Día de igualdad con todas las letras
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17º-23º

Día de igualdad con todas las letras

Día de igualdad con todas las letras
James Harden forzó la prórroga con un triple y ganó el partido con otro, el broche de oro a una actuación memorable

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Domingo puro de playoffs. Dos partidos magníficos, extremadamente igualados, con todos los ingredientes posibles, incidente incluido, y victorias de Sixers y Suns para empatar a dos las series contra los Celtics y los Nuggets.


Los 'orgullosos verdes' salieron relativamente airosos del primer cuarto (27-19), en el que Jayson Tatum (24 puntos, 18 rebotes, 6 asistencias y 4 tapones) falló sus 8 tiros de campo.


En el segundo, guiados por el Joel Embiid (34 tantos, 13 capturas y 4 pases de caasta) y el posterior MVP del encuentro, James Harden (42 -6 de 9 desde el arco-, 8, 9 y 4 robos), los de Doc Rivers alcanzaron una renta de 16 puntos (56-40), diezmada a base de triples para llegar al descanso con 59-50.


En el tercero los Sixers repitieron máxima renta (83-67) y se plantaron con más 15 (90-75) en los 97 segundos finales, pero Tatum pilotó un parcial de 0-8. El cuarto periodo tuvo a los locales sin anotar durante los 4 primeros minutos, en los que los visitantes sólo sumaron 3 puntos a su casillero. El sorpasso no tardó en llegar, tras un parcial de 2-11 (96-98). Y se sucedieron los empates (10 en todo el partido) y los cambios de líder). Un 'floater' de Harden a 16 segundos del bocinazo hizo el 107-107 y Marcus Smart (21 tantos y 7 asistencias) erró el triple para ganar. Una premonición.


La prórroga fue parca en anotación: 4-5 en 4 minutos. Un balón perdido por Al Horford, crucial en el cuarto acto con tres tapones a Embiid, dio paso a dos libres convertidos por el nuevo MVP de la NBA. Tatum, con un triple fantástico, puso por delante a los Celtics (113-115) y Harden, desde la esquina derecha, hizo el 15º cambio de líder del duelo, cifra que no se movió porque el triple final de Smart salió de sus manos una décima tarde. 


Más igualado todavía fue el choque de Phoenix (129-124), que contó con actuaciones majestuosas, un extraño incidente y un héroe por sorpresa.


Ningún equipo se anotó un cuarto –cada uno ganó dos– por más de 4 puntos. Nikola Jokic se convirtió en el primer pívot desde Wilt Chamberlain en superar los 49 tantos en un partido de playoffs: hizo 53 (20 de 30 en tiros de campo) y repartió 11 pases letales. Y fue protagonista del incidente.


En el segundo cuarto. Josh Okogie intentó salvar un balón y aterrizó sobre la primera fila de las sillas de pista. Por allí andaba casualmente su jefe supremo, el dueño de los Suns, Matt Ishbia, quien casualmente se quedó el esférico. Jokic quiso quitárselo para ponerlo rápidamente en juego y el propietario le dio un manotazo. El serbio no se cortó y lo sentó de un empujoncito con el codo –no exento de flopping de Ishbia, exjugador de la universidad de Michigan State–, que le costó una técnica.

 

 


Dos jugadores locales compensaron el partidazo del 'Joker', Kevin Durant (36 tantos, 11 rechaces y 6 asistencias) y Devin Booker (36, 6 y 12), pero fue un hombre de banquillo, Landry Shamet, quien dinamitó al Nº1 del Oeste. Lo hizo con 4 triples prácticamente seguidos que abrieron una brecha de 10 puntos (116-106). 

 

Los Nuggets, cuyo banquillo aportó sólo 11 tantos, no volverían a acercarse a menos de un triple. Y Shamet acabaría el partido con 19 puntos, 5 más que el acumulado en los 7 partidos de esta postemporada en que había participado hasta su gran noche. 

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