Charles Leclerc no conduce un jet; pero así luce su Ferrari a ojos de Lewis Hamilton. El líder del Mundial aceptó con esa descripción la superioridad de su oponente en Sochi, donde hoy se correrá el GP de Rusia.
El monegasco se hizo, sin discusión, con la pole. Cuatro enlaza –como Michael Schumacher con Ferrari en 2000 y 2001– en este tramo de la temporada. Seis en total este curso, posicionándose como el hombre a batir.
En la figura de Leclerc puede resumirse el dulce momento de la ‘Scuderia’. Aun viendo inalcanzable a Mercedes en el Mundial de constructores, Ferrari degustó la victoria en las tres últimas citas: Bélgica e Italia con Leclerc y Singapur con Vettel, un éxito producto de una estrategia que no gustó nada a su joven compañero.
En Rusia, Leclerc vuelve a estar por delante del tetracampeón. Dispuesto a discutir el palmarés y la jerarquía del alemán, el monegasco está revitalizando con su conducción al gigante italiano.
La larga recta a recorrer hasta la curva 1, en todo caso, emerge como posible aliada de Hamilton, que ayer quedó a 402 milésimas. Querrá atacar a Leclerc, al poder coger rebufo, si bien la velocidad de Ferrari amenaza el reinado de Mercedes en Sochi.
La germana es la única escudería triunfante en la ciudad olímpica rusa: Hamilton (2014, 2015 y 2018), Nico Rosberg (2016) y Valtteri Bottas (2017).
Hoy, Ferrari embestirá la supremacía de Mercedes valiéndose del hambre de Leclerc y de la necesidad de Vettel. Red Bull no parece rival. Max Verstappen saldrá noveno por penalización de cinco puestos por cambiar el motor.
Su sanción ascendió a Carlos Sainz al quinto puesto de la parrilla, su mejor posición desde que está en McLaren. Desde ahí, el líder del ‘otro’ Mundial avista los puntos después de haberse quedado en blanco en las tres últimas carreras.
McLaren anunció que a partir de 2021 estará motorizada por Mercedes, tras haber alcanzado un acuerdo multianual que se extenderá al menos hasta 2024, aunque en 2020 seguirá con Renault.