De guardameta en Pamplona a enfermera en Madrid
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De guardameta en Pamplona a enfermera en Madrid

De guardameta en Pamplona a enfermera en Madrid
En cuanto resolvió el tema del alojamiento, no dudó en desplazarse a la capital de España | rfebm

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Raquel García es jugadora del Balonmano Loyola, equipo que milita en el grupo B de la División de Honor Plata Femenina. La guardameta nacida en Vigo, formada en la cantera del Carballal, vive actualmente en Pamplona ya que está cursando el grado de Enfermería (está en 4º). En estas semanas tan complicadas a raíz de la expansión del Covid-19, Raquel ha sido noticia porque, siendo aún estudiante, ha decidido salir de casa y marcharse a Madrid para combatir la pandemia en primera línea: en un hospital.

En unos pocos días, la jugadora gallega se recorrió 1.350 kilómetros en los que realizó la ruta Pamplona-Vigo-Madrid: “Tenía pensado quedarme en Pamplona pero me agobié un poco, y mi familia rápido me dijo que lo mejor era irme a Vigo para estar con ellos. Estando ya en casa, nos llega un email para preguntarnos por nuestra disponibilidad para trabajar, primero en la Clínica Universidad de Navarra de Pamplona, y luego en la de Madrid”. Raquel asegura que “las dos veces dije que sí, sin ningún problema, aunque en Madrid primero tuve que preguntar si facilitaban alojamiento. Fue así, y en dos días ya estaba allí”.

Situación atípica
Una vez instalada en la capital de España, Raquel García nos cuenta cómo es su día a día en esta situación atípica que está viviendo: “Tenemos turnos de 12 horas, de mañana -7.30 a 19.30- y de noche -19.30 a 7.30-, y en el hospital no paras, solo te sientas un rato a comer, y vuelves al hotel muy cansada, con ganas de dormir”. 

A pesar de ello, reconoce que “saco tiempo para hacer diariamente una hora de ejercicio y mantener la forma, aunque a veces es complicado porque da un poco de pereza”.

Volviendo la vista atrás, tras “tres semanas muy intensas y agotadoras”, Raquel reconoce que “al venir sentía un poco de miedo por lo que podría encontrarme y por contagiarme, aunque a mi edad en principio no tengo tanto riesgo como otras personas; me ponía en lo peor, y no sabía si podría afrontar bien o reaccionar a las situaciones. Pero en cuanto llegué al hospital logré relajarme, vi que la situación era diferente a pesar de la gravedad”. Disipadas las dudas iniciales, la guardameta del Balonmano Loyola señala que “es muy gratificante ver que un paciente se va después de un mes, de pasar incluso por la UCI, y ver que se van contentos y muy agradecidos por tu trabajo”.

“Después de esta situación vamos a aprender a valorar mucho más todo lo que tenemos: los ratos que pasamos con familia, amigos, nuestro trabajo... Vamos a darnos cuenta de lo realmente importante y necesario, a querer de verdad a la gente”, afirma la jugadora viguesa, consciente de la realidad que están viviendo los españoles con esta pandemia del Covid-19 y las consecuencias que puede acarrear posteriormente.

Finalmente, Raquel quiso “agradecer a todo el mundo su responsabilidad quedándose en casa, y a los que estamos trabajando su esfuerzo por sacar todo esto adelante. Todo va a salir bien”. l

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