En medio de la tormenta del confinamiento provocado por el coronavirus, algunas entidades empiezan prepararse para el día después. Así, el Comité Olímpico Internacional (el más reticente) ha tomado la decisión de posponer la celebración de los Juegos Olímpicos de Japón en 2021 si bien seguirán manteniendo la denominación 2020. Otras organizaciones como la Real Federación Española de Fútbol ha tomado una serie de medidas económicas para paliar los perjuicios de los equipos y la suspensión de las competiciones.
El Presidente Rubiales abogó por priorizar la solución a este crítico momento de salud pública pero ratificó su apuesta por terminar las competiciones sin, como es obvio, marcar nuevas fechas para retomar los partidos. El tiempo dirá cuándo puede volver a rodar el balón.
La buena noticia para los blanquiazules es la firme intención de reiniciar la competición, aunque sea más allá del mes de junio. La situación en la tabla del Depor -actualmente en puestos de descenso- requiere que se jueguen el resto de partidos para salir del atolladero.
Como parece que esta crisis va para largo y la ‘normalidad’ se irá consiguiendo poco a poco, podría darse el caso de que se vuelvan a disputar partidos a puerta cerrada. Superar la pandemia y el Estado de Alarma en el que nos encontramos obligará a mantener ciertas cautelas como, por ejemplo, limitar o reducir al máximo las concentraciones de personas en las gradas de un campo de fútbol.
Otra cuestión nada despreciable es la que apuntaba Dani Jiménez hace apenas unos días. Afirmaba que debido a este obligado parón deportivo, los jugadores podrían llegar al tramo final de Liga fuera de forma y que sería necesaria una minipretemporada, algo improbable debido a la rigidez del calendario.
De todas formas no le falta razón al portero deportivista. Pese a los esfuerzos del cuerpo técnico y directiva para proporcionar a los medios materiales para que los futbolistas puedan mantener un punto de forma desde casa, es previsible que les cueste reiniciar la competición ligera.
En cualquier caso, se trata de una circunstancia que afectaría por igual a todos los equipos y la igualdad de condiciones estaría garantizada. Sólo queda esperar en casa, por supuesto, a que esta pesadilla vaya remitiendo y empecemos a percibir señales de mejoría.
Nunca la Sociedad se había enfrentado a un problema parecido contra un enemigo invisible y difícil de acorralar. Quedémonos en casa y seamos moderadamente optimistas.
@pgarcia_ramos
