El descenso del Atlético de Madrid al ‘infierno’ de la Segunda División cumplió 20 años, dos décadas desde que en aquel domingo 7 de mayo en el Carlos Tartiere de Oviedo el equipo rojiblanco viera consumada su caída matemática a la categoría de plata, tres jornadas antes del final del torneo.
La caída al ‘infierno’ de Segunda del Atlético se firmó en el Tartiere con un empate 2-2 ante el conjunto ovetense, en un partido en el que el Atlético recibió dos goles, igualó el encuentro, pero no pudo consumar la remontada por un penalti detenido por el portero asturiano Esteban al delantero holandés Jimmy Floyd Hasselbaink, a seis minutos de la conclusión del encuentro.
Formó aquella tarde el Atlético, dirigido por entonces por el técnico serbio Radomir Antic, recientemente fallecido, con una alineación de futbolistas de relumbrón, en la que había algunos supervivientes del ‘Doblete’ de Liga y Copa del Rey conquistado cuatro campañas antes.
José Francisco Molina en la portería; Carlos Aguilera, Gaspar Gálvez, los paraguayos Carlos Gamarra y Celso Ayala, y el luego campeón mundial con España Carlos Capdevila en defensa; el argentino Santiago Solari, el checo Radek Bejbl y el portugués Hugo Leal en el centro del campo; y Hasselbaink -segundo máximo goleador de aquella Liga, con 24 tantos-, con Kiko Narváez en punta. Salieron del banquillo Juan Carlos Valerón, Rubén Baraja y José Juan Luque.
Aragonés, el rival
El Oviedo, que también se jugaba la permanencia -la consiguió pero descendió al curso siguiente, y desde entonces no ha vuelto a Primera-, estaba dirigido por todo un estandarte de la historia rojiblanca, Luis Aragonés, que se retiró cabizbajo tras presenciar, desde el banquillo contrario, el descenso del equipo de sus amores.
Formó el conjunto carbayón con Esteban en portería; el marfileño Idrissa Keita, Sergio Boris, el ruso Viktor Onopko y el francés Franck Rabarivony en defensa; el portugués Paulo Bento, el serbio Albert Nadj, Xabier Eskurza y el argentino Roberto Pompei en el centro del campo; y el eslovaco Peter Dubovsky con Roberto ‘el Chino’ Losada en punta. En la segunda mitad entraron el francés Frédéric Danjou, el brasileño Fabio Pinto y Jaime Jordán.
Losada en la primera media hora y Paulo Bento, a los 20 minutos de la reanudación tras el descanso, anotando un penalti cometido por Gamarra sobre Losada, adelantaron al conjunto ovetense. En un saque de esquina, Capdevila sorprendió a la defensa ovetense, y Hasselbaink igualó cabeceando un centro de Kiko; pero en la pena máxima de la que dispuso el holandés, Esteban adivinó el disparo.
Fue la sentencia para un conjunto que ya llevaba dando tumbos desde el inicio de esa campaña (estuvo en puestos de descenso de la primera a la octava jornadas, y luego de la vigésimo séptima hasta el final) y que durante aquella campaña vivió tres entrenadores y una intervención judicial de la entidad por unos supuestos delitos de estafa, apropiación indebida y fraude.
Intervención que se inició, curiosamente, contra el mismo rival, el Oviedo, en el duelo de la primera vuelta en el Vicente Calderón, un 22 de diciembre del año 1999. El Atlético ganó 5-0 al conjunto asturiano, pero el equipo ya por entonces estaba en la zona baja, decimoquinto.
Transitó hacia Segunda el equipo rojiblanco y consumó el descenso.
Entonces regresó Luis Aragonés, hizo debutar a Fernando Torres y empezó el camino en Segunda para volver, dos años después, a la elite mundial que ya no ha abandonado desde entonces, sumando títulos y viviendo una nueva etapa gloriosa, pero todos recuerdan esos dos años en el infierno de Segunda.