La semana pasada apostaba por la continuidad de Garitano, entendía que podía ser un mal menor. Habría que apretar las clavijas a todos los círculos que le rodeaban, unificar objetivos y resetear para buscar los puntos necesarios para la salvación. Pero después de lo sucedido en Leganés, está claro que había que tomar decisiones. Imposible seguir así.
Escuchaba el domingo en determinada tertulia, que fueron los 'lendoiristas' los que habían crucificado a Garitano desde el principio para hacer daño al actual presidente. Que el enfrentamiento cada vez es más incruento en las trincheras.
No sé hasta qué punto tiene de cierto tal aseveración. Pero un servidor, libre de cualquier duda de acercamiento, tanto de uno como del otro, estima que los tiros no van por ahí.
Todo suele ser más sencillo de lo que parece. La cuestión va centrada, primero, en las sensaciones que este equipo transmitía y segundo, de forma contundente, en los resultados que aportaba. Vengo compartiendo con todos ustedes, que a este equipo del Depor, le faltaba alma, sentimiento. Lo peor fue, que con el paso de las jornadas, los malos resultados se convirtieron en un hábito. Las circunstancias han podido con el educado y trabajador (según dicen) técnico vasco. Ni con las maletas puestas en la calle, ha tenido un mal gesto para nadie. La verdad es que viendo lo que se ve, ya no sé si esto es positivo o negativo.
Tal como se nos vendió el producto organizativo del Club, donde todo se basaba en un proyecto gestionado deportivamente por profesionales, me saltan las preguntas... ¿Realmente sólo es necesario hacer un solo cambio?, ¿seguirá el 'ejecutivo deportivo' tomando las decisiones?, ¿se pedirán responsabilidades, o se le renovará dos años más la confianza?
El Sr. Barral, tengo entendido, unió su futuro al del técnico cesado. Alardeó de su apuesta personal. Era la persona idónea para asentarse y crecer. Se hablaba de la imagen de Irureta.
Tengo comentado las ruedas de prensa que realizaba para explicarnos sus excelentes gestiones y los jugadores que lograba traerse para el Deportivo con el poco dinero del que disponía. Pero queda un poco 'heavy' hacer lo que hacía y que ahora, que la cosa está más que difícil, no nos cuente él por qué estamos así. Es hora de pedir responsabilidades. Se remueve la 'cazuela', pero no sabemos quién lo hace. Sinceramente... Se tenía que cesar al entrenador por innumerables motivos, pero lo peor, es que el problema puede seguir estando dentro.
Suerte para el nuevo técnico, que será la misma que para todo el deportivismo. Como decía Tino Fernández, al finalizar el partido de Leganés, ojalá se haya tocado fondo, es señal de que a partir de ahora se va a subir de nivel, pero para eso hay que tener las ideas mucho más claritas.
Ahhhhh... De las opciones que se nos presentaron, me parece acertada la de Pepe Mel. Pero... "En el fútbol todo suele ser relativo".
Como siempre un placer.
