimiento deportivo que nos ha permitido disfrutar del mejor fútbol mundial.
Cuando se acercan las Bodas de Platino -75 años- se merece, como mínimo, una distinción a nivel continental que, ya que no acaban de dar el paso sus actuales organizadores,
Tanto el Ayuntamiento de La Coruña como el Real Club Deportivo de La Coruña, su organizador, debieran intentarlo, por supuesto con el apoyo de la vía oficial encabezada por la Federación Gallega de Fútbol con el paso al frente de la mano de Rafael Louzán Abal, su presidente. Cuando menos intentarlo, evidentemente contando con el apoyo de la Real Federación Española de Fútbol. Los románticos del trofeo aquí estamos para recordarlo.
Resumiendo su historial hay que destacar la participación de más de un centenar de equipos, en buen número de los mejores en los más de veinte países representados y con más de doscientos partidos disputados. Como muestra ahí quedan los nombres de las mejores figuras que han desfilado por Riazor. Estrellas como Pelé ‘O Rei’, Garrincha, Djalma, padre del ex deportivista Djalminha, Zagalo, todos ellos brasileños, el ruso Blokhin, el portugués Eusebio, el coruñés Luis Suárez y el uruguayo Morena. Porteros como Bañón, Bustos, Ramallets, Pazos, Carmelo, Reina, Zubizarreta, Cañizares, Paco Buyo, Iker Casillas, el italiano Coppola y el francés Vignal. Defensas de la calidad de Djukic, Campanal, Lesmes, Cafú, Coloccini, Sanchís, Manuel Pablo, Míchel Salgado, Sergio Ramos y muchos más. Medios que han marcado el rumbo y el ritmo de tantos partidos, como Julián Cuenca, Cheché Martín, Mauro Silva, Donato, Pirlo, Gattuso, Puchades, Zoco, Del Bosque y un largo etcétera. Y delanteros de la talla de Zarra, Basora, César, Pahiño, Ben Barek, Kubala, Arsenio, Gainza, Vavá, Seminario, Forlán, Guardado, Roque Olsen, Amancio, Santillana, Quini, Futre, Stoichkov, Valerón, Bebeto, Hugo Sánchez, Zamorano, Müller, Rivaldo, Makaay, Luis Aragonés, Veloso, Julio Salinas, Djalminha, Diego Tristán y tantos otros, entre ellos el recordado Juanito, hasta ahora máximo goleador del trofeo con 8 tantos.
Ya me dirán que otro trofeo veraniego elevó tan alto el fútbol desde su Trofeo Teresa Herrera. Todo esto y mucho más nos ha dejado el evento futbolístico de Riazor al que, en las últimas ediciones se ha dejado ir cayendo y con visos, de más de uno, de hacerlo desaparecer. La Coruña no puede consentirlo. Hasta aquí un breve resumen de lo que fue y es el Trofeo Teresa Herrera de La Coruña, emparejado con la gran benefactora de los coruñeses más necesitados, Teresa Margarita Herrera y Pedrosa, que no pocos parecen tratar de olvidar, y fundadora del primer hospital de caridad de la capital herculina.
P.D. - Que no se deposite un ramo de flores ante la tumba de Teresa Margarita Herrera y Pedrosa, en una de las capillas de la iglesias parroquial de San Nicolás, no solo me parece un lamentable error protocolario de la organización sino también una falta de respeto y consideración a tan preclara coruñesa, a la que no se recordó para nada en las dos últimas ediciones del Trofeo. Lo dicho, lamentable.