La Super Bowl, que la próxima madrugada (00.30 horas) acogerá el State Farm Stadium de Glendale (Arizona), promete diversión: sobre el emparrillado batallarán por el Vince Lombardi Trophy los dos equipos más ofensivos de la NFL, Eagles y Chiefs, además los que acabaron la fase regular con la mejor marca (14-3).
El de Philadelphia ha despejado las dudas acerca de su recorrido una vez terminada la regular, que dominó hasta que se relajó en las últimas jornadas. Sus dos triunfos en playoffs lo acreditan: 38-7 a New York Giants y 31-7 a San Francisco 49ers, la mejor defensa de la competición.
Dirigidos desde la banda por Nick Sirianni, que cumple sólo su segunda campaña como técnico jefe, y en el verde por Jalen Hurts, los Eagles son el equilibrio. Líderes en yardas de pase por partido, quintos en yardas de carrera y terceros en el total. Segundo equipo que menos permite, mejor defensa aérea, octava terrestre y sexto que más balones intercepta.
Las diferencias con su rival comienzan en la banda, donde Andy Reid celebra su 10ª campaña –tras dirigir en las 13 anteriores a... los Eagles– al frente de un equipo al que llevó a la gloria hace 5 años y perdió el doblete un 12 meses después ante Tampa Bay Buccaners.
Kansas City ha sufrido mucho más para llegar a Glendale, sobre todo en la final de Conferencia frente a Cincinnati Bengals, solventada con un field goal a 3 segundos del final.
KC encabeza los ránkings de yardas de pase y totales y fue el conjunto más anotador de la regular, con 29.2 puntos por partido, 1.1 más que el segundo... los Eagles. Pero en defensa es otra historia: los de Reid no figuran en el top-10 de los principales apartados estadísticos.
A cambio, cuentan con un genio llamado Patrick Mahomes, posiblemente el mejor jugador del planeta, un tipo capaz de inventarse un pase de TD o un carrerón hasta la end zone en la situación más apurada. O de ganar un partido de playoffs completamente cojo, como hizo contra Jacksonville Jaguars. El estado de su tobillo derecho, que pareció no afectarle en la final de la AFC, podría ser clave.
Tampoco es un quarterback al uso su homólogo Hurts. Un prodigio atlético que acumula, entre regular y postemporada, 15 touchdowns de carrera, la cifra más alta de un QB en la historia de la NFL. Los 13 en fase regular han sido el tope de su equipo.
Las mejores prestaciones defensivas de los Eagles se ven reflejadas en los ránkings, con varios jugadores en puestos altos: Haason Reddick es el Nº2 en el de sacks (16.0), y tres de sus compañeros, Brandon Graham, Javon Hargreave y Josh Sweat, acumulan 11.0 por barba. Además, TJ Edwards es séptimo en placajes (159) y CJ Gardner-Johnson colidera, con 6, la lista de balones interceptados. Una amenaza constante para un Mahomes que a veces peca de temerario en sus pases de fantasía. Doce veces le han interceptado en todo el curso, el doble que a Hurts. En los Chiefs, los más destacados a la hora de contener son Chris Jones, cuarto en la lista regular de sacks (15.5), y Nick Bolton, segundo en la de placajes (180).
Duelo inédito
La SB LVII será la primera con dos hermanos en el verde, los Kelce. Ambos tienen anillo. Jason, el mayor, lo ganó en 2018 con los Patriots. Travis, dos años menor, lo logró la temporada siguiente. No llegarán a cruzarse en el campo, ya que ambos juegan en ataque.
El único duelo fraternal hasta la fecha se produjo en los banquillos, con triunfo del hermano mayor. En la edición de 2013, John Harbaugh, técnico jefe de los Ravens, se impuso a Jim, entrenador de los 49ers.
Los quarterbacks
JALEN HURTS A pesar de guiar a la universidad de Alabama al título en 2017, este paisano de Mahomes tuvo que hacer las maletas e irse a la de Oklahoma por la llegada del ahora QB de Miami Dolphins, Tua Tagovailoa. En su año rookie en la NCAA firmó 13 TD de carrera, un aviso de lo que haría en este su tercer curso en la NFL (en la que aterrizó como Nº53 del draft), en el que acumula 15 anotaciones terrestres, cifra jamás alcanzada antes por un quarterback. Además, suma 22 pases de TD y solamente 6 balones interceptados. No demasiado alto (1.85) para lo que se estila, pero con una capacidad atlética imponente... y una línea ofensiva que le hace la vida más fácil.
PATRICK MAHOMES Poco se puede decir que no se haya dicho ya del genio texano, nombrado MVP de este curso, su segundo tras el de 2018 (también lo fue de la Super Bowl 2019). Lanzó 41 pases de touchdown en la fase regular –además de anotar 4 de carrera– y en playoffs suma 4. Llega al partido por el título presuntamente con problemas en el tobillo derecho. En la ronda divisional jugó cojo y aun así hizo de las suyas. Su capacidad de inventiva no tiene parangón en este deporte, aunque esa misma virtud a veces muta en defecto por el exceso de confianza en su cabeza y su brazo derecho. Y enfrente tendrá una defensa temible.
Otros jugadores a seguir
MILES SANDERS (RB) En su cuarta temporada en la NFL se ha instalado en la nobleza de los corredores: 11 TD para este pequeño pero durísimo jugador.
AJ BROWN (WR) Primer curso en Philadelphia tras brillar dos de los tres que pasó en Tennessee. Ha anotado 11 touchdowns en regular gracias a su velocidad y buenas manos.
HAASON REDDICK (LB) Segundo en el ránking de sacks y seria amenaza para Mahomes. Se mueve a la velocidad del rayo y golpea como un martillo pilón.
CJ GARDNER-JOHNSON (SF) La otra gran amenaza para Mahomes y sus pases en ocasiones kamikazes. Ya ha interceptado 6 balones y quiere más.
TRAVIS KELCE (TE) Forma con Mahomes el segundo dúo con más touchdowns de la historia de los playoffs, 13. Uno menos firmó él en la temporada regular.
ISIAH PACHECO (RB) El explosivo rookie le ha quitado el Nº1 del backfield a Edwards-Helaire. Acelera muchísimo en poquísimos metros. Suma 5 TD.
JERICK McKINNON (RB) Corredor que acumula 10 touchdwons... 9 de ellos de recepción. La opción principal de juego aéreo cuando Kelce no está libre.
CHRIS JONES (DT) De largo el mejor elemento defensivo de los Chiefs. Una tanqueta de 140 kilos inusualmente ágiles y rápidos. Cuarto en sacks esta temporada.
